La semilla que se plantó con la participación en el Mundial de Egipto 2021 marcó para siempre al handball masculino de Uruguay. Esa semilla germinó y más allá de algunos cambios importantes, se continuó con un camino que desembocó en la segunda presencia consecutiva de la Celeste en la Copa del Mundo que ahora tendrá su edición número 28 con Suecia y Polonia como anfitriones.

Y de aquel no tan lejano 2021 pasaron varias cosas en el proceso de una selección uruguaya que ahora ya no irá al Mundial a ver cómo es jugar en la élite sino que irá con un objetivo bien claro: ganar al menos un partido.

Muchos dirán que se trata de una meta poco ambiciosa, pero para este grupo de jugadores un triunfo en la Copa del Mundo será coronar un trabajo de muchos años que hoy ve cómo los más experientes se mezclan con jóvenes que tienen esa misma hambre de gloria que los jugadores que hicieron historia para el handball uruguayo.

Foto: Juan Manuel Ramos.

“Cuando vino la invitación para tomar el proceso de la selección fue un desafío muy grande dado que se venía de un Mundial y de una buena actuación de Uruguay con un proceso de 20 años de trabajo contínuo del mismo cuerpo técnico (encabezado por Jorge Botejara). Encaramos el desafío sabiendo que había posibilidad de clasificar a un nuevo torneo y con esas ganas y ansiedad empezamos a trabajar en noviembre del año pasado y ahora estamos a pocas horas de jugar otro Mundial”, le contó a Ovación el director técnico Nicolás Guerra.

La ausencia por lesión de Nicolás Fabra, capitán del equipo le abre la puerta a jugadores jóvenes que tienen mucha proyección y que tendrán su primera experiencia mundialista: “Para el clasificatorio de Recife armamos una preselección con todos los que jugaron el Mundial de Egipto más una gran cantidad de muchachos jóvenes. Luego, a medida que fuimos pasando etapas competitivas como el Clasificatorio de Recife, en los Juegos Odesur de Asunción (Uruguay fue medalla de bronce) los evaluamos a todos, vimos valores jóvenes, tuvimos algunas lesiones importantes como las del capitán, otras bajas por temas laborales y eso le abrió las puertas a otros jugadores. Hoy te puedo decir que tenemos un equipo que ha hecho un buen año de trabajo y que tuvo buena competencia en 2022 con los Odesur y un triangular en Argentina, torneos que nos mostraron cosas interesantes de cara a este Mundial que se nos viene”.

Uruguay tendrá un gran desafío, pero viajó con un objetivo y así lo explicó Guerra: “Una de las cosas que hemos intentado dejar de lado es el discurso contínuo de que ‘somos amateur’, ‘tenemos que trabajar’, ‘somos sufridos’. Nos enfocamos en que vamos a ir a competir con la élite y que vamos a enfrentar a profesionales. Tenemos que empezar a creer que se puede ser competitivos y aprovechar todas las experiencias profesionales que vienen teniendo muchos de nuestros jugadores en el exterior. Ya hay muchos jugando en Europa y ojalá cada vez sean más los jugadores que tengamos en ese nivel para poder ir acercándonos más a la élite”.

Pero además de esto, la Celeste tiene una meta y es ganar un encuentro en cancha (en Egipto 2021 Uruguay le ganó a Cabo Verde 10-0 pero por retiro de la selección africana por covid-19) según contó el entrenador: “Me vuelvo contento con mostrar mejoras respecto a lo que hicimos en los Odesur, donde logramos un bronce que no se conseguía desde 2006. El objetivo también es ir a ganar un partido o dos. Por lo menos vamos a jugar siete partidos en este Mundial, entonces la idea es poder pelear dos. Con Cabo Verde en la serie, en la ronda de los puestos de abajo o dónde sea. Sabemos que va a ser difícil, pero vamos con ganas y con la ilusión de poder lograrlo porque para eso nos preparamos”.

Foto: Juan Manuel Ramos.

Uno de los aspectos en los que más se trató de hacer hincapié camino al Mundial fue en la preparación física y para eso el trabajo de Diego Domínguez, quien hace ocho años está ligado al handball, fue clave.

El preparador físico contó a Ovación que “teniendo en cuenta la experiencia de Egipto 2021, ahora ya sabíamos que nos íbamos a enfrentar a jugadores más fuertes, más rápidos y de talla más grande con otro roce y nivel de competencia muy diferente al nuestro. Entonces lo que se trató de hacer fue acercarnos a lo que pueden hacer ellos en su preparación, es decir, levantar el mismo peso que ellos, correr a la misma velocidad que ellos y aguantar los partidos con la misma intensidad que ellos”.

“Con esos pilares fundamentales intentamos ponernos a la par de los equipos que sabemos están en el nivel nuestro, el segundo bloque europeo digamos, no la élite”, explicó Domínguez.

Foto: Juan Manuel Ramos.

Alejandro Velazco (29) es uno de los jugadores con más trayectoria en la selección, dijo presente en Egipto 2021 y ahora tendrá su segunda experiencia mundialista.

“El de ahora fue un proceso diferente al de Egipto porque para ese torneo teníamos el covid-19 y no lo pudimos preparar de la mejor manera. Ahora venimos entrenando desde los Juegos Odesur y tenemos una continuidad mucho más grande con varios meses de trabajo. La gira previa por España nos va a dar un roce mayor y sobre todo, rodaje para enfrentar el Mundial de otra manera”, le contó el armador izquierdo del Colegio Alemán a Ovación.

“Hubo un antes y un después del Mundial de Egipto para el handball uruguayo porque llegamos a un lugar en el que teníamos que mantenernos. Vimos lo que era otro nivel. Después de ese Mundial varios compañeros se fueron a jugar a Europa y eso es lo que queremos sostener y que a medida que pase el tiempo muchos más se puedan ir a jugar al exterior para que el handball siga creciendo y se vayan sumando más y nuevos objetivos para la selección. Hoy por ejemplo vamos al Mundial con la meta de poder ganar un partido y estamos convencidos de que podemos conseguirlo”, remarcó Ale Velazco.

Federico Rubbo (33) es otro de los experimentados de la selección que jugó el Mundial de Egipto y de cara al de Polonia y Suecia le dijo a Ovación que “me genera mucha expectativa jugar con público, algo que en Egipto no ocurrió. En un Mundial se arma un ambiente distinto. También está el nerviosismo de enfrentar a profesionales que habitualmente ves por la televisión y a ese nivel nos vamos a enfrentar. Ellos tienen otras herramientas y sabemos que vamos en desventaja, pero nunca pusimos eso como excusa. Nosotros tenemos un objetivo que es ganar un partido en este Mundial, pero está el otro gran objetivo que es que el hanbdall en Uruguay siga creciendo”.

Y así como hay jugadores de experiencia también hay varios jóvenes con proyección. Uno de ellos es Bruno Borba (20), quien jugará su primer Mundial Senior pero ya conoce a la selección porque fue invitado al proceso para Egipto 2021: “Lo que vamos a vivir dentro de unos días va a ser inolvidable. Estoy ansioso y no creo que no supere mis expectativas. Van a ser partidos difíciles, pero vamos a darlo todo y también a disfrutar”.

Foto: Juan Manuel Ramos.

Nicolás Guerra - Director Técnico
Alejandro Trejo - Técnico Alterno
Diego Domínguez - Preparador Físico
Andrea Beltrán - Doctora
María Pía Fernández - Fisioterapeura
Matías Viera - Analista de Datos