SONDEO DOCE MESES DESPUÉS
El País consultó a 20 referentes de diversas disciplinas, desde la ciencia política a la semiótica, y así llega a una lista de los principales 10 aciertos y errores del gobierno de coalición.
Pasó rápido: el gobierno de Luis Lacalle Pou y de la coalición —ese que llegó al poder tras vencer al Frente Amplio en el histórico y ya lejano balotaje del 24 de noviembre de 2019— cumple este lunes su primer año de gestión. Atrás quedaron algunos planes y prioridades anunciadas en campaña porque, se sabe, a los trece días el presidente decretó la inevitable emergencia sanitaria por el COVID-19. Y el mundo cambió.
En ese contexto, ¿cuál es el balance de los primeros 12 meses? El País consultó a 20 referentes de diversas disciplinas —desde la ciencia política a la sociología, semiótica, economía, medicina y asesoría en comunicación— y así llegó a una lista de los principales 10 aciertos y errores de la administración.
Aquí abajo podrán leer dos listas con los temas más mencionados en este sondeo. En el primer caso el panorama es más claro. La gestión de la pandemia fue mencionada por casi todos los consultados (18 de 20) como un acierto. Le siguen, entre otros puntos, la aprobación de leyes emblemáticas (con nueve menciones), luego la decisión de evitar la cuarentena obligatoria, la creación del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) y el liderazgo presidencial, todas con siete menciones.
En cuanto a los errores hay mayor disparidad de opiniones, pero figura en un lejano primer lugar el manejo de la política exterior con nueve menciones. Luego la demora en la llegada de las vacunas, los problemas en la interna de la coalición y la economía del país, entre otros temas.
Los 20 que participaron de la consulta
De los 20 consultados, dos politólogos respondieron la consulta pero prefirieron mantenerse en el anonimato. ¿Quiénes son los otros 18 que participaron del sondeo? Estos: el director de la agencia de comunicación Quatromanos Álvaro Amoretti, el doctor en Ciencia Política y consultor Luis Costa Bonino, el sociólogo y director de la consultora Factum Eduardo Bottinelli, Alejandro Butler (director de Butler Posicionamiento & Comunicación), el profesor de semiótica de la Universidad Católica Richard Danta, el contador y socio de CPA Ferrere Bruno Gili, el presidente del Sindicato Médico Gustavo Grecco, el director de la agencia Ciudadana y docente de Comunicación Política Julián Kanarek, el director de la agencia de comunicación Signo Iván Kirichenko, el profesor titular de Ciencia Política Jorge Lanzaro, el economista Aldo Lema, el politólogo Ernesto Nieto, el economista y socio de CPA Ferrere Gabriel Oddone, el catedrático y docente en Ciencia Política Romeo Pérez Antón, la socióloga y directora de la consultora Cifra Mariana Pomiés, la docente en Comunicación Política de la Universidad ORT Montserrat Ramos, el presidente del Colegio Médico Blauco Rodríguez y el investigador y profesor agregado en Sociología Miguel Serna.
Los 10 aciertos de Lacalle Pou en su primer año
La gestión de la pandemia
Durante buena parte de los últimos doce meses Uruguay estuvo entre los países con mejores indicadores relacionados al COVID-19 y la gestión en la pandemia es resaltada como un logro por 18 de 20 de los especialistas consultados en el sondeo realizado por El País.
Así, por ejemplo, el economista Gabriel Oddone, socio del estudio CPA Ferrere, resume lo que entiende es un acierto del gobierno de Luis Lacalle Pou: “Una gestión profesional, proactiva y transparente” de la crisis sanitaria. Eduardo Bottinelli de la consultora Factum apunta que, si el plan de vacunación se concreta como se anunció hace pocos días, “será un gran logro” y Uruguay quedará bien posicionado a nivel mundial en cuanto al porcentaje de población vacunada. El politólogo Jorge Lanzaro remarca la actitud del presidente de salir a explicar y hablar “como el primero de los uruguayos” mientras avanzaba la pandemia. Álvaro Amoretti, de la agencia Quatromanos, recuerda que el COVID-19 explotó con un gobierno que asumía en un país “con severos problemas de empleo” y un déficit que condicionaba la nueva administración.
El presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Gustavo Grecco, destaca que se haya potenciado la capacidad de testeo a través de la Universidad de la República y del Institut Pasteur, pero el más optimista de los 20 consultados es el presidente del Colegio Médico, Blauco Rodríguez, quien habla de una “gestión brillante y casi única en el mundo” de la cual todos los uruguayos, a su juicio, deberían sentir orgullo.
Aprobación de leyes emblemáticas
Hubo obvias discusiones y diferencias en la interna de la coalición durante el primer año de gobierno, pero también es verdad que el oficialismo logró aprobar sin mayores sobresaltos dos leyes emblemáticas, que eran la base de la propuesta de Lacalle Pou: primero la Ley de Urgente Consideración (LUC) y después el Presupuesto Nacional. Esto es destacado por nueve de los 20 consultados en el sondeo.
Tal como dice la socióloga Mariana Pomiés de Cifra, el presidente debió “transar” en muchos aspectos pero la LUC resume “gran parte de su programa” y más de la mitad de los artículos también fueron aprobados por los legisladores del Frente Amplio. Esa ley, afirma el contador y socio de CPA Ferrere Bruno Gili, le ha permitido respetar “sustantivamente” las propuestas electorales que lo llevaron a ganar la elección en 2019.
Libertad y movimiento en pandemia
Aquella idea de priorizar el funcionamiento del país, cuando desde muchos sectores se pedía parar todo e ir a una cuarentena obligatoria, es mencionada como un acierto por siete especialistas.
El director de la agencia Ciudadana Julián Kanarek, docente del posgrado de Comunicación Política de la Pontificia Universidad Católica Argentina, destaca la “apuesta por la libertad” de Lacalle Pou, mientras que el profesor de semiótica Richard Danta de la Universidad Católica del Uruguay dice que la capacidad de evocar “el carácter cívico”, marcada por decisiones como la autorregulación en el aislamiento, ha sido siempre una “marca semiótica” de la cultura uruguaya. Para Pomiés, es simple: “Haber paralizado todo como en otros países hubiera sido dramático. Él se la jugó en su soledad”.
Creación del GACH
La creación del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) —liderado por Rafael Radi, Henry Cohen y Fernando Paganini— es otro de los aciertos según siete de los consultados en el sondeo. Ellos consideran que, entre otras cosas, el GACH llevó tranquilidad a la población y respaldo técnico para las decisiones políticas.
Esto implica una colaboración “efectiva entre el gobierno y la academia”, complementada por un sistema de salud que ha respondido en forma correcta, dice el sociólogo Miguel Serna. El GACH, apunta Grecco, le permitió a Lacalle Pou lograr “altos niveles de consenso” a nivel público. Eso, aclara Kanarek, aunque el presidente “algunas veces escuche y otras no, porque las decisiones políticas van por otro carril”, como se manifestó muchas veces desde el Poder Ejecutivo.
Liderazgo presidencial
El liderazgo del presidente, en medio de una adversidad externa tan fuerte como es una pandemia, es mencionado como un acierto por siete consultados de los 20 que participaron en el sondeo. Lacalle mostró liderazgo “desde el primer día” e incluso en momentos de crisis, como cuando renunció el excanciller Ernesto Talvi, opina el politólogo Ernesto Nieto, fundador de la consultora Ágora, especializada en el interior del país. Para el consultor Luis Costa Bonino, también ha sido vital su “influencia” sobre los demás actores políticos y la autoridad mostrada. Danta, en tanto, habla de un “liderazgo firme y sereno”, y Serna dice que a la vez Lacalle siempre se presentó como parte de un equipo.
Transparencia y comunicación
Aunque también hay quienes lo critican, la decisión de comunicar en forma estratégica y apuntar a la transparencia en medio de la pandemia es marcado como un aspecto positivo por seis especialistas. Iván Kirichenko, director de la consultora en comunicación Signo, destaca que Lacalle tuvo un buen “manejo de crisis” y aplicó una “comunicación de riesgo” de manera rápida y ordenada. “Asumió la incertidumbre, se convirtió en la voz autorizada para hablar de la pandemia, aceptó todas las preguntas con serenidad y puertas abiertas”, afirma. Además, el presidente solo hizo anuncios cuando tenía la certeza de que se cumplirían y “no es nada fácil para un gobierno aguantar la ansiedad de responder críticas o reclamos”, según Kirichenko.
