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El 13 de octubre es para el deporte uruguayo y del mundo un día en el que la tragedia se convirtió en milagro y cambió la vida de generaciones para siempre. Ese día de 1972, hace 50 años, el vuelo de un avión de la Fuerza Aérea uruguaya que iba de Mendoza a Santiago de Chile transportando a parte del plantel del equipo de rugby Old Christians, nunca llegó a destino. Un error del piloto, que calculó mal el lugar por el que estaban pasando, provocó que se estrellara en losAndes y, milagrosamente, tuvo varios sobrevivientes.

Después de 72 días en la montaña, de las 45 personas -19 de ellos jugadores de rugby- que habían despegado de Montevideo, 16 regresaron con vida.

La tragedia, el milagro y la hazaña que supone la valentía de un grupo de uruguayos inspiró numerosas películas, libros y especiales televisivos gracias a su inspiradora historia sobre trabajo en equipo, supervivencia y amor.

Esta semana El País estrenó un documental, especial multimedia y podcast repasando la historia a medio siglo del accidente aéreo. Sin embargo, ellos no son los únicos protagonistas de una tragedia aérea que impactó al mundo del deporte y dejó varias vidas por el camino.

A continuación repasamos las historias que, lamentablemente, tuvieron finales mucho menos felices.

La más reciente es la del basquetbolista Kobe Bryant, considerado uno de los mejores de la historia, quien tuvo un accidente el 26 de enero de 2020 cuando se trasladaba en un helicóptero personal junto a su hija y otras personas.

El 21 de enero de 2019, el avión en el que el futbolista de Nantes Emiliano Sala viajaba a firmar su contrato con Cardiff se estrelló en el fondo del Canal de la Macha (entre Francia y Gran Bretaña).

El 28 de noviembre de 2016, un avión de la aerolínea boliviana Lamia trasladaba al club brasileño Chapecoense a jugar la final de la Copa Sudamericana en la ciudad de Medellín. Los pilotos no pusieron combustible suficiente, ni hicieron escalas, por lo que la aeronave se estrelló. Murieron 71 personas, entre ellas 19 jugadores del equipo.

El 9 de marzo de 2015, la campeona olímpica de natación, Camille Muffat, la regatista Florence Arthaud y el boxeador Alexis Vastine murieron cuando chocaron dos helicópteros durante el rodaje de un reality show de supervivencia en La Rioja, Argentina.

El 7 de septiembre de 2011, un avión soviético se estrelló al despegar de Yaroslavl, una localidad a 300 km de Moscú, con 44 personas a bordo, entre las que estaban los miembros del equipo local de hockey del Lokomotiv, tricampeón de Rusia y con varias estrellas internacionales en sus filas.

El piloto británico Colin McRae, campeón del mundo de rally, murió con 39 años en un accidente de helicóptero en Escocia el 15 de septiembre de 2007, junto con su hijo de cinco años y otros dos pasajeros.

El 27 de abril de 1993, un avión militar zambio cayó al mar frente a las costas de Gabón con 18 jugadores de la selección de fútbol de Zambia, que viajaba a Senegal por un partido por las eliminatorias del Mundial de Estados Unidos 1994. En el accidente murieron los 30 pasajeros.

Más lejos en el tiempo, el 8 de diciembre de 1987, 16 jugadores y el personal técnico de Alianza Lima murieron cuando un avión de la Marina de Perú en el que viajaban se precipitó al mar.

El 29 de noviembre de 1975, la Fórmula 1 perdió dos de sus pilotos, cuando Tony Brise y Graham Hill (campeón del mundo en 1962 y 1968) fallecieron cuando la aeronave en la que volvían de entrenar volvían de una sección de entrenamientos. El accidente se produjo en Barnet (Reino Unido), y también fallecieron mecánicos y el piloto de la aeronave.

En 1969, el vuelo del Lloyd Aéreo Boliviano en la que viajaba el equipo Club The Strongest desde Santa Cruz a La Paz (Bolivia) en lo que se conoce como La Cancha, una zona montañosa. El accidente aéreo dejó como saldo 74 personas muertas entre futbolistas, cuerpo técnico, directivos, personal aéreo y otros pasajeros.

En 1958, el 6 de febrero, ocho futbolistas del equipo inglés Manchester United murieron cuando su avión se estrelló al despegar de la ciudad de Munich en Alemania.

A mediados del siglo XX, el 4 de mayo de 1949, el avión en el que viajaba el equipo de fútbol del Torino, entonces campeón de la liga italiana, se estrelló con el campanario de la Basílica de Superga, una localidad del norte de Italia y se prendió fuego. En el accidente murieron 31 personas, entre ellas 18 jugadores del equipo que era considerado el mejor del mundo.