A 20 AÑOS DE SÍDNEY
El ciclista rememoró los momentos más importantes de su medalla de plata en los Juegos Olímpicos. Historias y anécdotas de la intimidad de un medallista.
Milton Wynants tuvo su momento de auge con la medalla de plata lograda en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 en un hecho histórico: fue la última que Uruguay consiguió en la máxima cita del deporte.
"Estábamos mucho más jóvenes", dice el "Gorra" entre risas. Y tiene razón. Pasaron 20 años de ese momento de gloria al que llegó en base a esfuerzo, humildad, mucho trabajo y amor por el ciclismo, ese deporte que tantas alegrías le dio.
Hoy, mientras disfruta de sus días en su Paysandú natal trabajando en su propio comercio de bicicletas y entrenando a su esposa Marlene y a un grupo de jóvenes, Milton recuerda esa gesta de Sídney con mucha alegría.
Con la emoción a flor de piel, el "Gorra" repasó junto a Ovación algunas fotos que marcaron ese momento y también su carrera. Desde los momentos de la competencia en la prueba por puntos en el Velódromo Dunc Gray, pasando por el enterito prestado que le quedó chico y no le cerraba el cuello, la cadenita de la Virgen de Lourdes que le regaló su hermana para que llevara a Australia, la alegría del final junto a su entrenador Hugo Scricky, la entrega de la medalla y la eterna caravana hacia Paysandú tras llegar a Montevideo, Milton Wynants rememoró momentos imborrables que 20 años después siguen más vigentes que nunca.