Enviado / Lille - Francia
Emocionado. Así se lo podía observar a Rodrigo Capó cuando empezó a cruzarse con uruguayos en la Grand′ Place de Lille, en la previa del debut de Los Teros en el Mundial de Rugby 2023 donde se enfrentará precisamente a Francia, el equipo local que viene de vencer a Nueva Zelanda en el estreno mundialista.
Capó, que jugó 18 años en el Castres Olympique del rugby francés, conoce y mucho la actividad en suelo galo al punto que se convirtió en embajador del club en el que se transformó en ídolo.
El surgido en Carrasco Polo, también se cruzó con muchos conocidos de esa época por las calles francesas y eso lo llevó a rememorar sus inicios en este deporte, que vive su cita máxima en suelo francés desde el pasado 8 de setiembre.
"Es un placer estar acá en Lille y ver a los uruguayos presentes. Eriza y genera mucha emoción ver en este momento a gente de tu país, en tu país en tu país de adopción. La última vez que estuve en Uruguay fue cuando jugamos la clasificación al Mundial de Japón contra Canadá y ya van a ser cinco años, ver toda esta gente acá me hace acercarme un poco más a mi país y es una sensación muy linda", le indicó a Ovación.
Analizando lo que será el partido de Los Teros ante Francia, afirmó: "Para Uruguay es el escenario perfecto para entrar en la competición. Jugar contra una potencia mundial para medirse y ver cuál es el nivel del torneo. Es un partido para el aprendizaje y agarrar todo lo que se pueda para poner en práctica para enfrentar a Italia".
Respecto a cómo se viene trabajando de la mano de Esteban Meneses en el rugby uruguayo indicó: "Muestra que se están haciendo las cosas bien y muy orgulloso de lo que se hace y de ver a Uruguay clasificar por tercera vez consecutiva al Mundial. Querer es poder y Uruguay ya lo demostró, cuando uno se fija objetivos elevados te hace salir de tu zona de confort y eso te lleva a evolucionar. Hay que asumir y van a dejar todo".