Redacción El País
El polo uruguayo tiene otro nombre que está dejando su huella a nivel internacional: Mauricio Sánchez. El jugador de 34 años viajó a Kenia para ser parte del torneo más importante de África y no solo lo ganó, sino que además fue el goleador de la final.

El Kenya International Tournament, prestigioso evento con más de 80 años de antigüedad, tuvo su edición en esta temporada 2024 en The Nairobi Polo Club y el polista uruguayo capitaneó al equipo SBM que se terminó consagrando como el mejor del certamen.

Foto: @kenyanpolo.

Alexander Watson (4 goles de hándicap), Jami Excell (2), Joe Kamau (-0.5) y Mauricio Sánchez (5), fueron parte del equipo en el que el uruguayo fuer el goleador de la final con 8 tantos y además, se llevó la manta a Mejor Yegua con “Dakota”, propiedad de Jadini Nzomo.

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Multideportivo

Jugadores uruguayos como Pelón Stirling y Santiago Stirling han jugado este prestigioso torneo en años anteriores pero ninguno pudo ser campeón, algo que Mauricio Sánchez, logró en esta edición 2024 convirtiéndose en el primer polista celeste en conquistar esta corona.

Foto: @kenyanpolo.

Además, el empresario uruguayo lo hizo con una espectacular actuación durante todo el torneo y sobre todo en la final, destacándose con sus goles que fueron determinantes para la obtención del título.

Tras esa experiencia deportiva, Sánchez vivió experiencias culturales en Kenia y en diálogo con Polo Feeling contó: “Nos aceptaron en su aldea con un baile de recibimiento y después una oración. Nos hicieron tomar la sangre de sus vacas (ritual que hacen en ocasiones importantes) haciéndonos una especie de bautismo y nos pusieron nombré Maasai”.

Foto: Instagram Mauricio Sánchez.

“Después nos dejaron entrar a sus casas y nos enseñaron sus técnicas de supervivencia. Terminamos intercambiando y negociando sus lanzas espadas y vestimenta. Con lo que teníamos en el momento”, agregó.

Pero como no podía ser de otra manera, Mauricio también llevó a Kenia las costumbres uruguayas y los Massai probaron el mate en un intercambio cultural que excedió lo deportivo para que el polista cerrara una experiencia inolvidable en África.