Redacción El País
Hace cuatro años era delivery, trabajaba en la construcción y era seguridad en boliches de Montevideo. Kevin Dell’Era (25 años) aprovechaba cada changa que le saliera porque tenía un objetivo claro: convertirse en peleador profesional, algo poco viable si no lograba emigrar de Uruguay.

Su vínculo con los deportes de combate comenzó a sus 17 años con el kickboxing, que practicó hasta 2022 cuando luego de vender una moto y otras pertenencias partió rumbo a Ciudad de México: “Me dijeron que era la mejor opción porque el país está creciendo mucho en cuanto a deportes de combate, por su cercanía con Estados Unidos que abre muchos oportunidades”, dijo en diálogo con Ovación.

Una vez en México, se acercó al gimnasio Real Fighters México, donde lo recibió el coach Gil Nava. “Los primeros meses fueron de mucho entrenamiento y aunque en mis primeras peleas de prueba pude ganar, la primera a nivel profesional fue en febrero del 2023 (10 meses después de llegar)”.

Foto: cortesía

Según contó, a los pocos meses se quedó sin ahorros y consiguió trabajo en una carnicería por un sueldo mínimo (bastante menor al salario mínimo en Uruguay, porque además todavía no tenía tramitada su residencia) y después dando clases de lucha (boxeo y muay thai), que siguen hasta hoy en día. “Las clases son gracias a lo que me sustento mes a mes, alquilo un cuarto en una zona universitaria”, señaló.

Además, el año pasado sufrió dos fracturas de costillas que lo alejaron del combate por unos meses, pero para este 2024 se recuperó y repuntó su carrera: peleó la lucha coestelar (penúltima de la noche) en la liga Budo Sento y ganó por nocaut en el primer round. “Son veladas increíbles entre las luces, cámaras y entrevistas, esa liga la trasmite Fox Sport. Mi récord por ahora es de 4-2 (tres victorias por KO), sé que todavía me falta mucha experiencia, pero mi objetivo es seguir afianzándome y poder pelear por títulos, y seguir representando a Uruguay al nivel más alto posible”.

Su próxima pelea está fijada para febrero, hasta entonces seguirá dando clases y aprontándose para ese reto, esperando que el año entrante sea igual o mejor de bueno que este que se va.