De la fiesta al luto

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Para un investigador de EE.UU., las drogas sintéticas se dan por el prohibicionismo. Foto: AFP.
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Christopher Polk - AFP - GETTY I/AFP

Cada mes ingresa a los hospitales uruguayos un intoxicado grave por consumo de drogas de síntesis. El aumento de casos está relacionado a una mayor demanda y a la falta de información sobre las propiedades de las pastillas que circulan en el mercado. El gobierno pretende ajustar la regulación de las fiestas para disminuir los riesgos..

Alguien quiere entrar ocho pastillas escondidas en el calzoncillo, pero el patovica que está en la puerta reconoce la maniobra y lo lleva detenido. El sábado 16 de abril empezó hace apenas unos minutos. Miles de jóvenes llegan para disfrutar de una fiesta electrónica. Quienes consumen ya compraron su droga con antelación, la entran en el bolsillo o en una media envuelta en nylon. Algunos dan una vuelta, caminan hacia el sector de fumadores que está a solo 50 metros y ese recorrido les demora más de 10 minutos. Algo no anda bien. En Facebook decía que a la fiesta acudirían unas 9.000 personas y hay más de 20.000, pero no importa. La música acompaña, las luces son de última generación y hay "buena onda". Desde febrero esos miles de jóvenes esperaban por esta versión argentina de la fiesta Time Warp.

Para quienes no trajeron su pastilla, pasti o rola, como le dicen cariñosamente al éxtasis y otras drogas de síntesis, hay vendedores en la propia fiesta. Ofrecen unas con forma de Minions, de Hello Kitty, Dominó y hasta unas con logo de Súperman que promete "hacer volar". Es la misma marca de las 21.436 dosis que la Policía uruguaya incautó el pasado martes en el aeropuerto de Carrasco, aunque tienen distinto color y aún no se comprobó si se trata de la misma composición química. Pocos consumidores lo saben, pero desde hace un año que el sitio español energycontrol.org, de usuarios especializados, viene alertando sobre la letalidad de esta sustancia. Sobre todo si, como ocurrió en la fiesta argentina donde fallecieron cinco jóvenes, las condiciones del lugar no son las propicias: alta temperatura en el ambiente, dificultad para acceder al agua y poco espacio para "el achique".

Cuarenta y cinco minutos después de la ingesta de la pasti comienzan las ganas de "abrazarlo todo", dice uno de los jóvenes que estuvo en la fiesta. La euforia dura unas horas, aunque luego hay quienes van estirando "el pegue" con otras drogas. Esta vez la empatía se corta de golpe. A eso de las cuatro de la mañana la luz se transforma en oscuridad. Uno de los jóvenes en esa fiesta es uruguayo, acaba de convulsionar y lo llevan de urgencia a la enfermería.

La historia termina con su velatorio, que se realizó el viernes. Su caso es excepcional, pero no por ello un "hecho aislado". En Uruguay se registra un intoxicado grave por mes, al menos en el último medio año, por el consumo de drogas de síntesis. "La cifra de intoxicados implica un aumento significativo respecto a años anteriores", dice Alba Negrin, quien lleva el registro en el Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina. Pero es tres veces inferior a los ingresados en las emergencias por consumo de alcohol o pasta base, aclara.

Las drogas sintéticas son sustancias que se producen por síntesis química en pequeños laboratorios. Por año surgen unas 200 drogas nuevas, según las Naciones Unidas. La mayoría de las que entran al país proviene de Holanda y hasta el momento no "se encontraron cocinas de producción locales", señala Walter Menéndez, director de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas. Tampoco hay datos de uruguayos implicados en el gran narcotráfico de estas pastillas. En todo caso, los aeropuertos uruguayos son un lugar de tránsito. La ruta principal nace en Europa, entra en avión a Uruguay y pasa en barco hacia Argentina.

Los consumidores uruguayos suelen gastar $ 600 en promedio por una pasti. Algunos la adquieren con dealers y otros la compran por internet. En la red oculta las Súperman cuestan tres veces menos.

Las Súperman suelen tener PMA y PMMA, dos drogas que fueron sintetizadas por primera vez en 1910 y en 1940, respectivamente. Eran sustancias que la industria farmacéutica estaba evaluando como potenciales broncodilatadores. Pero "vieron que aumentaba demasiado la temperatura corporal, la presión arterial y el azúcar en sangre, por lo que desistieron", cuenta a El País Paul F. Daley, investigador del Instituto Shulgin, fundado por el descubridor de los efectos psicológicos del éxtasis.

"La extensión de estas pastillas que casi no contienen éxtasis puro", dice Daley, "es atribuible al intento equivocado de los gobiernos de prohibir el uso de drogas conocidas y seguras".

Algunos defensores de la reducción de daños, instalaron pequeños laboratorios químicos en las puertas de las fiestas europeas para que los usuarios puedan consultar qué sustancia están consumiendo. "Pero estas iniciativas son escasas y la gente sigue confiando en el boca a boca", explica el investigador estadounidense.

