Como en todos los órdenes de la existencia, lo que no se mueve o interactúa con el entorno, se corrompe, o por lo menos, no prospera. Pues bien, el arte no es ajeno a esta máxima, sobre todo cuando se desarrolla en un mercado pequeño como el de Uruguay. A subsanar este falla y a conectar los actores de esta relación -artistas y su obra, con el público-, es a lo que se aboca ART/Co. Montevideo, una suerte de galería viva que mediante su plataforma digital se dedica a promocionar, como su mismo nombre lo indica, el mercado de arte en La Muy Fiel. “Lo que detectamos fue una necesidad que claramente creció en Montevideo. A nivel de interiorismo, de gastronomía, y de moda, en los últimos 15 años se produjo un despegue, pero el arte quedó como un sector desatendido, en la medida en que hay un circuito artístico realmente importante. Siempre lo hubo. Uruguay se destaca por la cantidad de artistas visuales que tiene en proporción a sus habitantes, y por su producción de buena calidad, pero es un círculo bastante endogámico, se mueve entre sí. Punta del Este tiene su propia movida y funciona muy bien, pero Montevideo era otra historia. Aunque ahora van surgiendo nuevas propuestas, nuestro objetivo al lanzar ART/Co., fue el de subsanar esa situación”, ilustra Elaiza Pozzi, responsable junto a Verónica Parrado de presentar en sociedad esta propuesta que se cristalizó el pasado 8 de noviembre con una exposición en el World Trade Center.
“Nuestra objetivo es el de conectar la producción artística contemporánea con el mercado. O mejor dicho, la de generar un mercado de arte propiamente. Percibimos una gran falta de información sobre lo que pasa con los artistas y su obra, o más bien, que esa información está muy circunscripta a ese circuito; no se mezclaba con lo social, con la gastronomía, con la moda, o con otras cosas. Quedaba muy encerrado en sí mismo, y si algo no se ve o no se muestra, se pierde el interés y la motivación en eso. Entonces había que sacar esa información a la luz y conectarla con nuevos públicos”, se explaya Verónica Parrado.
Así que el primer paso fue divulgar para generar consciencia y visibilizar la obra de artistas contemporáneos relevantes, y tal vez no tan conocidos por el gran público. “No solo la obra, sino su perfil también. Es muy interesante ver cómo trabajan distintas temáticas mediante distintas manifestaciones. Además, hay distintas disciplinas”, afirma Pozzi. Una vez encaminada esa labor de difusión, lo siguiente fue brindar asesoramiento, que es a lo que el trabajo de las expertas se focaliza también. “Llegan primeros coleccionistas, y gente que se acerca, y dice ‘me gustaría comprar dos fotos, pero no tengo idea de adónde ir', o, 'no sé si lo que me están vendiendo está bien’. Entonces, a esa gente que no está en el mundo del arte, y no tiene tanta información, hay que asesorarla, hacerle saber que adquirir arte no siempre implica que uno tenga que hacer grandes inversiones, y acercarle las propuestas porque también pasa que buscar una obra lleva mucho tiempo y dedicación”.
En sintonía con lo anterior, la dupla comparte que el público interesado suele atajarse. De hecho, “yo no sé nada de arte”, es la frase que escuchan más a menudo. Pero al igual que el paladar, el ojo se hace. “Uno prueba un restaurante, luego otro; va encontrando el gusto, y paralelamente, va detectando niveles de calidad. El arte es como cualquier otra categoría. Hay cosas que tienen un valor académico y un respaldo. No es lo mismo un artista que tiene una formación, que expuso en museos, que tuvo experiencias de residencias, que otro que no tiene nada de esto”, afirma Pozzi. “Por eso mismo –agrega Verónica Parrado es muy importante hacer visibles los códigos que rigen los sistemas del arte, y que se aplican en todos lados. Se trata de ver cómo funciona esto profesionalmente, e ir entendiéndolo de a poco. No hay por qué ser experto, pero sí está bueno que a medida que uno vaya mirando, empiece a percibir elementos e irse dando cuenta de por qué ciertas cosas están categorizadas y valen cierto dinero, y otras no. Esta es información que uno va viendo, por eso lo de hacerse el ojo, pero si no está visible, uno no logra conectar y no puede tampoco empezar a entenderlo ni a disfrutarlo”, sentencia la experta. Y para refrendar este punto, comparte un fenómeno que les llamó la atención cuando empezaron a trabajar el proyecto. “Le pedíamos a gente de nuestra edad que mencionaran a un artista contemporáneo, y no lograban dar con un nombre. Eso es un problema. Por más que uno no compre, saber lo que producen los artistas es un reflejo de la sociedad, es un signo cultural. Vimos mucha desconexión y por eso nos pareció apropiado darle al público el marco necesario”.
En ese sentido, el art show organizado en el World Trade Center en noviembre confirmó el interés latente del público por su tipo de propuesta; en los dos días de exposición circularon por el salón casi dos mil personas de todos los ámbitos y edades.
