ENVIADO / LILLE, FRANCIA
Jugó las Eliminatorias para Nueva Zelanda 2011 y después dejó el rugby por un tiempo. Luego volvió para el camino rumbo a Japón 2019 y quedó por el camino en uno de los últimos cortes del plantel. En 2020 se sumó al proceso que desembocó en la clasificación de Uruguay a Francia 2023y se puso como objetivo principal estar entre los 33 mundialistas. Matías Benítez tuvo revancha, se trazó metas y con 35 años jugará su primera Copa del Mundo con Los Teros.

El pilar sanducero es parte de Peñarol -la única franquicia uruguaya en el rugby profesional-, equipo que ayudó y mucho al crecimiento de este deporte y sobre todo, al de la selección, lugar donde él se propuso estar luego de haber sido convocado nuevamente por Esteban Meneses en 2020.

“Es un orgullo y una satisfacción por todo el esfuerzo para lograr este objetivo”, le contó a Ovación el Cabeza, que hoy estará en el banco de suplentes ante Francia en el estreno de Los Teros en el Mundial de rugby 2023 desde las 16:00 de Uruguay (Canal 10, Canal 12, ESPN y Star+) en Lille.

“No sé si es una revancha, quizás sí, pero sobre todo es un aprendizaje porque pude participar en varias Eliminatorias como en la de 2011 que quedamos afuera en el Repechaje. Para 2015 yo no estaba jugando y volví para el camino hacia 2019, pero quedé afuera del plantel en los últimos cortes. Volví a tener el llamado el 2020 y me propuse hacer todo lo posible para estar acá con esfuerzo y sobre todo el apoyo de mi esposa y mi hijo. Todo se ideó en base a lo que pasaba con el rugby”, explicó el jugador surgido en Trébol de Paysandú y que luego pasó por Champagnat antes de llegar a Peñarol para convertirse en profesional.

Más que un proceso, para Benítez fue una especie de carrera con obstáculos que fue superando a medida que pasaban los meses: “La verdad fueron unos años de mucho sacrificio porque todo era como ir mes a mes, ciclo a ciclo. Primero la selección, después el ciclo de Peñarol, la Eliminatoria, Peñarol de nuevo. Y ahí íbamos superando cada obstáculo para poder estar presente y dar lo mejor en cada instancia porque también en el camino se fueron sumando muy buenos jugadores”.

Con 35 años, el Cabeza es uno de los más experimentados del plantel celeste y acerca de eso contó: “No me considero referente, pero sí soy de los más experientes o más viejos y a veces toca cumplir un rol diferente porque además de pelear por un puesto tengo que ayudar a los más chicos. El puesto de pilar es complicado cuando sos joven y yo lo vivi en carne propia. Entonces a los más chicos siempre tenemos que ayudarlos, darle consejos, decirles ‘che no mirá, es por acá, o es por allá’. Trato de hacerles hincapié en que hay que trabajar mucho en el gimnasio, en la preparación, en lo físico y en el descanso para poder cumplir en la cancha y ocupar bien nuestro espacio en el juego”.

El objetivo de Los Teros es claro y Uruguay buscará hacer historia en Francia 2023. Matías Benítez explicó cómo se trazó esa meta: “Con la actuación internacional de Peñarol en 2021 ahí se presentó la oportunidad de llegar al Grupo A con Nueva Zelanda y Francia. Era una linda opción para nosotros estar en ese grupo como el mejor de América ya que nos daba también más posibilidad de soñar con otras cosas y de hacer historia ganándole a Italia y Namibia, que es la gran meta que tenemos”.

A los 35 años, el Cabeza tendrá su primera Copa del Mundo con Los Teros y si mira para atrás, son varios los recuerdos: “Miro para atrás y me acuerdo de mis viejos, de mi abuela, mi esposa y mi hijo. Son los pilares fundamentales porque cuando llegás a tu casa después de un buen o mal entrenamiento, ellos están ahí”.