ELIMINATORIAS
Su experiencia con los futbolistas paraguayos le permite establecer que si tiene que elegir un estilo de jugador, de todos los que dirigió y exceptuando al uruguayo, se queda con el guaraní.
-¿Cómo es el futbolista paraguayo?
-Dejando de lado a Uruguay, porque incluso cuando uno analiza no es objetivo, si me preguntan de todos los futbolistas que me tocó dirigir cuál es el que me gusta más, digo el paraguayo.
-¿Por qué?
-Porque es humilde, trabajador, obediente, pero cuando entra a la cancha no es sumiso, no es obediente no es nada. Te deja todo. No tenés que pedirle nada porque te va a dejar todo. Da gusto trabajar con el futbolista paraguayo. Si te toca perder es porque el adversario fue mejor, pero no porque a uno de los jugadores le vaya a faltar una gota de esfuerzo.
-¿Toda la vida serán partidos cerrados?
-Y sí, son cerrados porque son parecidos a nosotros. Te juegan cada pelota como si fuera la última, ellos son muy fuertes en el juego aéreo, nosotros también; cada pelota que llega al área es una guerra civil. Entonces se hacen partidos muy duros, muy físicos.
-Paraguay está cambiando su equipo, ¿cuánto pesa en su rendimiento?
-Paraguay está buscando un recambio generacional que no ha encontrado a nivel de calidad. Ellos tuvieron dos generaciones, una detrás de la otra, seguiditas, que fueron extraordinarias y que se terminó en el 2011 en Argentina. En esa Copa América llegaron a la final con (Justo) Villar atajando penales, pero ya venían de bajada Roque Santa Cruz, Tacuara Cardozo, Víctor Haedo Valdez, Paulo Da Silva, el ‘Topo’ Cáceres, jugadores extraordinarios que venían cumpliendo su ciclo. Desde ahí para acá se viene desarrollando un recambio pero sin la calidad que tenían aquellos. Y estos que te nombre fueron posterior a la de Gamarra, Celso Ayala, Chilavert, Enciso, Saturnino Cardozo, Carlos Paredes. Ellos tuvieron esas generaciones que se dan, sobre todo en los países donde no abunda la cantidad de jugadores. Entonces, Paraguay tiene la misma problemática que Uruguay y ellos ahora, si bien tienen una generación de buenos jugadores, no llega al nivel de aquellos.
-¿Se soluciona o se perfecciona con trabajo o simplemente se trata de esperar que aparezcan jugadores?
-Estoy convencido que si bien la calidad en los trabajos y en los procesos de selecciones juveniles es muy importante, se necesita tener la suerte de contar con buenos jugadores. Dejando de lado a Brasil y a Argentina, que por la cantidad de jugadores que sacan, ellos siempre van a tener una Selección de alto nivel, pero nosotros, Paraguay, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, estamos esperando que la suerte nos acompañe y tener una buena generación. Nosotros, por ejemplo, tuvimos a Suárez y a Cavani, que son hasta del mismo pueblo y los hemos disfrutado 12 años, y ojalá que vengan otros, pero van a pasar muchos años para tener dos como ellos porque producimos lo justo en cantidad.
"Que Valverde y Bentancur sean baluartes y le hayan cambiado una característica a Uruguay no es casualidad. Eso es parte del trabajo en el Complejo Celeste”.
-Uruguay tiene hoy mediocampistas de otras características, ¿es porque se dio una gran generación o porque los terminaron de formar en Europa?
-No existe eso de que los terminaron de trabajar en Europa, eso es un cuento. Es un cuento que nos venden los europeos ante una realidad de que los maestros nuestros en Sudamérica no escriben, no hablan, no transmiten y entonces empezaron a escribir, sobre todos los españoles, y nos convencieron de que en Europa te lo terminan de formar. No terminan nada, es mentira. Te voy a poner un ejemplo concreto: cuando fue Darwin Núñez al Almería, que jugó y anduvo notable, por lo que lo compró el Benfica, el comentario era ‘que bárbaro como lo formaron en Europa’. No, como lo formaron en Artigas, hermano. Si en Artigas jugó desde los 5 años hasta los 15, qué va a formar Almería. ¿A vos te parece que en el Almería le van a enseñar? Digo esto porque son cosas concretas. Darwin Núñez explotó porque era el momento de la explosión, porque ese chico iba para arriba y explotaba en Almería, en Peñarol y en cualquier lado. Es como que me digan que a Valverde lo formaron en el Real Madrid, ¡qué van a formar en el Real Madrid! Lo formaron en el Complejo Celeste y en Peñarol. Si ellos son tan crack formando jugadores, el Barcelona por qué no usa jugadores de La Masía. En el último gran Barcelona jugaban Messi, Suárez y Neymar. La Masía tuvo una generación brillante Xavi, Iniesta, Busquets, Fabregas, Piqué y encima les llegó de regalito Messi. Entonces, nos quieren vender el verso de que en La Masía inventaron el fútbol y no inventaron nada. Y La Masía es como la formación de jugadores que tiene Nacional acá y me gustaría ver los cracks que formó Barcelona y los que formó Nacional acá para ver quién formó mejores jugadores. Ese cuento europeo no me lo como.
