De "esto no es Umpiérrezlandia" a "es un capricho de niños bien": la guerra en Rocha por los megabailes

A una semana de la inauguración, Alma ya vendió 3.000 entradas, pero la Intendencia de Rocha está decidida a no ceder en el cambio de ubicación del local. Juicios, intimaciones y amenazas cruzadas empañan el inicio de la temporada.

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Megabaile Alma en La Pedrera.
Megabaile Alma en La Pedrera.
Foto: Gentileza Alma.

Calienta el sol las costas de Rocha y los turistas cuentan los días para inaugurar las vacaciones: una pausa en la rutina que para algunos significa un descanso en armonía con la naturaleza y para otros, los más jóvenes, una estadía frenética de la playa a los bailes. Para las distintas autoridades rochenses mantener el equilibrio entre los dos universos que hacen vibrar y facturar al departamento no ha sido una tarea sencilla, pero nunca se había llegado al extremo de la situación actual.

Falta una semana para el inicio de una temporada especial. Por un lado son altas las expectativas de los operadores turísticos de recuperarse de la pandemia —que, según supo El País, habría generado el cierre de 156 empresas de distintos rubros— , pero también la gran competitividad en la región extiende un manto de preocupación. En medio de este escenario inestable erige un brutal conflicto entre el intendente nacionalista Alejo Umpiérrez y el conglomerado de empresarios que montó el megabaile Alma, por un cambio en la ubicación del evento donde se organizan fiestas a las que asisten unos 5.000 jóvenes cada noche en la primera quincena de enero.

Los empresarios aseguran que el cambio de reglas que les impone la comuna los perjudicará porque ya habían realizado una abultada inversión en el territorio y el sitio propuesto les resulta demasiado lejano para asegurarse una buena convocatoria. De acuerdo a sus cálculos estarían a ocho kilómetros de distancia. En cambio, el intendente asegura que no hubo ninguna sorpresa porque ya habían sido prevenidos de los planes y aclara que la distancia no es tal: “apenas” a cuatro kilómetros respecto a dónde estaban en La Pedrera y a un kilómetro de La Paloma.

Roto el diálogo, el enfrentamiento suscitó un intercambio de acusaciones que derivaron en dos juicios de amparo contra la Intendencia de Rocha para evitar el cambio de localización. Primero por parte del dueño de la tierra que quedaría vacante; después presentaron una demanda los bolicheros. En ambos juicios, en primera instancia, la Justicia falló a favor de la intendencia, pero luego un tribunal de apelaciones favoreció a los empresarios. Lejos de retroceder, el intendente Umpiérrez embistió con una estrategia que tensó aún más la relación provocando una intimación de la Justicia para que cumpla con el fallo.

Así, el asunto se mediatizó.

Los empresarios plantean que este episodio parece una imitación de la película norteamericana Footloose, en la que una autoridad religiosa prohibía el baile en un pequeño pueblo. Confiados en que la sentencia los ampara, confirman que van a abrir las puertas en la ubicación acordada anteriormente. Umpiérrez, por su parte, asegura que eso no va a suceder y que tomará las medidas necesarias para evitarlo.

Turistas en La Pedrera. Foto: Fernando Ponzetto
Turistas en La Pedrera. Foto: Fernando Ponzetto.

“Nos estamos enfrentando a una suerte de niños caprichosos que están queriendo llevar las cosas a un estado de conmoción pública, de alteración del orden público, porque nosotros en una reunión privada recibimos una amenaza que a mí me molestó mucho, porque no es ni de corte jurídico, ni empresarial, ni de respeto a las instituciones, de que se iba a generar un enfrentamiento colocando jóvenes a la una de la madrugada en la puerta del boliche y a ver cómo los sacaban”, señala el intendente.

El estreno del megabaile está previsto para el próximo 31 de diciembre. Estamos en la cuenta regresiva, pero ninguna de las partes quiere dar el brazo a torcer y entrecruzan nuevas intimaciones. Incluso, los empresarios plantean que “el partido se juega según a quién responda el Ministerio del Interior”: ¿pesará más el fallo judicial o el decreto municipal que ahora está respaldado por la Junta Departamental, tal y como había requerido el Tribunal de Apelaciones? Mientras tanto, Alma ya vendió más de 3.000 entradas VIP.

La "Umpiérrezlandia".

Los empresarios que están detrás de la noche de Rocha no están improvisando. De hecho, son personas con experiencia en el rubro que desde hace años protagonizan los eventos más multitudinarios del departamento y estos marcan la diversión de miles de jóvenes. Han montado boliches para todas las edades y en todos los principales balnearios de Rocha. Desde El Club de Punta del Diablo hasta Barbas en La Paloma. La masividad de este tipo de boliches es tal que durante la primera semana de enero la movida joven planifica sus vacaciones en función de la ubicación de estos bailes. Pero estos empresarios saben lo que su jugoso negocio arrastra: permisos en las intendencias, denuncias por ruidos molestos, sanciones que derivan en multas importantes, contratación de barras y comisiones para los relacionistas públicos.

