La escena sucede en algún momento de 2023. Un auto de la Fuerza Aérea Uruguaya ingresa al estacionamiento de un shopping de Montevideo. A simple vista es un vehículo más porque la matrícula lleva las letras QAD y no las tradicionales FAU. Solo lo sabe otro integrante de la Fuerza Aérea que justo pasa por ahí en ese momento y toma una foto en la entrada al centro comercial. Más tarde la reenvía por WhatsApp a otros integrantes de la fuerza.
Fines de febrero de 2024, hace unas semanas nomás. Un brigadier general está de vacaciones en una cabaña de la Fuerza Aérea en Santa Teresa con el auto oficial pero con chapa civil, también QAD. Otro integrante de la fuerza le toma fotos al auto, que no debería ser utilizado para vacacionar. Confirma que el general está en la casa y envía la imagen a otros compañeros.
Un auto oficial en el shopping. Otro en el parque de Santa Teresa. O varios autos oficiales en la villa militar de Carrasco, donde viven unos 100 oficiales de la Fuerza Aérea y sus familias. Hay efectivos que, cansados de lo que entienden como un mal uso de los autos por parte de los altos mandos, desde hace un tiempo hacen tareas casi de espionaje. El País accedió a varias de estas imágenes y documentos generados por este grupo.
Pero primero hay que explicar por qué hay autos oficiales con matrículas civiles: al menos 15 vehículos de la Fuerza Aérea tienen matrícula QAD, según un documento al que accedió El País. De hecho, en diciembre el director de Transporte de la Fuerza Aérea, coronel Jorge Maubrigades, pidió a la Intendencia de Durazno la exoneración de la patente para esos autos (al igual que lo habían hecho años anteriores) y tuvo el visto bueno.
¿Por qué esos 15 autos tienen matrícula de Durazno? La respuesta no es clara pero el intendente Carmelo Vidalín supone lo siguiente: “Deben ser autos que pertenecen a la brigada aérea 2 de Durazno; no se me ocurre otra cosa que sean todos autos de acá”, dice a El País. Pero la realidad es que muchos de esos vehículos se usan desde la base en Montevideo. Se estima, según la versión oficial de la Fuerza, que esas matrículas civiles están para realizar tareas de inteligencia y para la lucha contra el narcotráfico, entre otras tareas. Pero no deberían usarse para viajes particulares, claro está.
¿Una compra en un shopping o unos días en Santa Teresa pueden tener vínculos con tareas de inteligencia? ¿Con qué criterio se usa la matrícula civil? Una fuente del gobierno afirma que hay una normativa que “ampara” a usar matrículas civiles en los autos del Ministerio de Defensa pero aclara: “Ojo, una cosa es usarlas para un operativo secreto y otra para ir al súper”.
Matrícula siempre pronta.
El tema, según informan a El País integrantes de la Fuerza Aérea que piden no ser identificados para evitar represalias, es que los autos cambian sus matrículas de oficial a civil según conviene y que a veces tienen usos que no son estrictamente laborales. Es más, relata uno de ellos, algunos han llevado la matrícula civil “en la valija del auto” y se “la mandan cambiar al chofer”; “es algo que está naturalizado”.
¿Quiénes están habilitados para usar esos autos oficiales con matrícula civil? El general del aire, un ayudante del comandante en jefe, cinco brigadieres generales y algunos pocos de los cerca de 50 coroneles (estos últimos no tienen chofer asignado). Uno de esos coroneles está a cargo del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea: en su caso sería lógico el uso de un vehículo con chapa “particular” para tareas encubiertas.
La versión oficial en el caso del auto en Santa Teresa, como se cuenta más adelante en este artículo, es que estaba allí para hacer tareas con un dron. “Pero él (el general involucrado) no tiene nada que ver con inteligencia ni con drones”, explica un informante. Otro pregunta: “¿Los máximos jerarcas hacen tareas de inteligencia o es el personal el que hace esas tareas?”.
En la villa ubicada en Carrasco también es común ver autos oficiales, aunque habitualmente con la matrícula FAU. El País accedió a videos grabados en el lugar en la noche que lo demuestran. Pero esos autos no deberían estar allí porque los vehículos deben pernoctar en la base.
Es habitual que “duerman en las casas”, dice una fuente de la fuerza, “depende si tienen chofer o no”.
A varios de estos generales los van a buscar a la casa muchos días; “eso no está necesariamente mal; mal está irse de vacaciones con el auto”, dice un informante. También “los autos los han usado las señoras (esposas) por ejemplo o el chofer las lleva”, dice una fuente con acceso a la información interna sobre el transporte. Es una costumbre que no es del todo ética ni legal “pero viene de antaño”. Una fuente militar relata, por ejemplo, que uno de los cinco brigadieres generales va seguido a trabajar con la QAD; “no solo va a pasear, se mete en la unidad con esa matrícula”. En otros casos solo a veces se los ve con la matrícula civil en la Base Capitán Juan Manuel Boiso Lanza.
