El gobierno avanza en cannabis medicinal y para turistas; empezarán a vender porro con “más pegue”

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Plantación de cannabis.

LOS PLANES DEL EJECUTIVO

A pesar de los reclamos de Cabildo Abierto, la administración de Lacalle Pou sigue adelante con la política iniciada por el gobierno de Mujica. ¿Cuáles son los próximos pasos?

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En conferencia de prensa, el por entonces ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro —acompañado por parte del gabinete— sorprendió a los uruguayos con un planteo que a muchos les sonó insólito. En la tarde de aquel miércoles 20 de junio de 2012, el jerarca anunció que el gobierno enviaría al Parlamento un proyecto de ley para regular la comercialización de marihuana en el país. Pero no solo eso: la medida estaba enmarcada en un paquete de 15 disposiciones para enfrentar la creciente inseguridad pública.

Lo cierto es que lo del cannabis fue lo que más ruido generó, algunos creyeron que luego quedaría en nada como tantos temas, que el Parlamento nunca aprobaría algo así. Pero en los meses siguientes, en medio del gobierno de José Mujica, Uruguay llegaría a las tapas de diarios de todo el mundo, aparecería como nunca en informativos de televisión, desde España a Estados Unidos.

“Acá rigen las leyes de la economía: quien venda la mejor calidad y más barato termina con el narcotráfico”, dijo Huidobro aquella tarde. Porque el proyecto tenía varios objetivos: habilitar y regular la venta de marihuana para sacarle mercado al narcotráfico, bajar la cantidad de homicidios producto de la guerra entre bandas e incluso reducir el consumo de pasta base. Nada de eso se cumplió, aunque —es verdad— tampoco significó el inicio de un consumo mayor, como algunos alertaban desde la entonces oposición.

Ese día Huidobro afirmó que “la prohibición de ciertas drogas le está creando más problemas a la sociedad que la droga misma”. Esa afirmación hoy es validada por referentes de distintos partidos: hace unos días, por ejemplo, el expresidente Luis Alberto Lacalle habló de “pensar” en legalizar todas las drogas para evitar las “matanzas y luchas entre los clanes”.

Conferencia por plan contra inseguridad. Foto: Archivo El País.
En 2013 el gobierno anunció el proyecto del cannabis en el marco de medidas contra la inseguridad; En la foto Bonomi, Breccia, Olesker y Huidobro. Foto: archivo El País.

A 10 años de anuncio y casi nueve desde que Uruguay se convirtiera en el primer país en regular la producción, venta y consumo de marihuana, nadie en la coalición de gobierno —salvo en Cabildo Abierto, claro está— plantea dar marcha atrás.

Por el contrario, en el Ejecutivo van por más, según supo El País: avanzan en la regulación del cannabis medicinal y para turistas, pero además habilitaron vender cannabis con más tetrahidrocannabinol (THC), o sea “más pegue”. En forma paralela representantes del Poder Ejecutivo mantienen reuniones con inversores extranjeros (ver recuadro más abajo).

Hoy es imposible pensar en un escenario donde se derogue la ley de 2013.

Entonces, ¿por qué volvió un tema que parecía haber sido ya saneado? En medio de la discusión por la Rendición de Cuentas, el diputado de Cabildo Abierto Álvaro Perrone insistió con una idea que ya había planteado en marzo: ponerle IVA al cannabis. Pero, además, dijo a La Diaria que su partido busca derogar la ley de la marihuana con apoyo de blancos y colorados.

El argumento de Perrone va por esta línea: si ningún diputado blanco votó la ley de 2013, ¿por qué ahora, siendo gobierno, no se buscan los consensos para derogarla? Pero el líder del partido, el senador Guido Manini Ríos, admite a El País, como veremos más adelante, que la derogación no es una posibilidad real; sí el tema del IVA.

De hecho, el presidente Luis Lacalle Pou dio un mensaje claro el pasado 18 de julio y cortó de forma rápida la discusión. “Proponer cambios, en lo personal, ahora no”, manifestó en rueda de prensa.

A fines de mayo, durante su visita a Londres, había expresado este matiz durante una entrevista con la BBC: “Creo que el Estado no tiene que dedicarse a plantar y vender. No voté esa parte de la ley”.

Cannabis medicinal.

El gobierno, según cuentan a El País fuentes cercanas al presidente, está a semanas de reglamentar la ley de cannabis medicinal, aprobada por el gobierno de Tabaré Vázquez en diciembre de 2019. Por estos días se encuentran en proceso de recabar las firmas de los ministros. Hasta ahora la ley no había sido reglamentada. ¿Qué quiere decir esto? Que en los hechos formales legales existe, pero no se puede aplicar.