En el pasado, este grupo de empresarios ya había tenido encontronazos con las autoridades de Rocha, así lo reconoce el propio exintendente frenteamplista Aníbal Pereyra, aunque admite que siempre fue “dentro de un marco de reglas claras”, a diferencia de Umpiérrez. A pesar de esa “experiencia” en los choques, lo que está pasando en estas horas entre los dueños del boliche Alma y el jefe de la comuna escaló a otro nivel, según todos los actores consultados por El País.

Cabe destacar que Frenaco, la sociedad anónima que conglomera a ocho socios principales del megabaile Alma, también tiene a otros asociados indirectos. “Somos como la ONU de los boliches”, bromea uno de los integrantes del grupo. Ellos decidieron unirse en pos de este proyecto en La Pedrera después de muchos años siendo competencia en otros balnearios.

En el enfrentamiento con la Intendencia de Rocha, sobre todo enmarcado en la figura del intendente, los empresarios que integran Frenaco prefieren mantener el anonimato y, a pesar de que dan detalles sobre su versión, piden no ser citados y que el abogado que los representa sirva de único vocero autorizado. Pero durante esta semana surgieron nuevos mojones dentro de la historia que la complejizaron todavía más y la ofensiva de los bolicheros pasó a ser particularmente agresiva, al punto de que uno de ellos, Andrés Mañosa, decidió tomar la posta y resume su postura así: “Esto no es Umpiérrezlandia ni el reino feudal de Umpiérrez, eso tiene que quedar muy claro”.

Alejo Umpiérrez.
Alejo Umpiérrez.
Leonardo Maine/Archivo El Pais

El asunto comienza en 2021, cuando el intendente de Rocha -que acababa de asumir tras haber ganado la elección al Frente Amplio por unos pocos votos- hizo una promesa electoral de terminar con los boliches dentro de La Pedrera para dar tranquilidad a los vecinos. “Lo primero que pasó fue que nos informaron que, si queríamos hacer un mega boliche, tenía que ser a 700 metros de la entrada de cualquier balneario, por eso elegimos esa ubicación para Alma y montamos todo ahí”, cuenta Mañosa y hace referencia a que la inversión cerca de La Pedrera superó los 250.000 dólares.

Hecha esta inversión para abrir en 2022, el verano del 2023 significaría “el año de la ganancia”. La entrada a una de estas fiestas cuesta unos 25 dólares si se compra en el día, pero lo frecuente es adquirir el abono por quincena, con entradas VIP que llegan hasta los 120 dólares. De esas ya se han vendido unas 3.000, lo que significa un compromiso de 200.000 dólares para los empresarios.

El conflicto con Umpiérrez se desató en junio, cuando para sorpresa de los empresarios el intendente derogó la resolución anterior que hablaba de 700 metros como mínimo para ubicar a los megabailes y estableció que estos debían ubicarse en el eje de la ruta 15 que va desde la ciudad de Rocha hasta La Paloma. Específicamente entre la ruta 9 y la ruta 10. Según los dueños de Alma, la nueva resolución de Umpiérrez llegó “de la nada” y no obedece a lo que inicialmente acordaron con la intendencia cuando se construyó el boliche. “Nosotros hacemos fiestas todo el tiempo y lo más común es tener estructuras desmontables. Desde la carpa hasta el escenario o las barras. Si nos hubieran avisado que esto iba a funcionar solo un verano no hacíamos una infraestructura como para quedarnos varios años”, asegura uno de los dueños.

Los empresarios presentaron un recurso de amparo planteando que se violentó su “derecho a la libertad de empresa”. Al ser rechazado en primera instancia por un juez rochense, los dueños de Alma empezaron a negociar con el intendente para finalmente cambiar la ubicación del megabaile y cumplir con la nueva resolución. Pero en plena negociación “cayó del cielo” la noticia de que el Tribunal de Apelaciones de segunda instancia había determinado que Alma debía seguir funcionando en su ubicación actual, condenando a la intendencia a “permitir la explotación del local bailable conforme la autorización previamente conferida hasta tanto el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) se pronuncie”.

“Un capricho de niños bien”.

Todo esto empieza con una promesa de campaña, ya se sabe. Alejo Umpiérrez prometió que acabaría con “el desbunde” de La Pedrera, la joyita de Rocha que “estaba destinada a ser el otro José Ignacio” hasta que irrumpieron los megabailes, se sumó la celebración del Carnaval y “lo destrozaron literalmente”, dice el intendente. “El daño es que perdimos una cantidad de gente del jet set argentino, que se había ido a ubicar a La Pedrera, generando un encadenamiento virtuoso de gente que iba trayendo gente, y que iban aumentando los valores inmobiliarios, generando inversiones y fuentes de trabajo, y eso se rompió. Hoy en día de todos esos no queda nadie”, asegura Umpiérrez.