Dinámica dual
ART/Co. funciona online y offline. A nivel virtual, se vale de redes sociales y de una plataforma en la cual se presenta y comercializa la obra de artistas; “todo con consulta previa y de forma personalizada”. Asimismo, el trabajo de difusión y actualización de la información sobre lo que sucede en el mundillo, se realiza a través de emails, redes sociales y de la propia web.
En cuanto a las actividades presenciales, el equipo ya está programando el Art Show de 2024, aunque aún quedan algunos detalles por afinar. “Realmente el show demanda un gran esfuerzo; desde seleccionar el lugar, que tiene que ser de fácil acceso y a su vez, salirse del circuito habitual... Por eso el año pasado hicimos una propuesta diferente, abríamos al mediodía y duraba todo el día, en lugar de hacerse a última hora. Estos son factores importantes que suman a la propuesta de cada año. Este año posiblemente estemos durante tres o cuatro días”. Por otra parte, las intervenciones puntuales, al estilo de la muestra de fotografía en el local de VIASONO en Punta del Este, auguran una agenda de calidad.
Entre los servicios personalizados que ART/Co. brinda, están el asesoramiento y la gestión de compra de arte con arquitectos, interioristas y desarrolladores. En este caso el equipo se hace cargo de todo el proceso, desde el brief y el relevamiento del espacio, hasta el proyecto, la curaduría y la selección de obras para su posterior presentación. “Para los interioristas y profesionales, este es un trabajo muy específico, que además requiere conocer el cuerpo de obra de artistas. Notamos que a veces los profesionales se acostumbran a trabajar con alguien, y terminan ofreciendo siempre lo mismo. Es también por un tema de practicidad; ir a buscar la obra, armar la propuesta de curaduría, aunque sean tres cuadros para un living, lleva tiempo, y a veces, termina no siendo personalizado. Si bien el cliente puede tener determinadas preferencias, siempre le va a venir bien un asesoramiento más amplio de las opciones que tiene. A lo que queremos realmente apuntar es a que el arte empiece a formar parte de la vida diaria. Siempre decimos que el arte estimula al ojo, al espíritu y a la mente. Implica mucho más que colgar un cuadro en una pared”, comenta la dupla.
“Nuestra objetivo es el de conectar la producción artística contemporánea con el mercado. O mejor dicho, la de generar un mercado de arte propiamente. Percibimos una gran falta de información sobre lo que pasa con los artistas y su obra, o más bien, que esa información está muy circunscripta a ese circuito", explica Verónica Parrado.
Fuera de fronteras
ART/Co. Montevideo está planteada a nivel regional, y aunque la apuesta se enclava en la capital -de ahí, su nombre-, el mercado al que se dirige no es exclusivamente nacional. “Queremos mostrar talento también fuera de Uruguay. El año pasado hicimos una selección de alrededor de 70 artistas que trabajan profesionalmente, que tienen un trasfondo académico, y que consideramos relevantes. Para esa selección trabajamos con Fernando López Lage; algunos de los participantes no tenían galería y otros vinieron con las suyas, firmas excelentes con nombres de muy buen nivel, que están presentes afuera, en muy buenos museos y en grandes colecciones. No queremos ofrecer una web con 80 artistas todos mezclados; es muy importante poder conocer su trabajo y cómo producen. Nosotras queremos focalizarnos en una labor de calidad, y asesorar sobre artistas profesionales, legitimados y evaluados”, ilustra Parrado. "Es que el arte es un tema serio. Es pensamiento, es reflexión, y va mucho más allá de lo que sería la propuesta artística. Por eso insistimos tanto en este enfoque”, acota Pozzi.
Si bien la firma no maneja tope de artistas, y en el lanzamiento en World Trade Center el salón exhibía 70 obras, el plan es mantener una propuesta en torno a ese número porque el objetivo es acompañar la carrera del artista. “Hay muchos creadores en Uruguay, y tienen distintos perfiles, no solo en lo que respecta a las distintas disciplinas: escultura, fotografía, y pintura, sobre todo. Estamos atentas al trabajo de calidad”, explica el equipo. Esta seriedad con la que se maneja, de alguna manera también implica una validación de los autores, en el sentido de que ART/ Co. actúa no solo como agente divulgador de las obras y artistas, sino que conecta con el público, lo que implica un respaldo.
Respecto al trabajo de selección, por más que Parrado y Pozzi pertenecieran al medio y conocieran a los artistas de antemano, todo el proceso confirmó el vacío que hasta ahora imperaba en el rubro. “Esto es algo que desarrollamos con el tiempo; no fuimos a buscar nombres porque los conocíamos, pero igualmente los artistas se mostraron muy agradecidos de que alguien tratara de impulsar el tema. Les gustó mucho la propuesta, y están muy entusiasmados con que su trabajo circule y se les brinden otras plataformas y vidrieras. Hay que pensar que el esfuerzo que hacen las galerías para hacer visible a un artista es enorme; estar detrás, conseguir los fondos para hacer el show, o llevarlos a una feria. Hay mucho trabajo, entonces, cuantas más oportunidades serias existan, mejor”, concluyen.