OJO CRÍTICO

Ni las disculpas que entregaron los jugadores ni la certeza de que el brote de coronavirus se generó porque Matías Viña tuvo su período de incubación y contagio dentro de la burbuja sanitaria fueron capaces de “apagar” el fueguito que se prendió en el Complejo Celeste para preparar el partido ante Brasil por las Eliminatorias.

Aquella foto está teniendo, como podía esperarse, tanta fuerza en Europa como la decisión del Reino Unido de instrumentar medidas que establezcan la obligatoriedad de cumplir con una cuarentena de diez días para aquellos viajeros que quieren ir a su país desde Sudamérica.

Conmebol, con el empuje de Uruguay, entre otros países, está procurando que FIFA haga respetar sus reglamentos. Que no es otra cosa que hacerle recordar a los clubes europeos que están obligados a ceder a sus futbolistas para las Selecciones nacionales. No es un problema sencillo, porque tras la última doble fecha de las Eliminatorias un montón de jugadores retornó a sus equipos con el “bicho” COVID-19 en sus cuerpos, lo que extendió el periodo de baja para los partidos en sus Ligas.

Si nuevamente se consigue zafar de una decisión drástica de Europa, sería bueno que tuvieran cuidado con el fogón del Complejo Celeste.