SELECCIÓN
La reunión que se llevó ayer con el DT en el Complejo Celeste permitió conocer lo que piensa de lo que viene por delante en las Eliminatorias.
Consenso y convicción. Las palabras que empezaron a forjar el fin de una era. El punto final al ciclo de Óscar Tabárez como entrenador de Uruguay. Sin embargo, la reunión de anoche entre los neutrales con el propio entrenador y sus ayudantes, no fue el golpe final. Eso ocurrirá hoy, con el último debate del Ejecutivo.
Las reuniones que se gestaron entre los integrantes del Consejo Ejecutivo de la AUF, con anterioridad a la que anoche se realizó después de haber escuchado las palabras de todos los integrantes del cuerpo técnico de la Selección uruguaya de fútbol, marcaron una hoja de ruta. Un camino que se entendió que era necesario recorrer porque las señales emitidas en los dos últimos partidos fueron demasiado fuertes y la preocupación por quedar afuera del Mundial de Catar 2022 creció en mayor medida que los terribles siete goles recibidos ante Argentina y Brasil.
Entonces, la historia del sacudón se fue construyendo con el paso de las horas. Se preparó. Se asimiló. Se aceptó como viable. Para que ello fuese fundamental se entregaron conceptos claros. Se aportaron datos. Se chequearon informaciones.
En Brasil, después de la goleada, empezaron a hablar del tema el presidente de la AUF, Ignacio Alonso, y el neutral Fernando Sosa. En la mañana del viernes intercambiaron opiniones Gastón Tealdi y Eduardo Ache con Alonso y luego lo hicieron Andrea Lanfranco y repitió Sosa. En horas de la noche Alonso, Jorge Casales y Tealdi volvieron a manejar diferentes conceptos.
Hablaron de las causas que empujaban a operar una transformación, analizaron las consecuencias, hasta proyectaron lo que podía suceder con algún futbolista que quisiera dar su punto de vista de forma pública sobre el cambio que se imperaba.
Igualmente, por encima de algún concepto en particular, la realidad es que la información recogida permitió entender que había cansancio. Desgaste.
Por ello mismo, es que hubo una conclusión tajante: era responsabilidad de la dirigencia elegir el camino. Y sin demora. Porque la velocidad en la toma de la decisión iba a ser fundamental para darle cabida a otro conductor y, además, entregarle la posibilidad de encontrarse con un colchón de paciencia porque las dos primeras fechas que vienen son complicadas.
Un allegado al Ejecutivo de la AUF, además, realizó ciertas investigaciones y comprobó que hay disposición del gran candidato, Diego Aguirre, de convertirse en el conductor de Uruguay.
La “Fiera”, que orientará mañana a Inter en el partido que disputará ante Palmeiras no recibió ningún llamado de algún neutral, pero a la AUF se le hizo saber que la posibilidad de poder recurrir a él es viable porque hay un acuerdo entre el entrenador y su actual club que puede salir para el combinado uruguayo (se desconoce las condiciones).
Además, Aguirre nunca negó que orientar a Uruguay es su gran sueño deportivo, lo único que siempre se encargó de establecer es que mientras estuviera el maestro al frente no había posibilidad alguna.
Ayer, en poco menos de dos horas, Tabárez entregó un abanico de argumentos de situaciones que se dieron en las últimas contiendas y expuso, también, sus ideas sobre los pasos a dar para el remate final de las Eliminatorias.
Sorprendió al aceptar que era entendible que se le juzgara por los últimos partidos y fue preciso al dejar en claro que lo que viene por delante no será sencillo, debido a los rivales y también a las bajas por lesiones que tendrá el equipo uruguayo.
Tras el intercambio de opiniones, se le indicó a todos los integrantes del cuerpo técnico de Uruguay que en cuestión de horas se le iba a entregar una respuesta definitiva sobre la decisión final.
A los dirigentes no los moviliza a realizar esta evaluación otra cosa que no seas móviles deportivos, porque no hay nada de la personalidad del entrenador que se tenga en cuenta en este sentido.
Lo que pesó es el hecho de que se entendió que es imprescindible lograr un fortalecimiento emocional.
Queda claro, también, que una decisión de cesar en sus funciones a Tabárez, si se adopta, no dinamita para nada el proceso que se está llevando adelante en materia de selecciones uruguayas.
De hecho, el proceso como concepto altruista no es propiedad de Tabárez, que sí es su impulsor. El maestro fue el innovador, pero se sostuvo en el tiempo por la determinación de todos los dirigentes que pasaron por la AUF, se avaló con las gestiones que se llevaron adelante para ejecutar transformaciones y más obras.
Además, las renovaciones también se fueron dando en los distintos cuerpos técnicos de las selecciones juveniles y eso no desencadenó un derrumbe de la estructura montada.