Esta semana durante el Dunhill Links, torneo que se disputa en Escocia, tendrán un encuentro Jay Monahan (comisionado del PGA Tour) y Yasir Rumayyan, dueño del LIV Golf, en lo que puede significar una instancia más que importante en la toma de decisiones de esta disciplina.

En momentos de incertidumbre en el mundo del golf, donde el acuerdo entre el PGA Tour y el LIV golf está cada vez más cerca tras 17 meses de negociación, ambos bandos estarán frente a frente.

Durante los próximos días, los dos líderes jugarán en los campos de Carnoustie, St Andrews y Kingsbarns, en compañía de los profesionales Billy Horschel (jugador del PGA Tour) y Dean Burnmester (jugador del LIV).

Hasta ahora el acuerdo no es oficial y todo lo que circula son rumores.

Como respuesta al ataque económico que hizo el LIV dejando en segundo lugar al Tour Estadounidense cuando se habla de dinero, el PGA Tour recibió 3.000 millones de dólares del fondo Estadounidense SSG para elevar las bolsas de sus torneos mitigando la diferencia entre ambas organizaciones.

Actualmente se sumó un factor más que está trancando las negociaciones.

Foto: AFP.

Todo el acuerdo está siendo investigado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Desde que se anuncio el principio de acuerdo, el gobierno de Norte America considera que el pacto podría violar las leyes “antitrust” ademas del temor existente a que Arabia se apodere del deporte Americano lo cual seria realmente catastrófico.

Recordemos que el golf ha sido liderado por los estadounidenses por más de 100 años y perder el liderato en un deporte tan emblemático para la cultura nacional sería muy doloroso luego de tantos años al mando.

El torneo de esta semana junta también a otros golfistas de ambas organizaciones como Rory Mclrroy, Jon Rahm, Brooks Koepka, Louis Oosthuizen y Tommy Fleetwood.

Por tal motivo, esta es también una gran oportunidad para que ambos bandos puedan avanzar en sus negociaciones. El golf es quien ha sufrido las consecuencias de dicha crisis ya que no logra juntar a todos los mejores jugadores del mundo con excepción de los torneos grandes.

El golf necesita la unión de ambas instituciones, pero que también se sigan respetando las tradiciones y el liderato de Estados Unidos.