No tiene rivales
La pinga del stud Uruimporta se quedó con su octavo clásico al ganar el Perú (URU G3)
Cada vez corre más Girona Fever. La hija del consagrado Texas Fever cumplió con las expectativas este domingo al obtener la única prueba jerárquica que ofreció el hipódromo Nacional de Maroñas, el clásico Perú (Uru G3).
La defensora del stud Uruimporta llegaba a la cita como enorme favorita y su dividendo de $1,10 estaba plenamente justificado ya buscaba su séptimo clásico consecutivo. Además no venía de ganar cualquier carrera, venía de obtener nada menos que el Gran Premio Maroñas (Uru G2), el clásico que consagra al mejor velocista del país.
Después de hacer tabla rasa ante las yeguas, volvió el pasado 6 de enero a verse contra los machos, y esta vez haciéndolo por primera vez ante los adultos y lo hizo ganando por cinco cuerpos. En su campaña de ocho triunfos clásicos en nueve presentaciones solo perdió cuando fue al césped por primera vez y le tocó ser escolta escolta. Girona Fever ya le ganó a todos, a las potrancas dos años, a los potrillos dos años, a las potrancas tres años, a las yeguas adultas cuando cortó la racha triunfal de Rainha Pioneira y a los machos mayores.
Con esos pergaminos parecía difícil que perdiera en la cubierta tarde del domingo.
Se abrieron los partidores que finalmente tenían a cinco ejemplares en gateras después de la deserción de tres de los anotados.
Sobrando, el otro nacido en 2018 salió a mover la carrera buscando la recuperación tras el paso en falso dado el día de Reyes cuando había perdido su invicto.
A Federico Fabián Piriz, el jockey de Girona Fever de todas las horas, poco le importó que le quitarán momentáneamente el liderazgo. Sin esfuerzos se colocó a la par del hijo de Desejado Thunder poco antes de entrar a la recta final, en tierra derecha lo acompañó hasta que tuvo ganas. A falta de 300 metros Piriz le dio riendas y fue como si recién hubieses largado. Al cruzar el disco fueron 6 1/2 cuerpos los que separaron a los dos animales más jóvenes del lote. Tercero fue el experimentado Mango Jangle que le descontó al escolta pero no lo puso en peligro. Tomsk fue cuarto por delante de Ilustre Posse que cerró la marcha.
El reloj marcó brillantes 1’02’’88, un tiempo de por si muy bueno porque está a menos de un segundo del récord pero más aún si consideramos que no se esforzó al máximo. Girona Fever no tiene techo.
Sus conexiones ya vislumbran su futuro en Argentina cuando corra en Palermo un Grupo 1, pero antes tendrá dos clásicos más en nuestro medio.
Para Federico Fabián Piriz fue su clásico ganado en Maroñas número 136 para extender su liderazgo como el jockey con más triunfos clásicos desde la Reapertura.