La nafta la paga la fuerza: se pone en el surtidor de la base o con tags en estaciones de servicio. Muchos vacacionan en el complejo de Santa Teresa; “felizmente ya no pasa pero antiguamente se llevaban carne de la unidad; es un avance en medio de la locura”, dice una fuente de este grupo.
Irse de vacaciones "no es el fin".
¿Y cuál es la versión oficial? El general del aire Luis De León, comandante en jefe de la Fuerza Aérea, responde a El País mientras espera que llegue a la sede del comando el nuevo ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, en una visita protocolar. Durante la charla telefónica irá cambiando su versión y por eso se reproduce casi textual.
—Un segundo te puedo atender —responde—, estoy esperando al ministro.
—Quiero consultarlo por los autos con doble matrícula.
—No hay autos con doble matrícula. Hay vehículos con matrícula particular, son vehículos que usamos para actividades reservadas como drones, en el combate al narcotráfico.
—¿Actividades de inteligencia?
—Con los drones y todo eso por un tema de narcotráfico.
—¿Ese es el objetivo?
—Ese es el objetivo.
—¿Cuántos autos piensa usted que están en esa situación?
—Pah, tendría que ver pero deben ser tres o cuatro. Ponele cinco. Pero no existe la doble matrícula y se paga lo que tiene que pagarse.
—Me explicaron que tienen la matrícula oficial FAU pero a veces se cambia por una civil, QAD. ¿En qué situaciones se pone al auto la matrícula particular?
—No, no, no. Son con matrículas particulares.
—Yo tengo un documento de la Intendencia de Durazno de fines de 2023, donde se resolvió exonerar a 15 vehículos QAD de la Fuerza Aérea.
—Eso es real porque son matrícula de Durazno.
—Usted me dijo tres, cuatro o cinco, pero según mi registro son 15. Eso dice el documento de la intendencia.
—Deben ser 15 sí. Sin duda deben de ser. Es la realidad.
—¿Pero los 15 autos se usan para tareas de inteligencia?
—Claro.
—Suena mucho. ¿No hay uso particular? Irse para afuera un fin de semana...
—No es el fin —dice el comandante y hace un silencio que se torna incómodo.
—Una cosa es que no sea el fin, otra cosa es que no suceda.
—Bueno, yo soy la autoridad. Si sucede y lo detectamos, está mal.
—En febrero hubo un brigadier general que estuvo en Santa Teresa con el auto oficial pero con matrícula civil, según un registro que nos pasaron.
Otra vez unos segundos de silencio. Hasta que responde:
—Eso que estás diciendo yo no lo conozco y, si existe, se tomarán las medidas necesarias para que no suceda.
—La situación que le comento y es actual, es de un auto QAD; le puedo decir el número de la matrícula (N. de R.: se omite en la nota por razones de seguridad).
—No estaba vacacionando. Es reservado; al periodista no se lo debería decir: estaba haciendo unas operaciones de drones para control del narcotráfico. Ahí nosotros tenemos lugar para que la gente se quede, paran en Santa Teresa. Acá es todo fácil… Usamos esos vehículos para ciertas actividades en las que no queremos que se reconozca al personal. Muchas actividades las tenemos en el este y usamos equipamientos para apoyar a la justicia.
—El tema es que ese vehículo lo usa habitualmente un brigadier general determinado y coincide con días en que ese general que tiene ese auto había pedido una casa en Santa Teresa. Le digo el nombre de la cabaña: Gaviota. Para vacacionar, se supone, la pidió entre el 16 y el 26 de febrero, según registros oficiales. Y el auto al menos estuvo ahí entre el 23 y el 25, según las fuentes.
—Que sea para vacacionar es relativo.
—Pero son días que había reservado la casa, lo irregular es que vaya con el auto oficial y quizás con nafta pagada por la fuerza.
—Ahí no debería. Pero en ese período estuvieron operando las unidades.
—También hay una foto de un vehículo QAD en el Montevideo Shopping.
—Puede ser, hay que ver qué estaba haciendo ahí.
—¿Qué misión de inteligencia puede estar haciendo un general o coronel de la Fuerza Aérea en el Montevideo Shopping? Cuesta creer.
—Sí, puede ser. Le averiguo. ¿QAD cuánto me dijo?
—QAD XXXX (no se incluyen los números por razones de seguridad) en la entrada al shopping, en la cola para el tickecito de ingreso.