-¿Tuvimos la suerte, entonces, de que aparecieron Valverde y Bentancur?
-Bueno, a ver. Eso por un lado, pero que Bentancur y Valverde hoy sean baluartes y le hayan cambiado una característica a la Selección uruguaya eso no es una casualidad, tampoco. Eso es parte del trabajo. Ahí en el Complejo Celeste, también al igual que nosotros, se hacen preguntas y buscaban en los jugadores jóvenes. Valverde jugaba de 10 y ellos lo pusieron más atrás. Hay una formación y una búsqueda que partió desde el Complejo Celeste. Y Bentancur lo mismo. Era un 10 y ahora es volante de contención o de mixto. Hubo una búsqueda de ese jugador universal, de que no solamente marque, sino que llegue y marque también.
"A Godín lo escucho hablar y me erizo. Dice desde el alma que Uruguay siempre está primero. Eso es un capitán. Me emociona hablar de Godín”.
-¿Somos injustos cuando se pone a Suárez o a Cavani entre los mejores de la historia de Uruguay?
-Injustos no, lo que pasa que es una cuestión de edad. Yo también opino que de esta camada, la última, hay cuatro jugadores que entran en un Olimpo que son Suárez, Cavani, Godín y Forlán. Esos cuatro no los bajo, pero hay una historia para atrás que no puede ignorarse. El primero que yo vi y para mí fue espectacular es Pedro Rocha. Me parecía que no podía existir un tipo tan elegante, que jugara de área a área, como le pegaba a la pelota. Su prestancia. Rocha jugó en Brasil y lo llegaron a dar el mejor de todos y en esa época jugaban Pelé, Rivelinho, Jairzinho y Gerson. Y otro que no dejo afuera es a Francescoli. Hemos tenido grandísimos jugadores y estos cuatro han sido de los mejores del mundo.
-O sea, si no nacen esas camadas, ¿qué hacemos?
-Tienen que nacer y trabajarlas. Soy un convencido que el talento natural del futbolista te puede llevar hasta los 17 o 18 años, de ahí hasta los 35 te van a llevar otros pilares: el carácter, la personalidad, la perseverancia, el profesionalismo. Lo que tiene Suárez, hasta por demás, o cualquier de estos. A Suárez lo sacan del Barcelona, de una zona de confort, a la altura de su vida, la cuenta en el banco, el nombre que tiene y cómo puede ser que vaya a un equipo más chico y diga ‘acá les voy a demostrar que soy el mejor’ y va y es el mejor. Tiene eso adentro que hay que tener para ser crack entre los cracks.
-¿Clasifica Uruguay al Mundial de Catar?
-Te puedo dar una expresión de deseo, porque quiero que clasifique, pero yo no sé si va a clasificar. Hay dos que está puestos: Brasil por paliza y Argentina también. Esos dos van. Hay dos que no van: Bolivia y Venezuela. Y los otros seis vamos a pelear por dos puestos y medio. Esa es la carrera nuestra. No va a ser fácil.
"Al jugador paraguayo no tenés que pedirle nada porque va a dejar todo. Da gusto trabajar con ellos. A ninguno le va a faltar una gota de esfuerzo”.
-¿Es más brava esta Eliminatoria que las anteriores?
-Los años pasan para todos y desgraciadamente el tiempo no tiene paz con nadie y los jugadores extraordinario que nosotros tenemos están grandes y, además se viven momentos difíciles. La pandemia complicó todo y hay detalles que no son tan pequeños.
-¿Cómo cuáles?
-Los jugadores están reacios y no quieren jugar la Copa América, por ejemplo. Ellos vienen terminando las temporadas a full allá en Europa y si bien la Copa América la quieren jugar a muerte, también quieren que sus familias la compartan. En un momento en el que vienen quemando aceite, concentrarse un mes y no ver a la familia, a los hijos, eso lo sienten. Son seres humanos. La gente cree que son máquinas y tienen que ir y jugar, eso a los jugadores los tiene preocupados. Aunque no lo van a decir, ninguno lo va a decir, pero hay jugadores, sobre todos los grandes, que vienen en el avión molestos por venir a estar un mes encerrado. Por eso y porque lo conozco de potrillo, a Godín lo escucho y me erizo. Dice desde el alma que primero está Uruguay. Había seis jugadores entrenando y Godín primero en la fila. Ese es un capitán. Él ya era el capitán de la Selección con 17 años. Me emociona hablar de Godín.
“Han sido tan grandes las carreras de Diego Godín, Luis Suárez y Edinson Cavani que ojalá que se puedan retirar yendo al Mundial de Catar para que jueguen su última copa. Porque va a ser la última copa de estos jugadores y de Óscar Tabárez y de todo el cuerpo técnico. Lo que uno desea es que se despidan bien, por la puerta más grande porque han marcado una huella. Uno que siempre ha sido hincha de la Selecicón, hay que aceptar que a partir de Sudáfrica 2010 como que se despertó una cosa muy distinta. La gente es hincha de la Selección. La familia es hincha de la Selección. Y es el único equipo que lleva a la familia a la cancha. Te soy sincero: mí me pasa, yo voy con mis hijos y mis nietos”.