TURISTAS DEL FUTURO.

El rol de la movida joven en el turismo de Rocha.

A pesar de que Alejo Umpiérrez cree que La Pedrera debe transformarse en el José Ignacio de Rocha y los megabailes de jóvenes van en el sentido contrario a esto, la edila del Frente Amplio y exdirectora de Turismo de Rocha, Ana Claudia Caram, asegura que el joven es un “turista valioso” para el departamento. “No se tiene en cuenta que es el turista del futuro porque hoy los que vienen a vacacionar siendo grandes son los mismos que antes vinieron de jóvenes a los boliches. Hay una inversión a futuro y por eso aportan mucho a Rocha como destino”, indica Caram.

Según el relato del jerarca, se decidió relocalizar los bailes “de manera que todos tengan un lugar bajo el sol”. Sobre esa base, el primer año tras la pandemia “dijimos los bailes se van del interior de La Pedrera”. En ese momento -continúa el intendente- uno de los socios de Alma se reunió con él y le planteó que tenía una inversión hecha, “vamos a hacer que esto no sea abrupto de un año para el otro, me propuso y yo cedí momentáneamente, le dije ‘mirá es un compromiso electoral pero lo diferimos para el año que viene’”.

Umpiérrez les indicó que ubicaran el baile a 700 metros de la entrada del balneario, “sabiendo que luego se tenían que ir a un lugar más lejano, equidistante de todos los balnearios”. El verano de 2022 se hizo el baile, “tuvimos problemas con los vecinos y nosotros transmitimos en los medios que era transitorio, que el año que viene ya no iban a estar en ese lugar”, pero después me enteré que los empresarios decían que no se iban a ir.

El intendente emitió una resolución revocando la habilitación de Alma (dictada el 21 de noviembre de 2021), argumentando que establece límites territoriales a los bailes, que implican la prohibición de instalarse entre los balnearios La Paloma y Santa Isabel. Si bien Umpiérrez dice que las habilitaciones son anuales, los empresarios lo desmienten.

Por su parte, los bolicheros iniciaron acciones administrativas para impugnar esta resolución ante el TCA, pero anticipándose a la demora de estos procesos, para llegar a tiempo con la temporada, emprendieron un juicio de amparo sosteniendo que, la revocación no expresó una motivación contundente, que el intendente no tiene potestad para definir políticas territoriales ni limitar la actividad económica en el departamento estableciendo una zona de exclusión para una actividad en particular ya que a tal efecto se necesitaría la intervención de la Junta Departamental.

El Tribunal de Apelaciones, en tanto no se expida el TCA, determinó que si bien el intendente puede revocar la habilitación, debe intervenir la Junta Departamental para determinar “los requisitos que deben cumplir los administrados para obtenerla” en materia de ordenamiento territorial.

Entonces Umpiérrez, que es abogado de profesión, trazó una feroz estrategia de ataque: derogar la resolución y enviar un proyecto de decreto a la Junta Departamental recogiendo el mismo contenido. “Lo que hice fue cumplir con lo que indicó el Tribunal. Al derogar la primera resolución cae todo el juicio, porque se me había pedido la suspensión de un acto y en realidad yo anulé el acto”, justifica el intendente.

A su modo de ver, “los derechos constitucionales de empresas no son derechos absolutos, son derechos relativos que admiten limitaciones en aras del interés general de Rocha, representado por su gobierno” y además dice que los megabailes constituyen una actividad comercial tan regulable como cualquiera.

Acto seguido, la intendencia intimó a los empresarios a abstenerse de realizar actividades en el predio de Alma bajo apercibimiento de imponer sanciones y eventuales responsabilidades civiles y penales. Este comunicado apareció pegado en los postes del boliche.

Los empresarios contraatacaron y pidieron la ejecución de la sentencia, expresando que el accionar de Umpiérrez “es una burla a lo decidido por la Justicia” y que establece una nueva política territorial de ordenamiento omitiendo la participación de la sociedad en la discusión. “La intimación judicial implica que la intendencia no puede no cumplir, si lo hace está en desacato porque la ley de ordenamiento territorial expresa bajo pena de nulidad que tiene que cumplirse las etapas de participación de todos los alcanzados por la política territorial”, argumenta Renzo Gatto, el abogado de los bolicheros.

Intimación de la Intendencia de Rocha en el predio del boliche Alma.
Intimación de la Intendencia de Rocha en el predio del boliche Alma.
Foto: Gentileza Alma.