Reacciones

. La Terraza es la fiesta electrónica que más convoca en Uruguay. Se hace una vez por mes y congrega a 3.000 asistentes. Comienza a las cuatro de la tarde y termina a la medianoche. La fidelidad de su público, nada despreciable, da cuenta de una movida que pasa una nueva Luna de Miel. El 12% de los jóvenes de entre 16 y 29 años declara que la música electrónica es su estilo favorito, según la encuesta de Consumo Cultural 2014 del Ministerio de Educación y Cultura. Pero por más grande que sea la producción, "no hay protocolos del Estado ni directrices de qué hacer", dice Luciano Garrido, uno de los organizadores.

Según cuenta este productor, en sus fiestas hay un stand con información sobre drogas y una ambulancia por "iniciativa propia". También hay agua mineral a $ 100 la botella de medio litro. "Y a nadie se le ocurre cerrar las canillas, como se ha dicho en Argentina", aclara. Garrido argumenta que su equipo está dedicado a brindar un buen producto cultural y que no puede "controlar la circulación de drogas" porque no tiene las herramientas legales.

La adjunta a la Secretaría de la Junta Nacional de Drogas, Susana Grunbaum, aclara que "desde el primer Pilsen Rock que hay medidas que cumplir". Pero reconoce que "el sistema no está 100% regulado".

El gobierno pretende regular y exigir la "disponibilidad de servicios sanitarios, agua, espacios de descanso y medidas de cuidado concretas para las personas", señala un documento de la Junta Nacional de Drogas al que accedió El País. Al mismo tiempo un equipo de Facultad de Química y la Policía buscan conocer la trazabilidad de las drogas que circulan en las fiestas.

Cuestión química.

En la última década solo se recuerda una uruguaya fallecida en el país por el consumo excesivo de drogas de síntesis. Puede que haya otros casos, sin embargo no suelen reportarse al Departamento de Toxicología. A diferencia de la muerte súbita del lactante, en los adultos no siempre se exige la autopsia clínica.

"Sí sabemos que buena parte de los intoxicados graves tienen químicos variados mezclados con anfetaminas", dice la toxicóloga Negrin. Este tipo de sustancias son estimulantes del sistema nervioso central, como las metanfetaminas.

Algunos de estos químicos son usados en el tratamiento de enfermedades psicomotrices, como también en la salud animal. A nivel recreativo se ha tendido a identificarlas con las fiestas de música elec- trónica.

Este prejuicio despertó un debate en Argentina: ¿es culpa de la música? No hay evidencia científica que asocie un estilo musical con una droga, ni siquiera entre el reggae y la marihuana, aunque ambas sean parte del movimiento rastafari.

Tampoco hay una asociación directa con la edad. Los últimos ingresos a emergencias por el consumo abusivo de drogas de síntesis fueron de jóvenes entre los 17 y 30 años. Son quienes más participan de fiestas y, al no ser una droga adictiva, se emplea para la recreación.

Sin importar la edad, las consecuencias primarias de una intoxicación son similares: mandíbula dura, pupilas dilatadas, sudoración, excitación motriz y taquicardia. Es una cuestión química.

Ante este escenario, ¿por qué asumir el riesgo? "Por placer, por experimentar, por probar", son las primeras respuestas que da el antropólogo Marcelo Rossal.

"Para aguantar la cantidad de horas que dura la fiesta saltando, bailando, despierto", dice uno de los uruguayos que acudió a la Time Warp.

Esta edición de la fiesta de origen alemán terminó oficialmente a las seis de la mañana. Sin embargo, algunos de los asistentes que terminaron graves todavía no se han recuperado.

mitos extendidos de consumir pastis

uSi se toma la dosis justa no ocurre una intoxicación. La Junta Nacional de Drogas aclara que la mejor prevención es no consumir. Aun así, se recomienda informarse previamente cuál es la dosis promedio y no repetir la dosis durante el resto de la fiesta. Mucho menos es aconsejable la combinación con otras sustancias, una realidad cada vez más extendida, señala la toxicóloga Alba Negrin. La mezcla con alcohol aumenta la deshidratación. Y con cocaína el estímulo.

u El agua todo lo cura. El consumo de drogas de síntesis genera un "golpe de calor". Eso hace que sea necesario consumir agua o bebidas que repongan las sales del cuerpo, aun cuando no se tenga sed. También es preferible el agua de la canilla a no tomar. Pero se debe hacer en pequeñas cantidades. Algunas de las muertes más comunes son por la sobrehidratación.

uEl éxtasis no da resaca. Cuando las pastillas dejan de hacer su efecto se dice que comienza la bajada o la depresión. Es verdad que ese momento no suele estar acompañado con abundantes mareos, como con el alcohol. Más bien se siente un cansancio. Pero "cuanto más cantidad y más continuamente se use éxtasis, la subida dura menos y la bajada es más fuerte y los efectos adversos más intensos", advierte la Junta de Drogas.

u Es una droga de ricachones. Entre la entrada a la fiesta, el transporte, el consumo y una pasti, los usuarios suelen gastar $ 2.000 en una noche. A su vez las drogas de síntesis están asociadas a la movida electrónica y esta a un público selecto y eso tiende a etiquetar. Sin embargo "hay consumidores de todos los sectores y quien quiere consumir hará lo imposible para conseguir el dinero", explica Negrin.

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Para un investigador de EE.UU., las drogas sintéticas se dan por el prohibicionismo. Foto: AFP.

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