Su colega Alejandro Butler dice que el presidente siempre comunicó “con franqueza y claridad”, pero además en un tono que mostró “empatía y honestidad”. La docente de Comunicación Política de la ORT Montserrat Ramos destaca la capacidad de dar marcha atrás ante los errores: “Un gobierno que rectifica rumbos si es necesario y no tiene el prurito de decir que se equivoca”. Un detalle no menor vinculado a la comunicación: el presidente y su familia, según el semiólogo Danta, lograron transmitir “una domesticidad”, como cuando su esposa Lorena Ponce de León se deja ver haciendo las compras y respeta la espera, lo “que refuerza la mitología mesocrática del Uruguay imaginado”.
Seguridad pública
La seguridad es el único indicador que muestra mejoras en el último semestre, según las mediciones de la consultora Factum. Por eso, Bottinelli dice que es un logro del gobierno fuera de lo sanitario y de la aprobación presidencial.
Colocar el énfasis que muchos esperaban y poner al frente de la cartera al ministro Jorge Larrañaga parece haber sido un acierto, dice el politólogo Nieto. En la misma línea opinan otros tres analistas. Para Butler, Interior ha sido el ministerio más activo en aspectos de gestión y en la visibilidad pública, al menos en la primera mitad del año. “Han tenido una muy buena comunicación”, sostiene el especialista. Amoretti (Quatromanos) dice que se imponía un cambio en el país a nivel de seguridad y se han visto “esfuerzos importantes”, así como resultados que al menos parecen “alentadores”.
El manejo de la coalición
Lacalle Pou llegó al poder con el apoyo de cinco partidos y no existían antecedentes de un formato similar en el país hasta el momento. Ahora en la práctica uno de esos cinco partidos —el Partido de la Gente— ya no existe, tras el aparente abandono de la política por parte de Edgardo Novick. El gobierno tiene como sus dos socios principales al Partido Colorado y Cabildo Abierto, además del Partido Independiente del ministro de Trabajo Pablo Mieres. Si bien ha habido algunos problemas durante el último año, y sobre todo los liderados por el senador Guido Manini Ríos han marcado un perfil y un rumbo propio, el manejo de la coalición sin mayores crisis aparece como otra fortaleza del gobierno de Lacalle.
Eso es mencionado por tres analistas distintos en la consulta de El País. Kanarek lo explica así: “El presidente ha sabido manejar el equilibrio entre tensiones, haciendo una interlocución uno a uno y él mismo es quien atiende los distintos problemas y se reúne con los líderes”. O sea, no se trata de una coalición de gobierno al estilo tradicional, sino una negociación directa del presidente y del Partido Nacional con sus socios. Como se verá en la lista de errores (y no es una contradicción), este tema también aparece como una debilidad del gobierno.
El equipo de gobierno
Es otro tema que también aparece con valoraciones negativas: la conformación del plantel de gobierno, algo que a inicios del año pasado tuvo ciertas complejidades para el presidente y su equipo más cercano. El politólogo Romeo Pérez Antón, catedrático y docente en Ciencia Política, dice que en general la integración del primer círculo del Poder Ejecutivo ha sido “satisfactoria y apropiada para lo que se quería lograr”, mientras que la docente de Comunicación Política Montserrat Ramos menciona que cerca del 80% de las autoridades seleccionadas por Lacalle Pou son idóneas (ella destaca en particular las de Salud, Interior, Defensa y Economía).
Varios elogian al secretario de Presidencia Álvaro Delgado, a quien Lanzaro ve como posible carta de renovación para 2024. “Es una figura positiva y eficiente. Junto a Yamandú Orsi en el Frente, aparece con proyección de liderazgo importante”, dice el politólogo.
Usar instrumentos creados por otros gobiernos
Se ha dicho que la virtualidad en escuelas y liceos ha sido posible en el último año en parte gracias al Plan Ceibal que crearon los gobiernos del Frente Amplio. En esa línea, tres especialistas contestan que un punto alto del gobierno ha sido reconocer y utilizar recursos creados en anteriores administraciones. Así, el economista Gabriel Oddone marca como un acierto el pragmatismo mostrado por el Ejecutivo para canalizar la ayuda a la población vulnerable al recurrir a instrumentos fortalecidos o creados por otros gobiernos, como por ejemplo la tarjeta Uruguay Social y las Asignaciones Familiares. Algo parecido dice su colega Gili: en plena pandemia se reconocieron instituciones que el Estado desarrolló “en su historia de más larga data y reciente”. Y Grecco, el presidente del SMU, destaca que se haya sostenido el Sistema Nacional Integrado de Salud “con todas sus virtudes”, como la cobertura y acceso universal a una canasta de prestaciones.