Umpiérrez descarta esta posibilidad. “En todo caso deberían haber impugnado el decreto de la junta y no lo hicieron”, plantea. Esto implica conseguir en solo 10 días el apoyo de 11 ediles o 1.500 firmas. “Pretenden generar una confrontación entre las autoridades y los jóvenes que vayan al baile. Eso que están haciendo, sin ningún fundamento jurídico, es un delito, o dos delitos: instigación pública a delinquir y asonada”, advierte Umpiérrez y agrega: “Este es un capricho de niños bien. ¿La hipótesis que me plantean es que debo renunciar a la potestad de un gobierno de regular las actividades y de generar condiciones para el turismo para que ellos hagan su pingüe negocio de casi un millón de dólares en 15 días? ”.

Tironeo por la Policía.

La votación del proyecto en la Junta Departamental no fue unánime. Ninguno de los ediles del Frente Amplio apoyó la iniciativa del intendente y se aprobó únicamente con votos del Partido Nacional y Colorado. La negativa de la oposición tuvo que ver con la “poca planificación” para realizar el cambio de ubicación del boliche. En ese sentido, la edila frenteamplista y exdirectora de Turismo del departamento, Ana Claudia Caram, explica: “Se nota que esto es improvisado y eso no nos gusta. Se debe abrir para esta temporada porque ya estamos muy sobre la fecha y todo el balneario se prepara para recibir a la gente con mucha anticipación, no se le puede decir a los comerciantes que de golpe no van a vender como esperaban”. Caram asegura que a partir del año que viene tendría sentido redefinir la ubicación de los megaboliches, pero que para esta temporada “ya se hizo tarde”.

Sergio Muniz, el alcalde frenteamplista, también es crítico con el accionar de Umpiérrez. Dice que la incertidumbre que ha generado esto llevó a una “gran preocupación” en la comunidad, entre los que están a favor del baile y en contra: “A esta altura de la temporada es bastante desconcertante tener este tipo de conflicto”. A su vez, el exintendente Aníbal Pereyra plantea que “lo realmente sorprendente es que la ubicación a 700 metros de los balnearios que hoy se discute la planteó el actual gobierno”. Pereyra explica que para ordenar la zona de boliches otros gobiernos departamentales habían localizado a varios de los megabailes en La Aguada. Además, señala que el nuevo sitio señalado en la intersección de la ruta 10 y la ruta 15 forma parte de la zona protegida de la Laguna de Rocha y lo describe como un sitio “problemático” porque la distancia obligaría a que los jóvenes se desplacen en vehículos en una ruta muy transitada, lo que podría ocasionar accidentes.

Carnaval de La Pedrera.
Carnaval de La Pedrera.
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

Hundidos en un mar de incertidumbre, el miércoles pasado el propietario del terreno en donde se ubica Alma recibió una intimación de la intendencia en donde se le advierte que la construcción será demolida si no se presentan los planos y las habilitaciones correspondientes en un plazo de 10 días hábiles. Y en la tarde de ayer, al filo del inicio de la feria judicial, el abogado Gatto jugó su última carta ante la Justicia reiterando que se intime el cumplimiento del fallo y que se ponga al tanto a la Policía del mismo.

Parece ser que el nuevo capítulo de este conflicto se jugará en el Ministerio del Interior. El jueves 22, durante el lanzamiento del operativo Verano Azul, Umpiérrez declaró a la prensa que Alma no abrirá y junto a él estaba el ministro Luis Alberto Heber, que se mantuvo en silencio. Los empresarios no saben cómo leer esta señal, pero temen lo peor, por eso le enviaron una carta al ministro. ¿La Policía responderá al decreto municipal o al fallo judicial?. Fuentes de la cartera de seguridad confirman que “si hay un decreto hay que acompañarlo”.

A una semana de que comience la fiesta en Rocha, todavía está por verse si este verano se baila o no se baila.

EXPERTO

El drama del boliche Alma y el visto bueno de un grado 5.

A partir de la situación judicial que protagoniza el megaboliche Alma y la Intendencia de Rocha, los dueños del local bailable tuvieron que enfrentar algunos costos adicionales que no habían calculado previamente, como por ejemplo la contratación de un experto grado 5 en Derecho Procesal para que analice el ida y vuelta entre las partes y dé su visión al respecto.

Los responsables de Alma llamaron a Gabriel Valentín, quien estudió el caso y emitió un escrito al que accedió El País en donde determina que la sentencia de amparo que favorece a los dueños del boliche “contiene una condena a no hacer” que debe ser cumplida “plena e inmediatamente por la intendencia condenada”. Es decir, permitir la apertura del megabaile en el lugar que se encuentra actualmente. Con respecto a las intimaciones realizadas por la comuna después de la sentencia de Apelaciones, el abogado indica que estas son “directa y frontalmente violatorias de esa condena”. En este sentido, Valentín señala que “si la condenada persiste en el incumplimiento, se podrán imponer conminaciones personales y económicas”.

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