La plaza principal de Carmelo se colmó de gente esperando el pelotón de la Vuelta Ciclista del Uruguay, que ese octavo día de carrera tenía que recorrer 200 kilómetros. Pero antes del pelotón —16 minutos adelante— llegó un grupo de 19 corredores que se robaron el protagonismo y sacudieron la general individual a falta de tres días para el final. Entre ellos Juan Caorsi del Armonía Cycles de Fray Bentos, que allí se vistió con la malla oro.

“Traté de disfrutar el momento del podio y ponerme la malla, que fue mi primera vez en una carrera importante. Pero después que me bañe y me tranquilicé, dije: ‘Bueno y ahora qué hago’”, relató el flamante campeón de la Vuelta a Ovación.

A priori, Caorsi no estaba entre los grandes candidatos a coronarse. Pero mientras las luces apuntaban a los Asconeguy, Moreira, Rodríguez, brasileños y otros, el del humilde equipo Armonía siempre estuvo ahí entreverado. El primer día entró a los 15, y el segundo llegó en la fuga y quedó segundo en la general detrás del brasileño Kleber Ramos. En la tercera etapa sufrió una caída antes de llegar —justamente en su Maldonado natal—, perdió tiempo y resignó posiciones, pero no bajó los brazos.

“Mi estrategia fue intentar ganar tiempo en fugas para distanciarme de la gente que me gana en la crono, que es uno de mis puntos débiles”, explicó. Y así fue que se mantuvo adelante: salvo el día de la caída, se coló en los primeros lugares de todas las etapas.

Luego llegó el caótico día de la contrarreloj -marcado por el abandono de los extranjeros y la doble etapa-, cuando perdió más de dos minutos con el ganador y quedó lejos del líder. “Fue un día muy estresante. Cuando llegué de la crono eran las 14 y monedas. Comí algo a las apuradas y salí para la largada”, señaló. A las 15:30 partieron rumbo a Mercedes.

“Ese día terminé fundido”, recalcó, y al otro día lo esperaba la etapa más larga de 195 km hasta Carmelo, pero que terminaría siendo inolvidable.

“Se notaba cierta tensión entre los de adelante, se marcaban mucho. Logré enganchar esa fuga cuando iban recién 15 km, pero nunca imaginamos que íbamos a sacar esa diferencia. Cuando faltaban unos 70 km y nos manteníamos a 15 minutos, entendimos que la cosa iba en serio”, explicó. Y según entiende, el pelotón se quedó “esperando por el Audax”, que tenía la malla oro con Roderyck Asconeguy. Además: “A Cerro Largo le servía porque tenían nada menos que a Leonel (Rodríguez), que venía ganando etapas", y también ganó justamente esa.

Lo cierto es que el que se vistió de amarillo fue Caorsi, algo que tenía presente antes de llegar. “Veníamos bromeando con eso entre los compañeros de la fuga antes de llegar”, admitió entre risas. “Veníamos tranquilos, se dio todo muy raro”, agregó.

A falta de tres etapas, tenía claro que los arachanes lo iban a atacar: “Era lógico porque tenían a Leonel muy cerca y era el tipo más rápido del pelotón”. Pero tuvo un aliado de lujo: Asconeguy. “Roderyck era de los más fuertes y estaba a nueve minutos. Yo sabía que iba por las etapas y eso me servía”, indicó Caorsi. El del Audax ganó la novena, la décima y fue segundo en la última detrás de su compañero Mariano De Fino, y les robó las bonificaciones al segundo, tercero y cuarto de la general.

“Se puede dar”, dijo que pensó cuando pasó la décima, y terminó levantando los brazos en la rambla de Montevideo, luego de recorrer 1.700 kilómetros en 11 días.

Foto: Francisco Flores.

Por la tarde partió junto a su equipo rumbo a Fray Bentos, donde los esperaban una multitud de personas para seguirlos en caravana a pesar de la lluvia, a quienes les volvió a agradecer, y reconoció que todavía le cuesta asimilar su triunfo.

Y sobre eso confesó que fue aconsejado por Jorge Bravo y Néstor Pías, dos ciclistas ganadores de la Vuelta Ciclista en 2007 y 2016 respectivamente. "Hablé con ellos cuando agarré la malla y también después de llegar a Montevideo. Me dijeron que con el tiempo voy a entender lo que logré, que mi nombre haya quedado escrito ahí", junto a los de grandes ciclistas de la historia nacional.

Para Caorsi, "la vida va por otro lado". "El ciclismo es un deporte, lo que me gusta hacer, me encanta, lo adoro En los peores días de mi vida era mi terapia. (La Vuelta Ciclista) es la carrera más importante y estoy súper contento de haberla ganado, no tengo palabras para explicar la emoción. Pero no deja de ser una carrera de bicicletas, yo voy a seguir siendo la misma persona", dijo.

"Sé que no corro solo. Tengo alguien que me ayuda. Mi angelito del cielo me empuja día a día, cada mañana que me levanto", dijo emocionado apenas cruzó la llegada en la rambla del Kibón, en referencia su hijo que falleció en 2021 luego de cinco meses de haber nacido. Y agregó: "Hoy mando dos besos al cielo: uno para mi niño y otro para Marcelo, el Cabeza, que también está allá arriba mandándome fuerzas". La Vuelta Ciclista de esta temporada terminó el 31 de marzo, mismo día que la de 2013 cuando falleció Marcelo Gracés también en la rambla de Montevideo. "Un amigo con el que pedaleaba", recordó.