La Nación / GDA
El ruso Daniil Medvedev nunca pasa de inadvertido. El tenista, que alcanzó la cima del ranking en febrero de 2022 y que actualmente figura como número tres del mundo, se caracteriza por su irascibilidad dentro de la cancha, un estado que muchas veces involucra a los espectadores en las tribunas.
Pasó en otros torneos y volvió a ocurrir esta mañana en el Masters 1000 de Madrid, donde tuvo un picante ida y vuelta con el público, que lo abucheó luego de que el joven clasificado Alexander Shevchenko lograra el primer set (6-4). Al escuchar la lluvia de silbidos que le dedicaban, Medvedev se apoyó el índice izquierdo en una oreja, desafiante.
Medvedev, que abiertamente reconoce que le molesta jugar los torneos sobre polvo de ladrillo, vivió un verdadero susto antes de lograr superar a Shevchenko (96°) por 4-6, 6-1 y 7-5, en la tercera ronda de Madrid, certamen en el que figura como segundo preclasificado. Medvedev se recuperó dos veces de un quiebre en el set decisivo en el estadio Manolo Santana y se vio obligado a recurrir a todas sus reconocidas habilidades defensivas para mantener cerca en el score a Shevchenko, ruso de 22 años, que había superado la qualy y llegaba de superar por un doble 6-1 al checo Jiri Lehecka (37°).
“Personalmente, soy feliz cuando termina la temporada de polvo de ladrillo”, sentenció Medvedev el mes pasado, en el torneo de Montecarlo. Esta semana llegó a Madrid con un 45.5% de efectividad sobre superficie lenta (20 triunfos, 24 derrotas, sin títulos), con intenciones de mejorar o de..., pasar rápido la página. Por eso, muchas veces, parece encarar sus partidos sobre tierra mal predispuesto. Así lo volvió a hacer hoy, ante Shevchenko, pero lo sacó adelante y terminó consiguiendo la victoria número 300 en su carrera (con 122 derrotas). El moscovita, que salió adelantado en el cuadro y en la segunda ronda había batido al italiano Andrea Vavassori (164°), ganó dos partidos en forma consecutiva por primera vez en la Caja Mágica de Madrid.
“Me parece que a veces también el público, por la razón que sea, viene predispuesto a abuchear. Viene por esa excitación. En cuanto pasa algo, aunque no sepan exactamente qué es, te abuchean. Lo he vivido muchas veces. Novak Djokovic también lo vivió”, opinó Medvedev.
Medvedev es un jugador sanguíneo, que se presta a las emociones fuertes dentro de los partidos. Su comienzo ante Shevchenko no fue como pretendía y no ocultó su mal humor sobre el court. El público de Madrid se inclinó, como suele ocurrir muchas veces, por el más débil (en este caso, Shevchenko), y Medvedev se plantó ante los aficionados colocándose el dedo índice en su oreja izquierda, señalando que lo siguieran silbando, que no le importaba lo que recibía desde las tribunas... Esta acción, claro, envalentonó al público, que hizo tronar todavía más su silbatina. Es curioso, pero muchas veces el ruso se agarra de esas acciones para motivarse y así lo hizo una vez más, como pasó alguna vez en el US Open 2019 y en el que terminó ganando, en 2021. Tras 2h42m, Medvedev logró la victoria y avanzó a los octavos de final, donde se medirá al vencedor de Alex De Miñaur o Aslan Karatsev.
Spain without the S 😬#MMOpen pic.twitter.com/b1h9QxFDiU
— Tennis TV (@TennisTV) May 1, 2023
“Jugó bien. Es joven, así que estoy seguro de que subirá en el ranking, especialmente si juega como en este torneo. Practiqué con él antes, sé que puede jugar muy bien, así que cuanto más consistente sea y cuantos más partidos juegue así, tal vez la próxima vez gane y más alto llegue. Estoy muy feliz de que hoy logré vencerlo”, dijo sobre su compatriota Shevchenko.
“Siento que jugué bastante bien en el segundo y tercer set, y tal vez al final del primero. Lo que pasa con el polvo de ladrillo es que por lo general es difícil para mí comenzar los partidos por cualquier motivo. Necesito mucho tiempo para acostumbrarme a todo lo que sucede en la cancha. El tercer set podría haber sido un poco mejor en momentos cruciales, o tal vez mucho mejor. Pero finalmente gané, así que eso también cuenta”, expresó Medvedev, de 27 años, que tiene un récord de 33-4 en la temporada, un registro que lo tiene en el primer lugar de la carrera al Masters de Turín.