SELECCIÓN
El Ejecutivo de la AUF, que tomó la determinación de ir por el argentino y confía en tener una respuesta positiva, no fijó un plan B como alternativa.
"No me apuro”, dijo a Ovación el presidente de la AUF, Ignacio Alonso, en lo que respecta a la designación del nuevo entrenador de Uruguay. Además, añadió que Marcelo Gallardo, de acuerdo a lo que se fijó con su representante Juan Berros, está dentro del tiempo manejado para entregar una respuesta al planteo realizado para que asuma la conducción técnica de la Selección uruguaya de fútbol.
Alonso refrendó con su opinión lo mismo que supo remarcar una hora antes el neutral Jorge Casales. “Estamos enfocados en Gallardo y seguiremos así hasta tanto quede definido si vamos a sentarnos a hablar o si eso finalmente no va a ocurrir”.
Más tarde, Eduardo Ache, también integrante del Ejecutivo de la AUF, fue contundente al establecer que debe primar la paciencia, porque “así quedó establecido. Gallardo tiene tiempo para responder”.
Tanto Alonso como Casales y Ache ratificaron que no corresponde ponerse nerviosos y proceder de otra manera que no sea actuar de la forma en la que ya se habían puesto de acuerdo cuando analizaron la destitución de Óscar Tabárez como técnico de la Celeste.
En aquella ocasión entendieron que dado el primer plazo había que fijar una prioridad e ir por ella. Recién en caso de no poder alcanzarla volver a juntarse para analizar que otra alternativa podía ser elegida como prioridad.
Sin perjuicio de que siempre hubo varios nombres arriba de la mesa y que al final quedaron cuatro de ellos, lo que se pactó es que había que ir cumpliendo etapas y sin apuro, porque “estamos a tiempo de nombrar un técnico para la Selección”, como lo refrendó Alonso a Ovación.
Ayer se confirmó que desde la AUF no se dio ningún paso nuevo y que si bien se espera que aparezca una señal esta semana, esto no implicaría que quizás un diálogo con Gallardo, si levanta el pulgar para reunirse con los neutrales de la AUF, pueda producirse recién la próxima.
La tranquilidad y confianza impera porque se entiende que se está actuando como corresponde, haciendo llegar la expresión de interés, dejando en claro que se busca tenerlo como líder de un gran proyecto deportivo (que incluye a todas las selecciones nacionales) y entregándole el tiempo necesario como para que analice la situación con detenimiento y en profundidad.
Es decir: lo que se hace es esperar la llamada desde Buenos Aires para saber si hay un sí o un no.