"La Vuelta es la Vuelta”, reza un viejo refrán del ciclismo nacional, que de algún modo alude a la jerarquía que tiene la carrera por etapas más vieja del continente americano. Miles de hombres sueñan con correrla, unos cientos se preparan año a año para largarla, y algunos elegidos pelean por ganarla.

Y con ese propósito entrenan desde los campeonatos de invierno, a mediados de julio, y comienzan a correr las primeras domingueras en setiembre, pensando en la puesta a punto a partir de enero, cuando comienzan las jornadas de 200 kilómetros arriba de la bici. Carnaval pasa junto a las Rutas de América y saben que falta el último tirón hasta Turismo, para llegar a la Vuelta Ciclista del Uruguay. Con el cansancio de toda la temporada, pero con las piernas necesarias para ser parte de un espectáculo tradicional, histórico y que siempre da qué hablar.

Y el que celebró esta vez fue Juan Caorsi, el fernandino de 31 años del Armonía Cycles que agarró la malla oro en la atípica octava etapa y la defendió con dientes apretados hasta la llegada de ayer en Montevideo, cuando el pelotón completó los más de 1.700 kilómetros totales de la tradicional carrera de semana de Turismo.

“Le agradezco a los compañeros de equipo, la gente del club, mi familia y la gente que está atrás de uno todos los días. Hoy es todo color de rosa, pero el año tiene 365 días y los que están todos los días son la familia y los amigos”, dijo luego de llegar a Radio Ciclismo (1130 AM).

En una férrea llegada con viento de frente por la rambla de Pocitos, el primero en llegar a la meta unos metros adelante del pelotón fue Mariano De Fino del Audax de Flores, seguido por su compañero Roderyck Asconeguy, quien ganó el embalaje final del grupo principal sobre Héctor “Cabeza” Aguilar (Alas Rojas), que completó el podio del último día.

Unas 2.000 personas se acercaron a Kibón para recibir a los 79 ciclistas que recorrieron el país “desde un extremo al otro” y completaron la prueba, de los 143 que largaron 11 días atrás.

La Vuelta comenzó en la capital, pasó por Canelones, Rocha, Maldonado, Melo y Tacuarembó hasta llegar a Paysandú, con lucha entre los principales favoritos locales y los brasileños, que de los tres equipos extranjeros invitados eran los que más daban batalla.

Pero al octavo día ocurrió el primer imprevisto: una fuerte gastroenteritis afectó a varios competidores y los tres extranjeros abandonaron la carrera, justo el día de la contrarreloj y doble etapa (18 km cronometrados y 125 km de Paysandú hasta Mercedes).

Asconeguy agarró la malla y se vaticinaba una puja entre los tres primeros de la crono: Agustín Alonso (el campeón nacional de contrarreloj del Náutico de Boca del Cufré), Agustín Moreira (el ganador de Rutas de América del Club Ciclista Cerro Largo) y el propio Asconeguy.

Sin embargo, el estrés y la doble etapa pasaron factura y en el noveno día también pasaron cosas: un grupo de 19 hombres llegó con 16 minutos de ventaja sobre el pelotón de favoritos a Carmelo y todos los de adelante se quedaron sin chances, a más de 10 minutos de la punta.

¿Por qué los más fuerte perdieron tal ventaja ese día? Hay muchas hipótesis, pero tendrán tiempo de explicarlo los propios protagonistas durante los próximos días.

Lo cierto es que Caorsi se vistió de amarillo, pero con poca diferencia sobre Camilo Pimentel (que terminó abandonando la carrera en la última etapa), Leonel Rodríguez (ambos del Cerro Largo) y Pablo Anchieri (Náutico de Boca del Cufré).

"Sabíamos que iban a atacar porque cada equipo busca ganar. Tocó soportar con la ayuda del equipo y de otra gente que, por amistad o por una cosa u otra, me dio una mano. Agradezco a ellos también", señaló también el flamante campeón.

Se prevía que Cerro Largo iba a atacar con sus dos representantes, pero por la especialidad de Leonel —que ya tenía tres victorias de etapa en el bolsillo— apuntaron a las bonificaciones, que se terminaría llevando casi todas Asconeguy, demostrando desde el primer día al último ser el más fuerte del pelotón.

Pero el que levantó los puños con fuerza al cruzar la meta en Montevideo fue Caorsi. “Si perdía iba a seguir siendo yo, con mi familia y la gente que me quiere. Si bien ganar tiene su lado bueno y uno siente que toca el cielo con las manos, pero no deja de ser una carrera de bicicletas. La vida la veo por otro lado. Si las cosas se tienen que dar, se van a dar, y si no se daba, mala suerte. Había que luchar”, expresó el fernandino.

"Sé que no corro solo. Mi angelito del cielo me empuja día a día, cada mañana que me levanto", añadió emocionado en referencia su hijo, que falleció en 2021 luego de cinco meses de haber nacido.

Foto: Miguel Gutiérrez

Finalmente, el Club Náutico de Boca del Cufré se quedó con la clasificación por equipos sobre el Club CIclista Cerro Largo y Club Social Barrio Artigas.

Por otro lado, el premio a la Regularidad lo ganó Asconeguy, el Sprinter fue de Matías Presa (Cerro Largo) y el Cima para Diego Jamen (San Antonio de Florida).