Otros temas mencionados.
La forma en la que el presidente ha llevado adelante las relaciones con el Frente Amplio es destacada por dos de los especialistas consultados en este sondeo. Uno de ellos es Lanzaro, quien menciona como una fortaleza “elegir con quien conversa” de la oposición. “En el Frente se diluyeron los referentes tradicionales y él fue directo a Orsi. Lo manejó bastante bien desde su punto de vista, aunque quizás al Frente no le haga mucha gracia porque no les debe gustar que elijan con quién hablan”, indica. Desde otra óptica, el sociólogo y doctor en Ciencia Política Serna destaca que el gobierno haya buscado la colaboración de todo el sistema político para enfrentar al COVID-19 y que no se haya “partidizado” la pandemia, como sucedió en otros países: “Hubo diferencias con la oposición pero nunca se rompieron los puentes”, afirma Serna.
Pérez Antón, por su lado, queda solo marcando un logro que ningún otro de los especialistas mencionó: haber orientado la gestión a la búsqueda de “un equilibrio perdido entre Estado y sociedad civil”, algo que a su juicio faltaba en los gobiernos anteriores y no solo con los del Frente, que apoyaban un “estatismo un poco light”. El Estado “no se repliega”, dice el politólogo, pero “deja que otros actúen en el campo educativo, cultural, la salud y la actividad económica”.
Los 10 errores de Lacalle Pou en su primer año
La política exterior
Casi la mitad, nueve de los 20 especialistas consultados por El País sobre el primer año de gobierno de Luis Lacalle Pou, marcan diferentes aspectos vinculados a la política exterior como un error o debilidad. Algunos mencionan la renuncia del excanciller Ernesto Talvi a fines de julio como un aspecto muy negativo. El politólogo Romeo Pérez Antón, por ejemplo, dice que su designación “fue un grave error”, aunque aclara que el propio Talvi fue el que “eligió ir ahí”. La situación, a su entender, afectó al gobierno y dejó un vacío difícil de llenar en un ministerio clave. Para Álvaro Amoretti, director de la agencia de comunicación Quatromanos, el presidente no acertó en ninguna de las designaciones para liderar la inserción internacional: esto es, la de Talvi y tampoco la del actual canciller Francisco Bustillo.
Otros hablan de un problema más de fondo. El economista Aldo Lema menciona una “falta de proactividad” en la promoción de la inversión extranjera y su colega Gabriel Oddone, socio de CPA Ferrere, critica la ausencia de una estrategia de inserción internacional para abrir nuevos mercados. Bruno Gili, también de CPA Ferrere, dice que ese problema se mantiene desde los gobiernos del Frente Amplio e incluso mostró sus consecuencias finales “en las propias dificultades para la gestión de las vacunas”.
¿Y qué pasa con el Mercosur? Eduardo Bottinelli (Factum) opina que no ha habido señales claras con salidas públicas de Lacalle que molestaron en Argentina. El politólogo Jorge Lanzaro cree que al presidente le falta una “vocación Mercosur que caracterizó a Uruguay desde la época de su padre”. Al revés, la docente de Comunicación Política Montserrat Ramos dice que Uruguay sigue atado al Mercosur y que eso no permite abrirse al mundo. “Somos un país pequeño que tiene la necesidad de abrirse y no se está haciendo un buen trabajo”, lamenta.
Demora en llegada de vacunas
En la noche del jueves llegaron, al fin, las primeras dosis de vacunas y, si se cumple el cronograma anunciado, Uruguay podrá ponerse a tiro y superar a otros países sudamericanos. Pero siete de los 20 expertos consultados por El País no dudan respecto a que hubo notorias demoras del gobierno en iniciar el proceso y lo marcan como un notorio error.
El economista Lema dice que eso en parte también se puede atribuir a Cancillería (y no solo a Presidencia y Salud Pública). El presidente del Colegio Médico, Blauco Rodríguez, asegura que se debió “generar mayor celeridad” y “anticiparse”, más allá del posible final feliz. El politólogo Ernesto Nieto piensa que Lacalle “sobrestimó” la capacidad de negociar y la socióloga Mariana Pomiés de Cifra dice que el error fue confiar en el sistema Covax. “En octubre podríamos haber negociado vacunas y no ser de los últimos en empezar. Con el tamaño que tenemos, las dosis que necesitamos no son nada”, indica. En tanto, el semiólogo Richard Danta asegura que faltó una imagen de “claridad de criterios” y eso restó potencia al liderazgo presidencial.
