Enviado — Tacuarembó
La gente de Tacuarembó esperó ansiosa al pelotón de la Vuelta Ciclista, pero entre todos a la dupla del Náutico de Boca Cufré que son padre e hijo y locatarios. Richard Mascarañas (45 años), ganador de dos VCU (2008 y 2010) y leyenda viva del pueblo, y su heredero Mateo (22), que ya acumula unos cuantos kilómetros de su propia carrera deportiva.
Están cumpliendo un sueño pendiente que había postergado la pandemia, y para mejor como compañeros de equipo. Comparten habitaciones, siestas, comidas, estrategias y todo lo que implica el día a día de una carrera por etapas que van a atesorar por el resto de sus vidas. Sobre todo eso charlaron en esta entrevista con Ovación.
—¿Decepcionados por cómo se dio la etapa a Tacuarembó?
—Richard: No te voy a mentir, me da un poco de lástima por la gente. Hace muchos años que no se llega un domingo a Tacuarembó, había mucha gente en la vuelta y no hubo espectáculo.
—Mateo: También porque es una oportunidad perdida de mostrarse ante la familia, amigos y la gente que te ve entrenando día a día.
—Opiniones sobre la ruta 26: ¿entrenan por ahí, se podría haber corrido?
—R: La verdad que se entrena poco por ahí, justamente porque no está muy bien y tenemos la ruta 5 a mano. Pero hablando con varios hoy coincidimos en que hemos corrido por rutas peores. Creo que se podría haber corrido, pero quizás por la manija o presión de algunas personas y equipos fuertes, decidieron no hacerla.
—Richard: ¿cuánto tiempo estuviste sin correr y cuándo decidiste volver?
—R: Dejé de correr hace casi tres años, pero fueron cinco Vueltas que no corrí desde la que se suspendió por la pandemia. Pero seguí haciendo actividad física, saliendo en mountain-bike, el peso lo mantuve, en la alimentación generalmente me cuido. En setiembre decidí retomar los entrenamientos.
—¿Cómo le trasmitiste a Mateo que volvías a correr?
—R: El regreso fue por eso, lo teníamos hablado porque era un sueño pendiente. Hemos corrido carreras juntos, pero compartir una carrera por etapas como esta es diferente.
—M: Nunca nos imaginábamos de estar en el mismo equipo, compartir todos los días la habitación, la zona, compartir todo. No lo imaginamos tan bonito como está pasando ahora.

—¿Compartir con tu hijo la Vuelta que te dio tanto prestigio?
—R: Es así, de repente vos ganás muchísimas carreras, pero la Vuelta es la Vuelta, te pone en el mapa y la gente te recuerda por eso. Haberla ganado es la razón de que mi apellido se conozca por distintos lugares del país y la gente de Tacuarembó se sienta representada por mí.
Compartirla con él es más difícil de lo que pensé, porque cuesta separar el vínculo de padre con el compañero. El otro día sabía que venía atrás mío, sentí ruido de caída, miro para atrás y era él. Fueron sensaciones raras, me quedé toda la carrera pensando si estaba bien o si se había lastimado. Si se cae un compañero lógicamente que también te lamentás —acotó entre risas—, pero es diferente.
—¿Y de tu lado, Mateo, cómo es el rol del hijo y compañero?
—M: La verdad que es bastante rara—respondió también entre risas—. Hay veces que a uno le viene costando un poco y el que te conté me espera. Y yo le digo: “Andate que no tenés nada que hacer acá, si me tengo que quedar me quedo”. Pero lo disfrutamos mucho y este rol secundario que tenemos en el equipo es mejor para vivirlo más tranquilos que si estuviéramos disputándola.
—Richard, fuiste campeón panamericano en 2008 y se viene otro en Punta del Este: ¿ves con chances a Uruguay?
—R: Me encantaría que otro uruguayo lo ganara, creo que tenemos un par de bicicletas que pueden hacerlo y que va a haber gran nivel. A la prueba está que ahora está corriendo una sola selección y al momento no tienen rivales. Si son cuatro o cinco va a ser un nivel altísimo.
—¿Qué potencial y carencias notás del ciclismo uruguayo?
—R: Primero los representantes de lujo que tenemos en Europa, que nos sorprenden constantemente porque es la primera vez que se da en nuestro ciclismo. Y sobre las carencias lo otro a mí no me gusta criticar al ciclismo porque creo que hay potencial, capaz falta mejor organización, más difusión, más viajes para las selecciones y seguir agarrando roce internacional...
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