Fernando Rubio es un motociclista rioplatense. Nació en Argentina y muy joven se mudó a Nueva Palmira (Uruguay), donde cursó todo el liceo. Volvió a mudarse a Argentina para estudiar Ingeniería industrial mecánica, y a sus 26 años cruzó nuevamente el charco para radicarse en Montevideo, donde vive hasta el día de hoy a sus 39.

“Mi carrera deportiva es 100% en Uruguay”, le dijo a Ovación. Es que su pasión por el motociclismo -aunque viene de toda la vida- se materializó cuando llegó a Montevideo con 26 años.

Fue entonces que comenzó a correr en moto junto a su hermano Gonzalo, en el Campeonato de la Regional Suroeste y disciplina de Velocidad en tierra. “Luego comenzamos a correr los dos en Enduro, que es básicamente una categoría que se corre en un circuito marcado pero a campo abierto sobre arena”, explica. Esa disciplina lo conquistó, en 2015 ganó el Campeonato Nacional de Enduro y fue segundo en el de Cross Country -circuito de motocross con obstáculos-, que lo ganó su hermano Gonzalo.

Este año, Rubio decidió dejar en segundo plano el Campeonato Nacional para enfocarse en el FIM Sand Races, un torneo organizado por la Federación Internacional de Motociclismo que presenta en su primera edición tres etapas a lo largo del 2023: una en Le Tourquet (Francia) a principios de febrero, otra en Villa Gesell (Argentina) a finales del mismo mes y otra en Algarve (Portugal) este próximo fin de semana.

En representación de Uruguay, el piloto ya corrió las dos primeras pruebas y se repara para la última para cerrar su año sobre la moto.

“La de Villa Gesell ya la había corrido en cuatro oportunidades, solo que este año formó parte de este torneo. Se llama el Enduro del verano”, indicó. Allí consiguió el undécimo puesto en su categoría, que es la de élite. Pero la más difícil fue la primera, en Francia, que es la que más se asemeja a la que le espera en Portugal.

“En Le Tourquet largamos unos 1.200 pilotos (unos 50 de élite) por una recta sobre la costa, donde la arena está mojada y el terreno se bate muchísimo más que cuando la arena está seca, como en Argentina”, explicó también.

Además, la prueba en Francia se dividió en dos días de 90 minutos cada una, mientras que en Argentina dura unos 50. En Portugal le espera una carrera de tres horas continuas.

“Para esta estoy mejor preparado que para la primera en Francia, cuando no sabía con qué me iba a encontrar”, confesó el motociclista que aspira a completar con un buen rendimiento la última carrera, y sobre todo, disfrutar de “la locura” de aventura que se le ocurrió.