CELESTES

La selección uruguaya masculina de handball recibió anoche el Pabellón Nacional con el que viajará al Mundial de Egipto. Una ceremonia más que emocionante.

Es la primera vez que la selección masculina, dirigida por Jorge Botejara, logra clasificar a un mundial. Algo que ya había conseguido en cuatro oportunidades la selección femenina.

La selección masculina logró su pasaje el mundial de Egipto al vencer a Paraguay en el Campeonato Centro y Sur de Maringá en Brasil, quedando en el tercer lugar.

La preparación de la selección no fue la ideal, dado que debido a las medidas tomadas por la pandemia, se prohibió la utilización de los gimnasios. Y esto perjudicó mucho a los de Botejara, que no contaron con un buen lugar para prepararse.

No hubo excepción posible para ellos, por más que iban a representar a Uruguay en un torneo Mundial. Han entrenado como han podido, en canchas al aire libre que les han prestado o que la Federación ha podido alquilar. Y en pisos muy diferentes a los que encontrarán en Egipto.

Hay que destacar la buena voluntad del Colegio Alemán que les ha facilitado su cancha abierta para entrenar. Aunque tampoco era lo ideal.

Uruguay debutará el 15 del presente mes frente a Alemania, al otro día de su llegada a Egipto. El 17 se medirán frente a Hungría y cerrarán la serie ante Cabo Verde. Se clasifican los tres mejores del grupo, pero Botejara y los suyos tienen claro que el último partido frente a Cabo Verde es el único que podrían ganar. Contra Alemania y Hungría solo esperan conseguir el ritmo que no tienen porque no pudieron jugar ningún partido amistoso. Además, de sumar aprendizaje.

Cabo Verde también participa por primera vez en un Mundial. Como todo africano, es un equipo muy fuerte físicamente. Y clasificaron dando una sorpresa frente a Angola.

Los integrantes del seleccionado ya fueron hisopados y hoy viajarán a Florida donde quedarán concentrados en una burbuja. El 11 volverán a ser hisopados para viajar a Egipto, donde tienen previsto arribar el 14.