—Eso no lo sé.
—Usted no puede controlar a todos.
—Lo puedo averiguar pero sí sé que tenemos matrículas civiles, operamos en ciertas actividades con ellas, el ministerio sabe. Y nada más. Es lo que yo sé.
—¿Cuántos vehículos tienen en total, más allá de estas matrículas?
—Son los oficiales. Son x cantidad de vehículos. De repente vos tenés más datos que yo —se ríe.
A los minutos, llega un mensaje por WhatsApp: “Te van a llamar de RRPP”. Y unas horas después, Marisol Diana, directora de Relaciones Públicas de la Fuerza Aérea, escribe una corta comunicación: “La Fuerza Aérea cuenta con algunos vehículos con matrícula civil para cumplimiento de misiones de carácter reservado, varias de ellas en apoyo a diferentes ministerios. El hecho de que un vehículo esté asignado a una persona no quiere decir que sea para su uso exclusivo. En caso de ser necesario es usado para cualquier otra misión o comisión, tal cual es el caso que usted consulta”. Y no respondieron más preguntas.
Hace tres años.
Hay un antecedente: en 2021 el programa Santo y Seña de canal 4 emitió un informe en base a la denuncia de un militar sobre el uso del combustible en la Fuerza Aérea. En aquel entonces (y desde varias décadas antes) buena parte del combustible que recibía la base aérea era repartido entre oficiales y personal subalterno, según la denuncia. El personal cargaba el combustible en los autos particulares, según el denunciante, que brindó testimonio a Santo y Seña cubriendo su identidad y explicó cómo él mismo recibió vales para cargar combustible. La denuncia fue respaldada con cámaras ocultas.
Combustible para todos: "Estaba bien"
“Yo consideraba que estaba bien. No regalábamos combustible; era porque la Fuerza Aérea no tenía medios para moverse y había una reglamentación interna para que aquellas personas que hacían ciertas actividades y no podían ir en vehículo oficial (porque no había) iban en su auto y nosotros le dábamos nafta”. El que habla es el comandante en jefe Luis de León y defiende así un sistema que existió hasta 2021, cuando Santo y Seña de canal 4 difundió que buena parte del combustible era repartido entre oficiales y personal subalterno, que cargaban en sus autos particulares. Eso se cortó y el tema llegó a la Justicia. El propio ministro de Defensa de entonces, Javier García, cuestionó el mecanismo: “Por más que haya usos y costumbres, este tipo de circunstancias no están dentro de la normalidad”. Hoy De León dice que puede ser que “no sea un buen manejo de los bienes del Estado” pero agrega que la orden de cortar aquel sistema “afectó mucho; la operativa de la fuerza quedó muy afectada”. Y explica: “Recursos no tenemos, ni choferes ni vehículos para circular”.
Una foto que acompaña esta nota más abajo, anterior a 2021, muestra un momento en el que un militar carga combustible en un recipiente en la valija de su auto.
Esta costumbre se terminó tras aquella denuncia y ahora solo cargan los autos oficiales, según confirma a El País el comandante De León.
En aquel momento se llevó adelante una investigación administrativa, que derivó en una denuncia penal por parte del Ministerio de Defensa para que se investigara si hubo robo por el personal que cargaba en sus vehículos particulares. Pero la investigación quedó archivada, indica De León, quien (como se detalla aparte) hoy considera que lo que hacían “estaba bien” y “no regalaban combustible”, aunque puede no ser “un buen manejo de los bienes del Estado”. La suspensión de esta práctica afectó en forma negativa a la fuerza; esa es su posición.
"Yo era parte de la corrupción"
“Yo robé nafta durante 15 años. A mí me servía y empecé a ser parte de la corrupción. Porque nos educaron así: me recibí y lo primero que hicieron, al mes siguiente, fue asignarme combustible”, cuenta a El País un miembro de la Fuerza Aérea que pide no ser identificado. Se refiere al sistema que existió hasta 2021, donde buena parte del personal de la Fuerza Aérea podía cargar nafta y gasoil en los autos particulares, en la Base Aérea Capitán Boiso Lanza. Tras una denuncia en canal 4, el sistema se cortó y hubo una denuncia ante fiscalía que luego se archivó. “Creo que eran 40 o 50 litros cada mes. Si vos te llevabas bien con tu jefe o te portabas bien, te daban más nafta. Tomá: 20 litros más. Esto es como la droga; todos fuman y vos entrás. Hasta que te das cuenta que estás cometiendo un delito. Pero es algo tan generalizado que, si no lo hacés, sos un gil. Y marcás a los que lo hacen”, opina este integrante de la fuerza.