En este tema Uruguay es ejemplo y contraejemplo a la vez. En varios estados de Estados Unidos el consumo legal de marihuana comenzó por el lado de la salud, pero acá se aprobó primero la ley de consumo recreativo.

Fuentes del Ejecutivo señalan que el texto tenía fallas y que por eso se demoró. Además, el contexto de pandemia hizo que todos los temas de salud se centraran en el coronavirus. Pero un especialista en el tema como Marco Algorta, expresidente de la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal, afirma que la lentitud viene por otro lado: dice que el equipo técnico del Ministerio de Salud Pública (MSP) “no ha reglamentado porque no está de acuerdo con las categorías de productos que prevé la ley”, por ejemplo con el uso de las especialidades vegetales (flores) y las formulaciones magistrales.

Ahora bien, el equipo técnico del MSP es el mismo en este gobierno que en el anterior, ¿entonces cuáles son sus argumentos técnicos? “Dentro de una lógica puramente técnico farmacológica esos productos no cumplen con los requisitos para el registro de un producto farmacéutico”, explica Algorta. Y agrega que en Uruguay se está privando a los pacientes con dolores crónicos de acceder a tratamientos con esa sustancia. Dice que se debe avanzar a semejanza de Alemania, Israel, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.

Algorta sugiere: “Llamá a Carlos (Lacava, coordinador del Programa de Cannabis Medicinal del MSP), hablá con él. Pero te recomiendo que te tomes el tiempo de ir hasta la sede del MSP, y veas en qué lugar escondido está su oficina. En el último piso, al final del pasillo de la última esquina. Eso ya te da una idea de la importancia que le dan al tema”.

El químico farmacéutico Lacava no fue autorizado por el MSP a hablar con El País.

cannabis medicinal
El cannabis medicinal es tendencia mundial. Foto: Shutterstock

¿Qué dice la ley 19.847? Que el acceso al cannabis medicinal y terapéutico se realizará siempre con prescripción médica. Todos los productos en base a cannabis y cannabinoides con fines medicinales que se receten, tendrán que ser habilitados por el MSP y vendidos en farmacias autorizadas.

Hoy en día ya se vende en farmacias y mutualistas, pero la mayoría del cannabis que circula para uso medicinal se hace de manera ilegal. Los laboratorios tienen registrados medicamentos a base de cannabis, en especial son indicados para el tratamiento de la epilepsia refractaria, patologías del sistema nervioso central e inflamatorias.

Otra de las tareas que la ley le da al MSP, y quizás la que genera más debate, es encargarse de la elaboración y regulación de las “fórmulas magistrales” por parte de las farmacias. ¿Qué es esto? Un químico farmacéutico tiene que crear la fórmula y luego el ministerio la debe aprobar.

Algorta cuenta que esta es una práctica que se retoma, que antiguamente era muy común y que países como Alemania o Colombia ya lo están haciendo para brindar a los pacientes variedad y opciones para calmar síntomas o llevar con mejor calidad de vida una patología dolorosa.

Según explican fuentes de Presidencia a El País, el decreto que se creó para reglamentar la ley hace fuerte hincapié en esto último: fórmulas magistrales. Acá el debate es amplio, porque se debe aprobar el “extracto y garantizar que sea igual o muy similar en todas las producciones”. En opinión de Algorta, la resistencia viene porque muchas de las especialidades vegetales de cannabis no tienen eficacia comprobada.

La venta a turistas.

Este es otro tema en el que el gobierno tiene la decisión de avanzar, pero se ha encontrado con algunos problemas concretos.

El Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) trabaja desde el año pasado en crear el marco normativo bajo forma de decreto para que todos los habitantes del territorio puedan acceder a la compra legal de marihuana, es decir, para que los turistas puedan adquirir el cannabis igual que los residentes. Algo que hoy no sucede.

Fuentes de Presidencia dicen que esperan que el cambio quede implementado antes del final de este período de gobierno.

Daniel Radio, presidente del Ircca y secretario general de la Junta Nacional de Drogas, tiene muy claro el argumento de por qué los turistas tendrían que poder comprar marihuana: “La ley establece que sólo los ciudadanos uruguayos o los extranjeros residentes pueden acceder, pero eso es una inequidad porque todos los habitantes del territorio uruguayo tienen que tener los mismos derechos y obligaciones”.

Los turistas accederían al cannabis en farmacias, pero se estudia si se puede ampliar la cantidad de locales o incluir otros puntos. Y, además, el gobierno va a tener que garantizar la cantidad y calidad de cannabis que cosechan los productores y se vende al público, para que siempre haya stock (otra vez, esto no siempre sucede).