Interna de la coalición de gobierno
Es verdad: a pesar de perfilismos y ciertas tensiones, el gobierno sancionó la Ley de Urgente Consideración (LUC) y el Presupuesto Nacional, como se menciona en la lista de aciertos. Pero es notorio que aún hay cosas a solucionar, tanto en el diálogo como en el manejo de las diferencias en la interna de la coalición de gobierno: ese es un error para seis analistas consultados por El País.
El sociólogo Miguel Serna habla de una “mutación a la derecha y pérdida de diversidad ideológica” en la coalición, con Guido Manini Ríos como socio fuerte. Danta dice que Cabildo Abierto “disputa la autoridad de forma insistente”, al tiempo que Nieto opina que la agenda del oficialismo está “lenta de reflejos” para incorporar demandas sociales que hasta los propios socios de la coalición piden. Amoretti marca en el debe la ausencia de un órgano de coordinación de la coalición. Algo parecido a la Mesa Política del Frente Amplio, donde se puedan discutir a puertas cerradas los temas centrales y se busquen niveles de consenso. Si eso no se concreta, “puede ser perjudicial en los años venideros”, indica. Más directo, Bottinelli afirma que la coalición de gobierno no funciona como tal, sino que es “una negociación de rayos concéntricos sin instancia colectiva”.
El manejo económico
El panorama económico producto de la pandemia es complejo, eso se sabe. Pero cinco de las figuras que participaron del sondeo mencionan el manejo económico del gobierno como un error o una debilidad notoria.
El director de la agencia Ciudadana Julián Kanarek afirma que hay una amenaza a futuro y que las ollas populares son una señal. Eso “en un momento en el que las tasas de interés son bajísimas y que la importancia del grado inversor y del déficit fiscal para evaluar el desempeño de un país ha pasado a un lugar menos importante, por lo que hay un discurso y accionar que podría ser más pragmático y salir de los objetivos de reducción del gasto”. De hecho, recuerda Bottinelli, hay voces incluso desde el oficialismo que reclaman mayor gasto social, más exoneraciones y aportes directos del Estado.
El economista Oddone habla de “oportunidades de mejora” en la economía: dice que la contracción debería estar siendo enfrentada con más recursos públicos para “amortiguar el shock sobre la actividad, preservar el empleo y proteger a la población vulnerable”. Gustavo Grecco, presidente del Sindicato Médico, lamenta la pérdida del salario real de los trabajadores y sostiene que a su juicio es un error y “una definición que trasciende al impacto de la pandemia”.
Elenco de gobierno débil
En los primeros meses de gobierno hubo varios casos de funcionarios cesados o que debieron renunciar por diversas situaciones complejas. Quizás los dos más notorios fueron el expresidente de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), Miguel Loinaz, y el expresidente de Antel Guillermo Iglesias. El tema de la debilidad en el elenco de gobierno fue marcado por cuatro de los especialistas que participaron del sondeo de El País.
Para Kanarek, un asunto central es la notoria ausencia de mujeres en los lugares de toma de decisión, aunque es el primer gobierno con una vicepresidenta electa. “Ni siquiera en la atención de la pandemia hay mujeres que tomen decisiones y la sensibilidad femenina puede ser importante para enfrentar esta problemática”, opina Kanarek, docente de Comunicación Política. Romeo Perez, en tanto, piensa que el problema central está en Cabildo Abierto, aunque deja por fuera a los ministros Daniel Salinas e Irene Moreira. El partido liderado por Guido Manini Ríos, a su juicio, “no ha respaldado debidamente ni a sus propios ministros y en el Parlamento ha habido desplantes y comportamientos que no llevaban a nada y perjudicaban a la coalición” de gobierno.
Sobrexposición y concentración en el presidente
Es evidente que se trata de un gobierno con una concentración muy fuerte en torno a la imagen del presidente, algo que lo ha fortalecido (de hecho, su liderazgo es uno de los aciertos marcados por los analistas) pero eso también tiene sus serios riesgos, como marcan cuatro analistas.
