Roland Garros está al caer. Es la gran cita en esta época del año. Pero esta vez pinta que será atípico, al menos por las señales que se están dando en la gira preparatoria de polvo de ladrillo.
Rafael Nadal es casi un hecho que no llegará. O si lo hace será condicionado, con más dudas que certezas. Carlos Alcaraz, la promesa mundial de España, lo mismo: viene arrastrando una seguidilla de lesiones que lo afectaron y terminó cediendo el trono hace cuestión de semanas. Y Novak Djokovic,que precisamente es quien ahora está en la cima, fue el último de los tres principales candidatos a ganar el segundo Grand Slam del año en mostrar que tampoco está en su mejor forma para la cita.
Aunque aún le quedan los torneos de Madrid y Roma para recomponerse, ayer, jueves, por los octavos de final de Montecarlo, cayó con justicia frente a Lorenzo Musetti, de 21 años, por 4-6, 7-5 y 6-4 tras el parate a causa de la lluvia.
El resultado abrió un antecedente: fue la primera vez, en cuatro partidos, que el italiano logró vencer al serbio. Y no es casualidad: un día antes había dicho que se había preparado especialmente para ganarle al número uno del mundo.
“Me siento realmente bien, a buen nivel físico. Creo que he dado un paso adelante con respecto al último mes, porque trabajé muy duro”, apuntó.
El sorteo del torneo los enfrentó en octavos de final a ambos y con una solida derecha y un servicio potente Musetti demostró que estaba en lo cierto.
Djokovic, en cambio, venía de un mes de inactividad en el circuito luego de haber quedado marginado de los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, en Estados Unidos, debido a las restricciones sanitarias que tiene ese país.
Al no estar vacunado, no pudo ser parte de ninguna de las dos competencias y regresó ayer volvió a tener un partido oficial. Sin embargo, su regreso no fue como esperaba, sino más bien todo lo contrario: sembró una serie de interrogantes con su servicio -cometió seis doble faltas- y a su vez despertó la atención de los fanáticos al saltar a lacancha con un calentador de color negro en el brazo derecho.
El serbio habló luego de la derrota y se mostró decepcionado. Dijo sentirse malhumorado, pese a reconocer que perder no era “algo catastrófico”. “Mi sensación es mala porque perdí el partido. Eso es todo. Felicidades a mi oponente, seguimos adelante”. Y añadió: “No ha sido un gran día para mí, así que no estoy de humor para hablar”.
Cómo quedó el cuadro en cuartos de final de Montecarlo
El verdugo de Djokovic, Lorenzo Musetti, jugará contra otro tenista de futuro prometedor como Jannick Sinner. Por el mismo lado del cuadro se cruzarán Holger Rune con Daniil Medvedev mientras que en la llave de abajo los choques serán Andrey Rublev-Lennard Struff y Taylor Fritz-Stefanos Tsitsipas.