A pesar de las dificultades las farmacias siguen vendiendo cannabis al público. Foto: F. Ponzetto
Una cola frente a una farmacia, para comprar marihuana legal.

Pero Radío admite a El País que es imposible pensar en este cambio ahora, si no se generan antes más puntos de ventas. Hoy en sitios turísticos cómo Punta del Este o Colonia del Sacramento no hay una sola farmacia habilitada. “Igual el modelo creció, eran 14 farmacias y ahora son 28”, indica el jerarca.

Radío adelanta que “en pocos días más” se va a incorporar a la venta una variedad “con más THC”, el componente psicoactivo. Consultado por más precisión en la fecha, dice que será antes de fin de año. Se pasaría de cerca de 5% de THC a un entorno de 10%. “De esta forma se fideliza al consumidor actual y se atrae a nuevos consumidores que aún siguen en el mercado negro”, había adelantado el secretario a El País el año pasado. “Hay una demanda de gente a la que no estaba satisfaciendo el producto que hoy está en las farmacias”.

En una entrevista en radio Universal, Radío había afirmado que igual el THC del producto en las farmacias estará “por debajo de la mitad de lo que usan los clubes cannábicos”, que supera el 20%.

Pero hay otro tema. Las farmacias siguen con complicaciones de acceso al sistema financiero, ya que muchos bancos no trabajan con clientes que se dediquen a la venta de droga. El gobierno no ha podido aún dar una solución para que las grandes cadenas ingresen en el sistema de venta.

Los que se oponen.

El programa de gobierno de Cabildo Abierto, presentado en la campaña electoral de 2019, es claro en este tema. En la página 49 plantea “derogar normas y decretos respectivos, en cuanto a la plantación, cultivo, cosecha, industrialización y distribución de cannabis psicoactivo para su dispensación en farmacias”.

Manini Ríos dice a El País que quiere ser franco, y para eso se detiene en describir cómo pasaron los hechos. Va desde la discusión por el IVA, pasando por lo que él mismo llamó “versiones de prensa”, hasta remarcar que no se está cumpliendo la ley y que no hay campañas de información públicas sobre los daños que puede ocasionar el consumo de marihuana.

Este último punto es el más importante para el senador, que se autocalifica como “ingenuo”. Pero dice que quiere pensar que con “toda la información disponible, y lo que nos dicen los neurólogos sobre los graves daños que produce el consumo, un joven va a pensar 50 veces antes de fumar”.

En cambio, María José Miles, presidenta de la Federación de Clubes Cannábicos del Uruguay (Feccu), tiene una visión distinta. “Ellos citan estudios científicos que ya fueron descartados, hablan sin estar informados. Nosotros hemos intentado charlar y todas las reuniones han sido canceladas”, afirma. “En todo esto de Cabildo Abierto lo que hay es un juego de política partidaria”.

Ella tiene ya lista su respuesta a Cabildo, aunque en primera instancia desde la Feccu, que nuclea a más de 50 clubes de todo el país, decidieron no salir al choque. “Para no darle más visibilidad a ellos. El consenso social ya está dado, no tiene sentido pensar en derogar la ley”, dice.

Volvemos a Manini. “Quiero dejar bien en claro que Cabildo Abierto no planteó nunca la derogación”, dice el senador cabildante. ¿Por qué? La respuesta la da rápido, tapando la pregunta. “No lo estamos proponiendo porque sabemos que estamos solos en esa iniciativa, y que es una discusión que no nos va a llevar a ningún lado. No vamos a poner sobre la mesa un tema que solo algunos legisladores blancos o colorados acompañarían”.

Pero no es esta la primera vez que su partido pone el tema sobre la mesa. A principios de noviembre de 2021, durante la media hora previa del Senado, Manini Ríos se refirió a cargamentos de cocaína que llegaron a Europa pasando por el puerto de Montevideo. “Lo que más nos preocupa no es que Uruguay sea tránsito, porque hay escáneres que no funcionan y controles inexistentes, lo que nos preocupa primero es que el consumo sigue aumentando. Me pregunto qué vamos a ser en unos años, ¿un país de fumadores de marihuana?”.

PROPUESTAS

Delivery y dispensadores de marihuana

El máximo de socios habilitados en los clubes es 45 y cada uno se tiene que llevar 40 gramos por mes. “Muchas veces las personas se lleven más de lo que necesitan”, dice María José Miles, presidenta de la Federación de Clubes Cannábicos del Uruguay (Feccu), “por eso planteamos un sistema más flexible donde pueda haber 80 socios”. Otro reclamo al gobierno tiene que ver con la logística: pretenden que empleados de los clubes puedan entregar a domicilio. “No te vas a hacer socio de un club que queda muy lejos de tu casa”, explica Miles. También quieren que se aumente la cantidad de kilos a producir, siempre manteniendo la baja escala. Y plantearon al Ejecutivo fijar dispensadores de marihuana.

