¿Qué depara el 2025? la astrología de Pablo Flores

Cada fin de año es momento de pasar raya, evaluar y proyectar. Esa ecuación a veces se aplica al virar en la propia vida. Con su experiencia como faro, este astrólogo y terapeuta chileno acompaña a otros que transitan por ese camino tan comentado como anhelado: el de encontrarse con uno mismo.

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Driving on the Road to the Future, Journey from 2024 year to the new year 2025
Valentin Valkov/Shutterstock

Un estilo de comunicación cercano, directo y con toques de humor hace que sea accesible conectar con él. El uso de un lenguaje claro es un propósito. Por eso, y por su propio carisma y conocimientos, la comunidad que creó, crece año tras año. En las redes sociales son cientos de miles las personas que le escuchan, y otras tantas son alumnos y discípulos de sus métodos. Esa manera de ser y de contar, que es también un método de trabajo, se sostiene con años de preparación, y con la convicción de que nunca se deja de aprender. “Me considero una persona encantada de estar viviendo el período de la humanidad que estamos viviendo hoy en día, siento que en 100, 200, o 500 años más, van a hablar de lo que pasó en la década del 2020 al 2030 como algo que cambió a la humanidad. Yo me siento expectante y muy agradecido”, comenta el chileno Pablo Flores Laymuns, referente en Astrología Psicológica, Evolutiva y Moderna. “Hoy soy alguien que se conoce un poquito más de lo que se conocía antes. Estoy dispuesto a enfrentar los miedos y las inseguridades que han controlado mi vida por bastante tiempo, para poder atreverme a hacer cosas. Me considero un amante de la filosofía astrológica, que es usar la astrología como una herramienta para poder entender cómo funciona la realidad”.

En esta conversación, comparte algunas de las experiencias vitales que lo han traído hasta el lugar que hoy ocupa, así como también ciertas reflexiones que ayudan a conocer un poco, los movimientos astrológicos que traerá el año 2025.

Mini Bio

Pablo Hernán Flores Laymuns es astrólogo psicológico y evolutivo, terapeuta Gestalt y floral, e ingeniero civil industrial chileno. Desde 2012 integra la astrología moderna con terapias complementarias. Trabaja con adultos y niños mediante la lectura de cartas natales y la consulta terapéutica. Como conferencista internacional, dictó seminarios en Argentina, Chile, Colombia, Perú, España y México. Es coorganizador y director de los Congresos de Astrología de Chile, y del Primer Congreso Iberoamericano de Astrología y Sanación. Tiene más de medio millón de seguidores en redes sociales, y 21 mil alumnos en toda Hispanoamérica. Instagram|@Pablofloresastrologo

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Pablo Flores.

–Cumple años el 25 de enero, con lo cual empieza un año en coincidencia con un nuevo ciclo personal, ¿qué significa para usted?

–Siempre es como un nuevo inicio, otra etapa de vida. Con 2025 estoy especialmente expectante. Siento que el próximo año va a ser sorprendente y lleno de posibilidades. Tengo muchas ganas de hacer un cambio en mi forma de trabajar los proyectos; de ir dejando cosas y de volver a conectar con otras; de vivir en otros lugares. Para mí, 2025 es un ciclo personal de expansión y de mucha transformación ante el cual voy a permitir que la vida me lleve.

–¿Cómo era la visión que tenía de su entorno cuando era niño?

–Mi infancia fue una época extraña. Hasta antes de los cinco años, era un niño muy extrovertido, hablaba mucho, me gustaba pararme frente a la gente, era hiperactivo. Más o menos a esa edad me empezaron a dar remedios para la hiperactividad. Eso cambió completamente mi personalidad; me volví más tímido y vergonzoso, dejé de jugar tanto. Se me activaron muchos miedos, y creo que esa fue la energía que predominó el resto de mi infancia y adolescencia. Me enfoqué en lo académico. En la universidad dejé de tomar remedios para la concentración, y se me abrió la mente y el corazón. Me volví a interesar en temas del alma y cosas más creativas. Yo estudiaba ingeniería, y cuando se activó el hemisferio derecho de mi cerebro, la matemática pura y dura me dejó de interesar. Estudié filosofía, mucha historia, me metí en clases de arte. Entonces, mi infancia y mi adolescencia fueron un período en el que me sentí muy dormido. La persona que fui no era la que yo realmente era. Me convertí en mí cuando dejé de tomar la ritalina, el remedio para la hiperactividad. Por eso es que una de mis especialidades es la terapia infantil. Trabajo con niños desde una terapia complementaria que va al porqué de la hiperactividad, a cuáles son los temas emocionales detrás de eso, y a cómo se descubren los talentos naturales y se potencian, en lugar de pedirle que sea de otra manera.

