Un puñado de minutos pasadas las 7 de la mañana, el viento apenas sopla y el sol hace brillar el verde de los árboles de la Plaza 18 de Julio de Canelones, que a esta hora está algo más bulliciosa de lo normal. El centro de la capital canaria madrugó el pasado miércoles porque fue invadida por decenas de autos, motos y otros vehículos visitantes, y por los 128 ciclistas que continuaban en carrera, de los 174 que largaron el pasado jueves desde Maldonado las Rutas de América 2023.

“Estamos concentrados en ayudar al equipo. Uno puede planificar todo, pero nunca sabés lo que puede pasar en la ruta, cómo va a estar el viento o el humor del pelotón”, reflexiona con sus cuatro décadas de ciclista y 47 años de edad el argentino Hernán “Corcho” Cline en diálogo con Ovación, sobre la etapa de casi 200 kilómetros que están a punto de largar, la más larga y (según algunos ciclistas que ya la hicieron en 2022) la más dura de esta edición, que une a Canelones con Sarandí del Yí (Durazno) por rutas angostas, pesadas y de interminables “subibajas”.

A su lado, con 51 años de edad, pero solo tres arriba de la bicicleta, Dumas López subraya las palabras de su compañero de la Federación de Cerro Largo. Su objetivo es “pasar cada etapa”, disfrutar la experiencia e intentar llegar a la Intendencia de Montevideo el domingo 26, porque su ritmo, confiesa, “no es el mismo que el de ellos (los líderes del pelotón)”. Desafortunadamente, el pedalista arachán deberá buscar revancha de ese último objetivo en la Vuelta Ciclista del Uruguay que se aproxima o en la edición 2024 de Rutas de América, porque si bien completó los 200 km de la etapa del miércoles, no lo logró en el tiempo reglamentario y fue descalificado.

La Federación de Cerro Largo es un equipo formado previo a Rutas de América como apoyo del Club Ciclista Cerro Largo, que al menos hasta este viernes mantiene en Matías Presa la malla líder de la carrera. Son 12 ciclistas en total los que forman las filas y comparten acompañantes, comidas y hospedajes, y se dividen solamente en la formalidad que exige la competencia.

El veterano de Cerro Largo, y el más veterano de los que largaron ese día, es empresario de una compañía de ómnibus de Melo y es fanático del pedal “de toda la vida”. Comenzó a competir en ciclismo de montaña (mountain bike) en 2020, hasta que se “pasó a la rueda fina” para entrenar. “Poco a poco fui mejorando y superándome, decidí inscribirme a los Campeonatos Nacionales en categoría Máster, y salí campeón de Ruta”, relató quien además hoy ciclista de la Federación, es secretario del Club Ciclista.

En el otro extremo, el experimentado pedalista porteño compitió desde sus 19 a sus 37 años en Uruguay, algún tiempo por el Cruz del Sur, otro por Nacional, pero es recordado por defender al histórico Alas Rojas de Santa Lucía, con el que se quedó con la clasificación general de dos Rutas de América consecutivas en 2009 y 2010. Durante ese período también se nacionalizó y defendió la camiseta celeste en más de una competencia internacional, y ganó y destacó en innumerables carreras más. Hace aproximadamente diez años “colgó la bici” y se radicó en Argentina, donde trabaja como chofer de su taxi. Y en noviembre del 2022, hace apenas tres meses, decidió cruzar otra vez el Río de la Plata y volver a meterse en el pelotón charrúa.

“Soy muy amigo del Piojo (Matías Presa), siempre estoy en contacto con él. Soy un fanático del deporte y quiero transmitir mi experiencia a los más jóvenes, me quiero involucrar con la evolución del ciclismo uruguayo, que tantas cosas me hizo vivir”, dijo emocionado tras la reciente llegada a Santa Lucía, el pueblo que lo acobijó durante más de diez años.

Los dos ciclistas debutaron esta temporada en categoría Élite en la misma carrera, a principios de enero del presente año, y poco más de un mes después soportan día tras día vientos, lluvias y el “ardiente sol” enfocados en sus objetivos en común y los personales.

“Intento dar una mano, pero la falta de experiencia se nota y todos los días aprendo sobre cómo rodar dentro del pelotón, ahorrar energía… Este equipo está lleno de ganadores y todos me han enseñado algo”, expresó López.

Para Cline, la clave para aguantar la exigencia de la etapa que se aproxima, y cada una, es simplemente descansar, alimentarse y prepararse bien. “Sabemos que vamos a sufrir, pero estamos preparados para eso”, afirmó.