SELECCIÓN
El viaje a Buenos Aires para hablar con el entrenador que es el gran candidato para dirigir a Uruguay podría realizarse mañana.
El chat del WhatsApp está encendido. Los intercambios son constantes y los intercambios que se fueron dando, entre Ignacio Alonso y Juan Berros (el representante de Marcelo Gallardo), no hicieron otra cosa que encender luces de optimismo en la órbita de la Asociación Uruguaya de Fútbol. La ilusión fue subiendo decibeles y la última comunicación forjó una percepción: “pinta bastante bien”.
La frase entregada por un neutral, que atendió el teléfono junto a su compañero del Ejecutivo que minutos antes había ofrecido un pensamiento optimista pero con mayor mesura, tiene su origen en el hecho que los sucesos que se fueron dando no hicieron otra cosa que verificar que desde el entorno de Gallardo se actuó con responsabilidad y sin ningún tipo de juego.
Berros mismo fue el que se encargó de avisar que la consagración anticipada de River Plate iba a permitir adelantar los tiempos, para poder cumplir con la premura que tenía la AUF y sin que se entorpeciera la determinación del “Muñeco” de poner todo su foco en la campaña del Millonario.
Por esa misma razón, quizás mañana mismo pueda realizarse el viaje a Buenos Aires, dependiendo de la respuesta que se obtenga de parte del representante del técnico argentino, cuya declaración final tras la conquista de la Liga Argentina no hizo otra cosa que ratificar la sensación que se había recibido de que podía aparecer el punto final del vínculo de Gallardo con River tras siete años de una exitosa gestión.
Gallardo, dando a entender que un fin de una era, dijo en la noche del jueves: “Le he dado todo a este club hasta hoy”. Y añadió: “La decisión más difícil de mi vida. Es la primera vez, más allá de algún momento de zozobra y de analizar, porque esto demanda mucho esfuerzo. Creo que merezco la posibilidad de replantearme, porque se necesita estar con mucha energía para seguir. Ahora sí voy a analizar, a replantear”.
La chance, entonces, existe. Es real. Y ya se tiene claro que todo dependerá de la propuesta que se le pueda hacer al técnico para convencerlo de que asuma la conducción de Uruguay.
Como ya fue dicho por Ovación, a Berros ya se le dijo que la idea de la AUF es la de entregarle todas las selecciones, para que pueda asumir el reto de preparar a los jugadores jóvenes que buscarán su clasificación al Mundial de 2026.
Es cierto que lo primordial son los próximos cuatro partidos de las Eliminatorias para poder ingresar al Mundial de Catar 2022, pero se presume que una oferta seductora puede pasar por concederle a Gallardo la posibilidad de armar un gran proyecto deportivo en el que quede patentado su capacidad profesional como entrenador.
Esa historia, de avanzar por ese carril, no necesitará otra cosa que no sea la determinación del Ejecutivo de la AUF. A diferencia de lo que se pensaba, el único paso que debe darse es el de comunicarle la determinación al Congreso, pero la resolución del técnico y del tiempo de su mandato es resorte del cuerpo de neutrales. Debido a ello, se valida una determinación de entregarle un mandato prolongado al entrenador argentino.
Lo que quizás pueda ocurrir, si Uruguay va a la Copa del Mundo del próximo año, es que al cabo del mismo, el “Muñeco” pueda tener carta abierta para encaminar su futuro hacia un horizonte diferente (un equipo grande de Europa).
La búsqueda de Marcelo Gallardo para que asuma la conducción de la Selección uruguaya de fútbol se atacó por dos caminos diferentes. A la historia que ya fue contada por Ovación, con participación de un exdirigente de Nacional, se suma una acción que tuvo muchísimo peso. El que levantó el teléfono en este caso fue el neutral Jorge Casales para hablar con el preparador físico de River, Marcelo Tulbovitz. De hecho, Casales avanzó con tanta dedicación que dio el primer paso. El “profe” uruguayo fue un gran nexo inicial y el que hizo saber que había que tener mucha paciencia porque Gallardo pretendía llevar a River a otro título más.