–Ingeniero y terapeuta, ¿qué le llevó a conectar esos dos mundos?

–Entré a estudiar ingeniería y tuve una crisis profesional desde el minuto uno. El primer mes de la carrera sentí que no estaba estudiando lo correcto, pero no sabía a qué cambiarme. Tuve mucho apoyo de mi familia. Terminé la carrera, y desde entonces estuve buscando algo alternativo. Como hobby, durante casi cinco años, me metí en cursos, talleres, y formaciones de terapia complementaria enfocadas en temas energéticos. Cuando conocí la astrología, me voló la cabeza. Mi lado ingeniero se siente muy feliz porque hay una temática por detrás: hay teoría, sistemas complejos de múltiples factores, pero también mi lado más espiritual y sensible lo está. Para mí fue un paso que se sintió muy orgánico. Estuve casi 11 años buscando a qué dedicarme. Cuando me puse a leer cartas natales, al final del primer año de mi formación, sentí que estaba diseñado para eso. Hay un montón de gente de ciencia que se mete en la astrología, y dice '¿qué es esto?, ¿cómo puede funcionar?'. Es como si se te abriera un mundo increíble. Hay astrólogos famosísimos que son científicos, pero claramente hay que abrir la mente, y dejar de lado los prejuicios de que esto es una pseudociencia. Cuando realmente nos metemos, nos vuela la cabeza.

–Construyó una comunidad en Hispanoamérica, ¿a qué desafíos lo enfrenta eso popularidad?

–El principal desafío es seguir entregando contenidos de calidad que le sirvan a la gente, que le brinden guía, consejo y claridad en estos años de tanta intensidad. Mantenerme coherente en que lo importante es el mensaje y la calidad de lo que quiero transmitir. Al mismo tiempo, reinventarme. Me aburro si hago siempre lo mismo. Necesito cambiar mis formas de comunicar y de hacer; necesito ser fiel a mí. Siempre está el riesgo de que a la gente le dejar de gustar lo que uno hace. La calidad del mensaje y ser coherente en lo que quiero vivir, son la clave. Si esos dos parámetros están alineados, siento que las cosas fluyen.

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Tu Propósito de alma, Pablo Flores.

–En redes sociales usted dice que “los horóscopos le hacen daño a la astrología". ¿Por qué?

–Más que los horóscopos, es la simplificación de todo lo que es la astrología a un simple signo, que es el que toda la gente sabe que tiene: Tauro, Virgo, el que sea. Eso reduce un montón de factores astrológicos a uno, tu signo, que es el signo del Sol. Hay un montón de variables interactuando. Esa simplificación desmerece la astrología. Segundo, mucha gente de repente no se siente identificada con su signo, y eso es porque hay más factores que cambian la energía, entonces pareciera que la astrología no sirve. Es que es una simplificación que no permite profundizar y que no entrega toda la información.

–¿Con cuál de sus libros se identifica más?

–El que tiene más de mí, es mi novela Gaia: una historia de fantasía, de espiritualidad, de amor e imaginación en la Atlántida. Dejo mi alma en ese libro, allí vuelco experiencias y sueños que he tenido en mi vida. Los otros dos libros de astrología también tienen mucho de mí. Sanando las relaciones se basa en años de estudio para entender cómo funcionan las relaciones, que para mí es un tema desafiante. Uno de los motivos por los que estudié astrología era entender qué pasaba conmigo en las relaciones, y sentía que las explicaciones astrológicas eran muy técnicas. Quise escribir un libro profundo, pero capaz de tocar el corazón de la gente para que entiendan las vivencias de sus relaciones; el motivo por el que se repiten patrones, formas de ser de sus parejas, y situaciones. Un libro con un lenguaje sencillo y muchas guías y consejos para empezar a hacer movimientos para que esa forma de vivir tan intensa o difícil se disuelva. El último que escribí, Tu propósito del alma, toca dos temas que me encantan. Uno es el ascendente, que lo estudié un montón. Siento que lo más práctico que uno puede aprender es a conectar con su signo ascendente si realmente quiere cambiar su vida. El otro tema es el Nodo Norte, que empecé a estudiar en 2013. Ese es el motivo espiritual por el cual estoy encarnado en la Tierra. Conectar con esa energía me vincula con mi esencia. De verdad, solamente escribo sobre temas que me apasionan.

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Gaia, Pablo Flores.

–¿Qué es la Astrología Astrotera-péutica?

