EN TOKIO

El judoca uruguayo Henry Borges, quien competía en la categoría -60 kilogramos U60, se despidió este jueves de sus cuartos Juegos Paralímpicos de Tokio a sus 38 años, tras caer ante el turco Recep Ciftci, y no poder avanzar a la siguiente ronda en el templo de las artes marciales: Nippon Budokan. 

A pesar de no pasar de fase, el artiguense dejó muy bien parado a Uruguay, ya que compitió con un rival de la categoría B2. En judo los paratletas compiten con distintas clases de visión y Borges, ciego, es B1 porque no puede reconocer las formas a cualquier distancia, mientras que su rival representaba a la categoría B2, estos sí reconocen formas y perciben claramente hasta los dos metros.

Pero Henry logró algo histórico. Con esta cuarta presencia, Borges igualó el récord de participaciones que tienen los uruguayos Alejandro Foglia (Vela), Milton Wynants (Ciclismo) y Andrés Silva (Atletismo). 

A los seis meses de vida Henry sufrió una meningitis que le afectó la visión y a los nueve años decidió iniciase en judo y para ello viajó a Montevideo, allí se inició en el deporte que le ayudaría en una difícil transición que sabía se acercaba y que ocurrió a los 12 años, cuando perdió la vista por completo.

El judoca fue medallista de oro en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015 y Lima 2019. Además, en 2016 perdió el bronce contra el rumano Alex Bologa, pero logró la medalla de oro en el Panamericano de 2020 y medalla de bronce en el Grand Prix de Warwick.

Con la presentación de Borges y Lucía Dabezies, quien regresa al país con dos récords personales, Uruguay cerró su participación en estos Juegos Paralímpicos.