Espacios sociales

La arquitectura como defensa de la vida en comunidad, como lugar de encuentro y cobijo, donde idealmente los ciudadanos se sostienen unos a otros. Así concibe su trabajo Riken Yamamoto, distinguido por su obra con el Premio Pritzker 2024, el más alto honor de esta profesión.

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Sede del Ayuntamiento de Fussa en Tokio (2008).
Sede del Ayuntamiento de Fussa en Tokio (2008).
Riken Yamamoto & Field Shop

En Yokohama, una ciudad japonesa ubicada en la región de Kantõ, isla de Honshu, vive Riken Yamamoto, arquitecto y defensor social que a lo largo de medio siglo de carrera ha establecido una interconexión entre lo público y lo privado, inspirando comunidades armoniosas a pesar de la diversidad de identidades, de economías, de políticas y de estilos de vida que pueden encontrarse en ellas.

Estación de Bomberos Nishi, en Hiroshima, Japón (2000)
Estación de Bomberos Nishi, en Hiroshima, Japón (2000).
Tomio Ohashi.
Riken Yamamoto.
Riken Yamamoto viajó extensamente a lo largo de su vida, no tanto para visitar monumentos famosos o sumar sellos en el pasaporte, sino para experimentar de primera mano la cultura y la vida cotidiana de diversas comunidades en otros continentes.

Nació en 1945, en Beijing, República Popular China, aunque poco después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, partió a Japón junto a su familia. Su padre falleció cuando tenía cinco años, y apenas tiene recuerdos propios sobre cómo era. Sin embargo, contó en diversas ocasiones que desde joven quiso continuar sus pasos como ingeniero, pero que el destino lo llevó por otro camino: la arquitectura. Desde la infancia lidió con el equilibrio entre la dimensión pública y la privada, ya que vivió en una casa que era a la vez farmacia, negocio que llevaba adelante su madre, y hogar, en la parte trasera de la misma construcción. “Vivía en el umbral. De un lado era un espacio para la familia y del otro, para la comunidad. Me sentía en el medio”, contó en una ocasión. Ese encuentro entre lo propio y lo ajeno, marcó su carrera.

Villa Yamakawa
Arriba, abajo, y la siguiente foto: Villa Yamakawa (1977), residencia privada ubicada en Nagano, Japón. La terraza se transforma en una sala de estar y un comedor, mientras que los dormitorios y la cocina se alojan en pequeñas habitaciones dispersas.
Tomio Ohashi.
Villa Yamakawa
Villa Yamakawa.
Tomio Ohashi

Su primera experiencia con la arquitectura la recuerda a los 17 años, cuando visitó el templo Kôfuku-ji en Nara, construido en el 730, y reconstruido en 1426. Riken Yamamoto quedó cautivado por la pagoda de cinco pisos que simboliza los cinco elementos budistas: tierra, agua, fuego, aire y espacio. “Por dentro estaba muy oscuro, pero pude ver la torre de madera iluminada por la luz de la luna”, recordó en su biografía publicada en la web del Premio Pritzker.
Se graduó en 1968 en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Nihon, y culminó una maestría en Arquitectura en la Universidad de las Artes de Tokio, en 1971. Dos años más tarde, fundó su empresa, Riken Yamamoto & Field Shop.

Durante su juventud viajó varios meses por distintos continentes en compañía de su mentor, Hiroshi Hara (1936, Kawasaki). Juntos, buscaban comprender de cerca comunidades, culturas y civilizaciones tan diversas como lo son las de Irak, India y Nepal, pasando por la costa del Mediterráneo (Francia, España, Marruecos, Argelia, Túnez, Italia, Grecia y Turquía), hasta Los Ángeles, México, Guatemala, Costa Rica, Colombia y Perú. Al finalizar aquel periplo, Yamamoto concluyó que la idea de un “umbral” entre los espacios públicos y privados era universal. “Reconozco que el sistema arquitectónico del pasado está para que podamos encontrar nuestra cultura. Las aldeas eran diferentes en apariencia, pero sus mundos interiores eran muy similares”. Con esto en mente, comenzó a diseñar residencias unifamiliares que unieran los ambientes naturales a los construidos, dando la bienvenida tanto a huéspedes como a transeúntes. Su primer proyecto se llamó Villa Yamakawa (1977), y se encuentra en Nagano, Japón. Es un edificio situado junto a un bosque, que está expuesto por todos los lados. “Estar allí es sentirse como en una terraza al aire libre”, dijo entonces. Dicha experiencia influyó en sus trabajos posteriores, de ahí que la transparencia, la forma, el material y la filosofía, sigan siendo elementos esenciales en sus proyectos, aún al día de hoy. Otros dos modelos paradigmáticos de esta comunión entre espacios, son los que realizó para la Universidad de la Prefectura de Saitama en Koshigaya, Japón (1999), y la Biblioteca de Tianjin en China (2012).