–De cierta forma, es una hija. Es una escuela que creé en 2017, donde me propuse ofrecer la mejor formación de astrología posible; que fuera como mi formación soñada, la que a mí me hubiera gustado estudiar: la parte teórica, las prácticas, las guías. Es una escuela de astrología para gente de todos los niveles. También incluye algo mucho más puntual para gente que quiere una carrera, y otra formación avanzada en múltiples niveles para quienes llevan años en el camino astrológico. Lo que llevo haciendo en el último tiempo, son cursos de Gestalt personal, que unen la astrología con distintas terapias, porque viendo la carta natal de una persona, se pueden entender muchos de los temas que vive. Esa es la clave de Astroterapeutica: unimos la astrología con el mundo terapéutico, para que no sea todo teoría en el aire, sino que se pueda anclar de forma concreta con consejos y ejemplos. Es una formación que está pensada para terapeutas que quieran una herramienta en ese sentido, como la lectura de la carta natal, que básicamente es un mapa que le permite al consultante entender súper rápido. Esa unión de la carta con la conversación hace que los procesos terapéuticos sean más rápidos. Además, tenemos pensada una formación para personas que quieran aprender astrología para hacer un proceso de sanación y evolución personal.

–¿Qué lugar ocupa el humor en su trabajo?

–Me río un poco de cómo somos, y doy ejemplo para que nos riamos de nosotros mismos. Porque siento que mirar nuestra sombra, mirar lo que no nos gusta, puede ser muy grave, y eso nos genera distancia y rechazo, pero si nos reímos más de nosotros mismos, se nos hace más fácil el camino del autoconocimiento.

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Pablo Flores.

–¿Qué depara el año 2025?

–Va a ser un año de cambios radicales en el planeta. Hay gente que dice creer en que cambien las cosas, pero se queja de que no cambian. No se preocupen, porque en 2025 va a cambiar casi todo. A nivel político, a nivel social, a nivel tecnológico. Lo que vimos en los dos últimos años, realmente no es nada. El mundo, las alianzas, las estructuras se van a desmoronar y van a surgir nuevas formas. 2025 es ya un cambio en la manera de ser de la persona. Nos daremos cuenta de que hay problemas del mundo que necesitamos solucionar, y para hacerlo hay que cambiar dos cosas. Primero, el enfoque de lo económico, como lo primordial. Esto no significa que no importe, pero hemos dejado de hacer muchas cosas por el miedo al impacto económico. Veremos cómo la humanidad hará cambios radicales en los próximos tres, cuatro años. Segundo, vamos a ver cómo las polaridades de izquierda y derecha empiezan a perder fuerza para que surja un movimiento diferente que integre lo mejor de ambas realidades. También vamos a ver que el mundo se va a levantar. Si en 2024 vimos muchas protestas, en 2025 se van a exacerbar. La gente se unirá para sacar a los grupos de poder que controlan, y que han abusando de su privilegio sin ocuparse del bien de la gente. Consejos clave para el 2025: darse permiso para cambiar. No planificar tanto el año porque pide mucha creatividad y libertad para explorar; hay que permitirse vivir lo que el año ofrezca. Si estás completamente estructurado y todo es muy rígido, no vas a poder incorporar las posibilidades que te va a ofrecer el año durante los doce meses, y vas a tratar de mantener una estructura antigua que ya no es la que sirve. Todos estos cambios, y esa nueva forma de pensar en el mundo, y de ver la vida de cada uno de nosotros, se activan desde finales de marzo, y van a ir acelerándose durante los siguientes meses. Otra cosa extremadamente importante del 2025 es abrirnos a la curiosidad. Realmente darnos cuenta de que sabemos muy poquito. Es un año para estudiar cosas nuevas, diferentes, cosas que nunca pensaste estudiar. Es un año para empezar a dialogar con otras personas, para abrirte a escuchar a otros que piensan muy diferente a ti. Es un año para hacer nuevas alianzas. El futuro de los humanos está en trabajar en equipo. En 2025 se van a formar nuevos grupos, nuevas organizaciones. El interés personal, egoísta, individualista, va a ir perdiendo. Las personas que se muevan por su anhelo egoísta la van a ver difícil el próximo año. Eso que quiero ser, lo tengo que pensar. Que tenga un impacto colectivo, que esté conectado con mi alma y no con lo que mis miedos quieren. Idealmente, haciendo uniones y vínculos con personas que razonen conmigo, lo colectivo y lo grupal será muy importante. Especialmente vamos a ir viendo aún más desilusiones de los grupos de poder. La desilusión que nos van a provocar en 2025 va a ser extrema, y hará justamente que la gente salga a pedir un cambio.

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