catar 2022

Argentina le ganó 3-0 a Uruguay en el clásico del Río de la Plata por las Eliminatorias Sudamericanas en un partido raro,  porque la Celeste tuvo las mejores oportunidades en la primera hora, pero no las concretó y fue fatal.

Para este choque, Tabárez metió mano en el once y también en el esquema, ya que pasó a jugar con un 3-4-1-2 que cuando ataca el rival es un 5-4-1. Ronald Araújo y Diego Godín son los stoppers, mientras que Sebastián Coates (uno de los que se metió en la formación inicial) es el líbero.

Uruguay demoró dos minutos en tocar por primera vez la pelota, pero cuando lo hizo trató de ser vertical. Y fue el equipo celeste el que tuvo la primera clara cuando a los 5 minutos Luis Suárez invadió el área, tiró una pared que se ensució con Matías Vecino, se llevó igual la pelota a pura potencia y sacó un derechazo que el arquero Dibu Martínez rechazó.

Lucho  tuvo revancha 15 minutos más tarde, cuando recibió un envío de Matías Viña y sacó una volea de zurda que el arquero argentino tapó en forma magistral yendo abajo. Pero hay más. Sí, porque a los 27', y luego que Lautaro Martínez fallara la primera de Argentina a los 25', Suárez metió otra volea (ahora de derecha) con poco ángulo y dio en el caño.

Como en Montevideo ante Colombia, la primera media hora de Uruguay fue muy buena, pero no concretó en la red lo que generó. Argentina se dio cuenta que la suerte estaba de su lado, entonces se acomodó en la cancha, Lionel Messi empezó a entrar más en contacto con la pelota, Lo Celso tuvo el empate a los 32' pero su disparo dio en el travesaño y luego de un par de avisos cayó el gol. Centro de Messi buscando a Nico González, floja respuesta de Muslera y gol. Y allí todo se derrumbó.

Uruguay sintió el impacto y la albiceleste lo aprovechó para poner el segundo. Todo lo que no ligó Suárez y Uruguay, lo hizo Argentina y en este caso De Paul, que aprovechó una pifia de Lautaro Martínez para transformarla en asistencia, definir cruzado y poner el 2-0. Al descanso a mascar bronca y a tratar de ajustar el funcionamiento de una defensa que tuvo muchos jugadores pero dejó grandes espacios.

Aun exageradamente abajo en el marcador, porque Uruguay estaba más lejos en el tanteador que en el juego, había que salir a remarla y por eso Tabárez mandó dos cambios desde el inicio del complemento: Edinson Cavani y Darwin Núñez por Brian Rodríguez y Nicolás De la Cruz. A diferencia de lo ocurrido días atrás ante Colombia, Luis Suárez se mantuvo en cancha para formar dupla ofensvia con el Matador. Pero nada cambió, al menos para bien.

Ante una Argentina ya confiada, sabiéndose dominadora del trámite y fundamentalmente del ritmo de juego, la Celeste solo sufrió. Se perdieron balones increíbles en la salida y cuando se armó algún ataque fue todo muy parsimoniosos, con abuso de pases cortos y sin profundizar. Entonces, Argentina se sintió cómodo y llegó al tercero, una puñalada. Lo hizo Lautaro Martínez a los 61'.

Faltaba media hora, una eternidad. Había peligro de goleada, que no llegó porque ciertamente Argentina quitó el pie del acelerador y, aun así, llegó con peligro que conjuró Muslera. Fue un duro golpe para Uruguay, porque se podía perder, pero la diferencia de goles también pesa.