Los comienzos

Museo de arte de Yokosuka, Japón.
Museo de arte de Yokosuka, Japón.
Tomio Ohashi

Al considerar los límites como parte del espacio, Riken Yamamoto redefinió el concepto del umbral. Sus obras, las construidas a pequeña y a gran escala, logran centrarse en la vida de quienes las habitan y disfrutan. Y esto se da gracias a la transparencia, ya que quienes están dentro puedan experimentar el entorno que se encuentra más allá; y a su vez, quienes transitan por el exterior, pueden percibir el sentido de pertenencia que tiene la obra con su entorno. La idea es más sencilla de lo que parece. Es lo comunitario, lo social, conectando entre sí a las personas que habitan los espacios, con las que los observan. Su propia casa es el ejemplo con el que invoca este propósito de interacción con los vecinos a través de terrazas y tejados.
La residencia de tres plantas terminó de construirse en 1986, se llama Gazebo y se encuentra en Yokohama. Otro ejemplo de interconexión es la llamada Casa Ishii, ubicada desde 1978 en Kawasaki. Esta vivienda fue construida para dos artistas; cuenta con una sala tipo “pabellón expositivo” que se extiende al aire libre y sirve como escenario para realizar actuaciones, mientras que debajo transcurre la vida privada de sus propietarios.
Los complejos de viviendas más grandes también incorporan esos elementos relacionales, asegurando que incluso los que viven solos no estén aislados. Así es el caso del complejo Pangyo Housing, ubicado en Seongnam, Corea del Sur (2010). Se trata de nueve bloques de viviendas de baja altura, diseñados con volúmenes transparentes en la planta baja, una terraza comunitaria, áreas de juegos, jardines, y puentes que conectan un bloque con otro, y que promueven la interconexión entre vecinos. Al inaugurar las obras, Riken Yamamoto se refirió a la importancia de la arquitectura en las ciudades futuras, en la creación de condiciones que multipliquen las oportunidades para que las personas se reúnan e interactúen entre sí.

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Museo de arte de Yokosuka, Japón. Inaugurado en abril de 2007. Eel edificio inmerso en el paisaje, forma parte de un parque público, entre el mar y las montañas. El interior del mismo, organizado como cajas que funcionan como espacios expositivos.
Tomio Ohashi

Una tercera categoría de sus edificios concebidos para interconectar personas, está integrada por los de carácter público. Podría decirse que el paradigma es la Estación de Bomberos Nishi, en Hiroshima, Japón (2000), un espacio con fachada y paredes interiores de cristal. Es tan transparente, que los transeúntes pueden ver desde la calle hasta el atrio central, y por tanto presenciar la actividad diaria de los bomberos. El Ayuntamiento de Fussa, en Tokio (2008), es otro modelo. Fue concebido en dos torres, en lugar de una a gran altura, para que dialogara con el vecindario circundante, rodeado de edificios bajos. Las bases cóncavas de la construcción invitan a los visitantes a reclinarse y descansar.
En 2006, considerando antes que nada la experiencia del usuario, diseñó el Museo de Arte de Yokosuka en la ciudad japonesa homónima. Este es un lugar para viajeros, y un respiro diario para los residentes locales. Si bien la entrada serpenteante evoca la bahía de Tokio y las montañas cercanas, muchas de las galerías están bajo tierra, lo que brinda a quienes se acercan, una visión clara y tranquila de la geografía del entorno. Los visitantes pueden apreciar el paisaje, y a la vez las galerías expositivas desde distintos recortes constructivos dispuestos en los espacios comunes. Así se une el entorno con la museología, provocando que quienes están dentro queden impresionados no solo por las obras de arte, sino también por lo que ocurre en el exterior.

