"La preparación más específica va a empezar ahora”, dijo la nadadora uruguaya Nicole Frank a Ovación sobre la puesta a punto para París 2024, los Juegos Olímpicos a los que aún debe clasificar.
Con apenas 20 años, Nicole ya es dueña de una carrera acuática cargada de medallas y récords de los que dimensiona a medida que pasa el tiempo: “A Tokio 2020 fui con 17 años y, si bien lo disfruté y entendí la grandeza de lo que estaba viviendo, no era 100% consciente de lo que significaba y ahora lo valoro mucho más. Pasaron solo tres años, pero en los que crecí muchísimo en todos los aspectos”.
En su mochila tiene cinco récord nacionales: 50, 100 y 200 metros pecho, 200 y 400 metros combinado (que consiste en pecho, mariposa, espalda y crol). Y aunque —evidentemente— se defiende en todos los escenarios, se considera una mediofondista; es decir: especialista en distancias medias, pruebas que quiere seguir puliendo en los meses venideros para entrar definitivamente en los Jugos Olímpicos de París, la que significaría su segunda cita olímpica.
Su desempeño en las piscinas le consiguió una beca en la Universidad de Florida (EE.UU.), donde vive, estudia y, además, compite. “Durante el período de clases las competencias se miden en yardas (unidad de longitud menor al metro), entonces varía el tiempo y también las sensaciones. Por más que el esfuerzo físico sea similar, es difícil hacer evaluaciones”, explicó.
En ese sentido, dijo que para “recuperar el ritmo de metros” tiene dos opciones para seguir con su plan de entrenamiento entre los que tiene que definirse: “Uno en la propia Universidad y el otro en Azura, un centro de alto rendimiento más cerca de Miami. Los dos planes son buenísimos y ninguno va a definir mi rendimiento, sino lo que yo me entregue al entrenamiento”, confesó en un tono simpático.
El 23 de junio es la fecha límite para la clasificación a los JJOO, cuando los mejores puntajes en competencias de World Aquatics obtendrán su pasaje. En natación, Uruguay tiene cupo por universalidad: va un hombre y una mujer. Las candidatas son Nicole y Abril Aunchayna (24), que se especializa en espalda y tiene récords nacionales en 50 y 100 metros.
“Hoy estoy unos puntitos arriba de ella en la clasificación, pero estamos al mismo nivel y todavía quedan competencias en las que todo puede pasar. Pensar así es lo que me mantiene motivada en entrenar y seguir superándome”, señaló.
Si bien todavía no tiene claro cuál va a ser su próxima competencia puntuable para World Aquatics (porque cada plan de entrenamiento se rige por calendarios diferentes), sí sabe a las especialidades que apuntará: “Voy por los 200 metros combinado, igual que en Tokio, y 100 pecho, que lo terminé definiendo con mis entrenadores. Aunque es una carrera de velocidad y yo me siento más cómoda en los mediofondos, al entrenar combinado también hacés pecho, entonces ahí iré viendo”.
Por lo pronto, en abril su agenda ya está marcada por competencias no oficiales, con el objetivo de “entrar en ritmo, probar y ajustar lo que haga falta”. Mientras que los últimos dos meses los destinará a pulir detalles e intentar mejorar sus marcas, en la búsqueda puntos que la lleven nuevamente a los Juegos Olímpicos, esta vez con sede en Francia y más experiencia dentro del agua.
“Todavía queda tiempo y un montón de oportunidades de seguir mejorando nuestras marcas. Entonces, yo puedo tener mis objetivos claros, pero al final también depende de cómo lo haga el otro. Es estresante porque no hay un objetivo palpable, no sabés a lo que te enfrentás. Da nervios y yo soy muy emocional, por eso necesito un buen balance entre el entrenamiento físico y mental”.