Redacción El País
El pasado domingo 13 de octubre un deportista uruguayo dio de qué hablar fronteras afuera: Martín Perdomo se coronó campeón del torneo argentino Bonaerense de fisicoculturismo, en el que compitieron personas de Brasil y Chile, además de argentinos y uruguayos.
Perdomo tiene 39 años, es del barrio La Unión y entrena en el gimnasio Espartacus. Se adentró en el ámbito de los gimnasios y levantamiento de pesas, y hace unos siete que comenzó su carrera como fisicoculturista. Desde entonces, compite en todo tipo de torneos a nivel nacional, y fue a partir de uno de esos que consiguió clasificarse al que tuvo lugar del otro lado del Río de la Plata.
Según dijo en diálogo con Ovación, fue a raíz de encontrarse con "diferentes referentes del fisicoculturismo uruguayo" que poco a poco se involucró. También que no es un deporte que pueda practicar cualquiera, ya que la genética de cada cuerpo tiene un valor importante: "En ese sentido tengo una buena genética. Si tenés una cintura chica y agrandas lo que son las extremidades del cuerpo, las piernas, brazos y torso, se forma la clásica equis (X)", explicó.
"Cuando empecé a involucrarme e informarme un poco más sobre el deporte y los torneos que había en el país, conocí a Antonio Osta, que fue el que me guió en todo lo que es el fisicoculturismo, en todo lo que son las posturas reglamentarias", señaló.
En Argentina, explicó: "Competí en la categoría de culturismo clásico, que es hasta 80 kilos de peso corporal. Gané la dos categorías: mejor coreografía y mejor posador".
En su caso ganó en ambas, pero lo que se hace es sumar los puntos de cada una para definir la clasificación general, que por obvias razones Perdomo también ganó.
"La coreografía —profundizó— yo la tengo que preparar y eso también va a parte de la puntuación de lo que es el resultado final, suma puntos. Se hace en base a poses reglamentarias y poses libres, en un lapso de tiempo determinado. Durante la coreografía tenés que intentar darle armonía a tu cuerpo, mostrarte lo más posible".