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Jian Wai Soho (2004). este proyecto combina viviendas e instalaciones comerciales. Se encuentra en un distrito de desarrollo de oficinas a unos kilómetros de la plaza de Tianamen, en el centro de Beijing. Aquí los espacios cerrados entre los edificios son como calles públicas que permiten el acceso de personas ajenas a ellos. Los coches y los peatones circulan por sendas separadas.
Tomio Ohashi

Para Riken Yamamoto, vivir en comunidad es sinónimo de compartir un espacio sin perder la libertad y la privacidad. Como teórico, el arquitecto rechaza todas las condiciones e iniciativas que han reducido a la vivienda a una mercancía sin relación con los vecinos, y por eso mismo sus propuestas están concebidas para unir culturas, historias y ciudadanos de todas las generaciones. Al respecto expresó: “para mí, reconocer el espacio es reconocer a toda una comunidad (...) El enfoque arquitectónico actual enfatiza la privacidad, negando la necesidad de relaciones sociales. Sin embargo, aún podemos honrar la libertad de cada individuo, mientras vivimos juntos en un espacio arquitectónico como una república, fomentando la armonía entre culturas y en distintas etapas de la vida”.

Ecoms House, Tosu, Japón (2004
Ecoms House, Tosu, Japón (2004). Una vivienda cuya estructura principal es de aluminio.
Shinkenchiku Sha

La consagración

El jurado del Pritzker 2024, presidido por el chileno Alejandro Aravena (Premio Pritzker 2016) describió la decisión tomada este año. “Hemos elegido a Riken Yamamoto por crear consciencia en la comunidad, por cuestionar la disciplina y sobre todo por recordarnos que en arquitectura, como en democracia, los espacios deben ser creados por la voluntad del pueblo. En su larga, coherente y rigurosa carrera, ha logrado producir arquitectura desdibujando los límites entre sus dimensiones pública y privada, multiplicando las oportunidades para que las personas se encuentren espontáneamente, a través de estrategias de diseño precisas y racionales”.

Entre las tantísimas obras construidas, el jurado destacó también la Universidad Nagoya Zokei en Japón (2022), The circle, en el aeropuerto de Zúrich, Suiza (2020), el complejo Jian Wai Soho en Pekín (2004) y las llamadas Ecoms House ubicadas en Tosu, Japón (2004).

Otros proyectos

Riken Yamamoto ha investigado las raíces y la historia de la vida comunitaria, contribuyendo a una visión más contemporánea de estar en contacto con la arquitectura. Para él un edificio tiene una función pública incluso cuando es privado. https://www.riken-yamamoto.co.jp/

“Riken Yamamoto –agregó el jurado en su veredicto– no es historiador de la arquitectura, pero aprende del pasado y de diferentes culturas. Como arquitecto, no copia, sino que se adapta, reutiliza y evoluciona, demostrando que los fundamentos de la arquitectura persisten en su relevancia. Ha ampliado la caja de herramientas de la profesión tanto hacia el pasado como hacia el futuro para poder dar cada vez, en muy diferentes modos y escalas, la respuesta más pertinente a los desafíos contemporáneos tanto del entorno construido como de la vida colectiva”.
Riken Yamamoto es el 53o ganador del Premio Pritzker de Arquitectura y el noveno japonés. Le precedieron sus compatriotas Arata Isozaki (2019), Shigeru Ban (2014), Toyo Ito (2013), Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (2010), Tadao Ando (1995), Fumihiko Maki (1993) y Kenzo Tange (1987). La ceremonia de homenaje y entrega de la medalla que simboliza el premio se realizó el pasado 16 de mayo en el Art Institute de Chicago, un edificio cuya última ampliación corrió a cargo de Renzo Piano (Italia, 1937, Pritzker 1998) y el estudio Building Workshop. Actualmente, Riken Yamamoto es profesor en la Universidad de Kanagawa, en su ciudad, Yokohama, y está diseñando junto a su estudio el Museo de Arte de Taoyuan en Taiwán: se trata de dos edificios, uno destinado al espacio expositivo tradicional, y otro para niños, ambos tienen en cuenta la relación con el entorno, donde hay un bosque y un lago. El museo, como es de esperar, se podrá disfrutar sintiendo siempre desde adentro, la relación con el exterior, y viceversa.

El Premio Pritzker de Arquitectura fue fundado en 1979 por Jay A. Pritzker y su esposa, Cindy. Su propósito es honrar anualmente a arquitectos vivos cuyo trabajo construido demuestre una combinación de talento, visión y compromiso.

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