HISTORIAS
El plantel dirigido por Ondino Viera saludó a la reina en la previa del juego ante Inglaterra que fue el debut Celeste en la Copa del Mundo.
El sorteo del Mundial de 1966 determinó que Uruguay tuviera que jugar el partido inaugural ante Inglaterra en el estadio de Wembley, con la obligación y la pompa que eso significaba.
Un 11 de julio pero de 1966, la Celeste, dirigida por Ondino Viera, salía a la cancha para hacer su estreno ante el dueño de casa en un encuentro que iba a terminar en un empate sin goles.
En ese entonces no se estilaba organizar un gran show inaugural, pero tocó la banda real y la propia reina Isabel II, fallecida este jueves a los 96 años, bajó a la cancha a saludar a los futbolistas de ambos equipos.
Uruguay se alineó junto a la alfombra real y allí el capitán Horacio Troche fue presentando a la monarca a todos sus compañeros y a los miembros del cuerpo técnico encabezado por Ondino Viera. Todo con un carácter formal, al estilo de la monarquía británica.
En aquella jornada Uruguay formó con: Ladislao Mazurkieweicz, Horacio Troche, Luis Ubiña, Jorge Manicera, Omar Caetano, Julio César Cortés, Pedro Rocha, Néstor Gonçalves, Milton Viera, Héctor ‘Lito’ Silva y Domingo Pérez.
Después, el esquema defensivo armado por Ondino frenó a los ingleses. El partido terminó 0 a 0 y fue el único que los dueños de casa no ganaron en esa Copa del Mundo. La reina terminaría entregando la Copa Jules Rimet al capitán Bobby Moore.