"Si hubiese sabido que quedaba líder por dos segundos, hubiera frenado para no quedar tan expuesto en la general”, admitió Roderyck Asconeguy en entrevista con Ovación, sobre la etapa contrarreloj en la que recuperó la malla oro de la Vuelta Ciclista del Uruguay.
El del Audax de Flores fue tercero en la crono detrás de Agustín Alonso (Boca del Cufré) y Agustín Moreira (Cerro Largo), y quedó primero en la general individual apenas adelante de Alejandro Quilci (Cerro Largo). La malla lo condicionó tanto a él como a su equipo en la etapa del otro día, la octava de Mercedes a Carmelo, que fue lo que terminó definiendo la carrera. A pesar de no haber logrado aguantarla y quedar relegado en la general, Roderyck fue el gran animador que tuvo la Vuelta: fue líder, ganó cuatro etapas y enloqueció a todos.
“Sí, esta temporada creo que fue en la que más sobresalí”, respondió ante la pregunta de si se sentía en el mejor nivel de su carrera. Según detalló, su temporada comenzó con la preparación para los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, que fueron en noviembre. “Tuve poco descanso el año pasado. Terminé la Vuelta 2023 y seguí corriendo en el exterior para extender un poco más la temporada. Lo mismo voy a hacer ahora, la semana que viene me voy a Estados Unidos a correr alguna carrera más antes de descansar”, explicó.
¿No llegó agotado al final de esta temporada? Le preguntamos y respondió: “Un calendario completo te permite llegar más fresco a esta altura. Tomé un período de descanso en invierno y otro en diciembre, después de los JJPP. Ahí el resto del pelotón ya llega exigido, con cuatro meses de temporada”.
Si el ciclista hace la temporada lineal, de setiembre (incluso antes) a Turismo, es normal que después de Rutas de América el físico y la cantidad de kilómetros arriba de la bicicleta comiencen a pasar factura. Y a eso apuntó Roderyck: “Si bien capaz que no llegué a tope a Rutas, mi objetivo era no llegar con el motor volado a la Vuelta, que es la carrera más linda del año. La que tiene más color, más repercusión y el público acompaña más”.
La vuelta
La del primer día fue una llegada durísima por el repecho de la calle Rodó que va hasta la plaza de Canelones, donde Roderyck se impuso a pura potencia sobre el resto del pelotón y se transformó en el primer malla oro.
“Cuanto más duro sea el terreno y más haya que gastar piernas, me va mejor”, aseguró. Aunque perdió la malla el segundo día, volvió a ganar la tercera etapa a Maldonado, y se mantuvo arriba mientras los brasileños del UniFunvic controlaban la Vuelta. “A nosotros nos favorecía que estén los extranjeros porque la carrera se plantea diferente: hay más equipos para hacerse cargo del pelotón y la responsabilidad no recae en uno solo”, apuntó en relación a lo que terminaría pasando después.
Para el día de la crono: “Tenía horarios de descanso, comida y todo previsto, pero cuando me levanto me entero que se postergaba o que incluso se podía suspender. Al igual que todos, tuve que reprogramar todo. Encima me sacaron volando del hospedaje donde estábamos porque entraba otra gente. Fue un día caótico, en la crono me sentí horrible, pero se ve que fue para todos igual porque me fue bien”.
Y en la octava etapa —la más larga, de 195 km— se dio la improbable: un grupo de 19 ciclistas llegaron 16’ adelante del pelotón y dejó sin chances a todos los favoritos.
Días atrás, el campeón de la Vuelta Juan Caorsi relató a Ovación cómo se vivió esa etapa en el grupo de adelante. Pero, ¿qué pasó en el pelotón? Así lo explicó Roderyck: “Empezamos a trabajar en la escalera para controlar la fuga, pero hasta que pudimos. Esperamos colaboración de los demás equipos, porque si bien Boca del Cufré aseguraba la general por equipos, resignaba la general a falta de cuatro etapas. Cerro Largo quedaba un poco mejor parado porque llevaba a Leonel (Rodríguez) en la fuga, pero los tres líderes (Moreira, Quilci y Matías Presa) se quedaron conmigo en el pelotón. Lo mismo que los tres candidatos del Cufré: Alonso, (Mateo) Mascarañas y Samuel Morales, más allá de que llevaban a (Pablo) Anchieri adelante. Entonces el mayor beneficiado fue Caorsi, que supo aprovechar la guerra entre los equipos grandes”.
“Al final, a pesar de no haber ganado la general, el balance es súper positivo porque ganamos cinco etapas. Una de locales en Flores, que para el Audax fue como ganar la Vuelta, porque solo habían ganado dos etapas en la historia y en los años '50. Y la última de gran manera, con todo el color en la rambla de Montevideo hicimos 1-2 (con Mariano De Fino)", señaló.
Y por último destacó: "La gente capaz no sabe, pero yo estaba en el Villa Teresa y cuando llegué de los JJPP me encontré con que se había desarmado. Después salió la posibilidad del Audax y lo armamos a mediados de enero con mucho esfuerzo y poco presupuesto, y logramos grandes cosas. Así que sin dudas cumplimos los objetivos”.