El consultor Luis Costa Bonino observa un “marketing personal demasiado evidente” en torno a Lacalle Pou, algo “empalagoso” para los que no son militantes. Y agrega: “Sus éxitos no necesitaban demasiados aditivos”. Para Lanzaro, la exposición permanente, sobre todo en los primeros meses de la pandemia con conferencias de prensa a la hora de los informativos de televisión, provocó cierto desgaste y en un momento “hubo una indicación de no seguir gastando su figura” con una exhibición pública excesiva. Y Mariana Pomiés, de la consultora Cifra, habla de excesos o de episodios en los que “pecaron de confiados de más”. Pone el ejemplo de las apariciones este verano en La Paloma, algunas en el momento más complicado de la pandemia. “Él es un hombre cercano y quiere mostrarlo. Pero justo enero fue un mes dramático, hubo gente que no se tomó vacaciones o no salía”, afirma la socióloga.
Reclamos sociales
La pandemia ha logrado contener de algunas manera ciertos reclamos sociales pero los sindicatos y el Frente Amplio pusieron en marcha la recolección de firmas contra parte de la LUC, aún con resultado impredecible.
El descontento social es otra debilidad del gobierno, que aparece en el séptimo lugar de esta lista. El semiólogo Danta considera que el gobierno no ha logrado desactivar la movilización contra la LUC y que aún sobrevuela el cuestionamiento hacia la principal plataforma del oficialismo. En tanto, el sociólogo Serna pone luces amarillas ante las consecuencias sociales negativas, ya sea por la pérdida de empleo, aumento de la brecha educativa y pérdida general de bienestar social. Para Grecco, del Sindicato Médico, un error del gobierno es no mostrar “sensibilidad social” y no invertir lo suficiente para apoyar a la población más vulnerable con mayor presencia del Estado.
Educación
La ausencia de una reforma educativa es identificada como un error del gobierno de Lacalle Pou por cuatro de los 20 especialistas que participaron en el sondeo.
Ramos, docente en Comunicación Política de la Universidad ORT, lamenta que no se hable de “una reforma a fondo” cuando el panorama general es “alarmante”. En la misma línea, el politólogo Pérez Antón no observa “orientaciones claras ni acciones concretas”, más allá de un documento que a fines de 2020 presentó la directora sectorial de Planificación Educativa de ANEP, Adriana Aristimuño. A su juicio, debe haber una instancia por debajo del rango ministerial, donde se piensen las nuevas estructuras y directrices educativas. En lo urgente, la socióloga Pomiés observa falta de medidas para permitir la presencialidad plena en la educación pública. “La brecha (con la educación privada) se sigue ahondando y será difícil que vuelvan los chiquilines que se cayeron del liceo”, dice.
Problemas de comunicación
Otra vez: un tema que aparece como acierto también es mencionado como debilidad. Se trata de los problemas de comunicación. Alejandro Butler dice que la fortaleza en la comunicación durante la pandemia provocó “la debilidad más fuerte”, que es la falta de comunicación sobre otros aspectos de la gestión, opacados o invisibilizados. Su colega Iván Kirichenko marca que a fines de 2020 hubo una aparente falta de criterios generales de vocería en el GACH (“hubo demasiadas voces, lo cual no es técnicamente recomendable”) y esto coincidió con una disminución de la cantidad de apariciones públicas del gobierno y con el arranque de la ola de coronavirus de fin de año. Ese fue un período de “vulnerabilidad” en la comunicación oficial.
Por último, Amoretti de Quatromanos sostiene que hay ministerios que en materia de gestión no siguen el ritmo al presidente. Y pone el ejemplo del Mides, donde Pablo Bartol “comenzó bien pero luego perdió protagonismo y visibilidad, cuando la presencia del Estado junto a los más golpeados por la crisis es más importante que nunca” y la gente debe percibirlo.
Reforma del Estado
El economista Lema observa un escaso avance en la reforma del Estado y una ausencia de cambios en el gobierno corporativo de las empresas públicas. Y Gili, de CPA Ferrere, dice que esperaba una estrategia digital para modernizar el Estado en un mundo en plena revolución tecnológica. Igual que la reforma del Estado, también con dos menciones aparece la forma en que se trataron las aglomeraciones en pandemia. Y, solo con una mención, no ir más a fondo en las auditorías y en tratar los problemas de competitividad.