Redacción El País
Novak Djokovic sigue en carrera camino a alcanzar el récord de ocho títulos de Roger Federer en Wimbledon. Sin sobresaltos en la cancha, pero cruzado con el público, derrotó este lunes a Holger Rune (6-3, 6-4 y 6-2) para clasificarse a los cuartos de final del torneo que se juega en Londres.

El serbio, pese a que sentenció la historia por la vía rápida, se mostró descontento con la actitud del público, que apoyó sin contemplaciones a su rival. Al término del encuentro,explotó contra la tribuna. "Para todos los que me han respetado, buenas noches. Para los que no, buuuenas noches. Sé que apoyaban a Rune, pero sé también que solo era una excusa para abuchearme", dijo en la entrevista al pie de la cancha.

A pesar de sus siete títulos en Wimbledon, Djokovic nunca ha sido el favorito del público inglés, que ya lo dejó a un lado en la final de 2019 contra Roger Federer, en la que la gente, sin contemplaciones, aplaudía sus errores.

"Llevo en el circuito más de 20 años y me sé todos los trucos. No pasa nada, me concentro en la gente que me respeta y que ha pagado la entrada para verme. He jugado en ambientes muchos más hostiles. No pueden hacer nada", recriminó el serbio.

En lo estrictamente deportivo, Djokovic sentenció en tres sets su triunfo ante un Rune endeble y muy lejos de lo que lleva años prometiendo. Aun así, tuvo un par de contratiempos: primero, se fue al baño en el segundo set, sin especificar las razones, y segundo, en el tercer set sufrió un par de malos movimientos y caídas que pusieron en peligro su rodilla, operada del menisco hace poco más de un mes.

Este miércoles jugará por los cuartos de final frente al australiano Álex de Miñaur en busca de un pase a las semifinales del Grand Slam.

En base a EFE