El camino uruguayo.

¿Qué dicen desde el Ircca? “Nos lo tomamos con mucha tranquilidad, la idea de derogar no va a prosperar, no tiene ninguna chance. El Parlamento tiene que ser una caja de resonancia de lo que piensa la gente, es muy sano que se den discusiones”, dice Radío.

Respecto al IVA al cannabis, en el gobierno no lo descartan, pero -eso sí- lo ven poco probable a corto plazo.

Para Radío, el camino que tomó Uruguay es el correcto, cree que ya se dio un paso grande. Y va hacia atrás en el tiempo para contar cómo la sociedad uruguaya ha manejado el tema drogas a nivel cultural. “En plena dictadura, en 1974, se aprobó un decreto que permitía tener una cantidad mínima para uso personal. Claro que fue la única dictadura donde pasó eso”, dice. Esta norma cambió en 1998, cuando se sacó el término “cantidad mínima” por “cantidad razonable” para consumo personal.

Miles argumenta: “El consumo de marihuana ya dejó de ser algo asociado a la izquierda, capaz en lugares muy conservadores no se llega. Nosotros tenemos integrantes de todos los partidos con representación parlamentaria, salvo Cabildo”. La presidenta de la Feccu pregunta: “¿Cómo prohibís que la gente fume porro en la plaza? No podés, es un cambio que ya se dio”.

Aunque no insiste en derogar, Manini Ríos afirma que “esta ley es muy mala, baja la percepción de riesgo, parece que es peor fumar un cigarro (de tabaco) que de marihuana”. Por eso, plantea como vital el “tratamiento para adictos”.

De hecho, todos los entrevistados para esta nota coinciden que no es suficiente lo que se hace hasta ahora con los consumidores problemáticos. ¿Soluciones? El Ejecutivo trabaja con líneas desde la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y también con el Mides.

Cabildo Abierto planteó aumentar el presupuesto para el Portal Amarillo, uno de los centros de referencia en esta materia, que siempre tiene las camas ocupadas. Pero esta propuesta no fue incluida en la Rendición de Cuentas.

ENCUESTA

¿Cuántos compran o plantan en la legalidad?

Desde la Federación de Clubes Cannábicos del Uruguay (Feccu) afirman que muchos consumidores optan por el sistema de clubes y no por el de las farmacias porque hay más variedad, marihuana con más THC y producida de manera orgánica y no a gran escala. Por eso, proponen una serie de cambios, que a su entender permitirían que más personas se vuelquen al mercado formal, ya que hoy solo un 27% de los consumidores lo hace, según una encuesta realizada por el Ircca.

A María José Miles, presidenta de Feccu, le parece bajo el porcentaje de personas que compran dentro de la legalidad. Pero encuentra una respuesta rápida: hay departamentos donde no hay clubes ni farmacias, y la gran mayoría de los clubes tiene lista de espera.

Regresemos al principio, a aquella conferencia donde Huidobro anunció la regulación de la marihuana.

—Una de las líneas era combatir el narcotráfico. ¿Por qué no se logró?

—Hay varios factores —responde Manini Ríos, quien era cercano al fallecido ministro de Defensa—. Pero en la política manda la realidad y no el voluntarismo. Puede ser que en el papel, en la teoría, uno diga “si la droga la vende el Estado, no va haber narcotráfico”. Pero eso es una utopía. Claramente la droga que más mueve el narcotráfico no es la marihuana, sino la cocaína y sus derivados. He escuchado algunas voces hablar de legalizar la cocaína.

Llevando el asunto al extremo, el senador maneja una serie de preguntas, sobre la eventual regularización de la venta de cocaína. “Le digo a Lacalle Herrera”, el expresidente, que planteó la legalización, “¿vamos a importar grandes cargamentos de coca desde Colombia o Bolivia y vamos a tener laboratorios que elaboren cocaína? ¿O le vamos a comprar a los narcos, al cartel de Medellín o al de Sinaloa?”.

Exportaciones: Uruguay "está en posición única"
Torre Ejecutiva

Flores perfectas y con un contenido muy bajo de THC son las plantas que Uruguay exporta hoy a mercados como Suiza y Portugal, tanto para uso médico como no médico. Según explica Sergio Vázquez, jefe de Asesoría Técnica de la Dirección General de Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, “todo lo que refiere al uso médico de marihuana y cáñamo lleva grandes procesos burocráticos de aprobación”. Además, las transacciones son controladas por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefaciente de la ONU.

Desde hace 18 meses, la empresa CEND, de capitales estadounidenses, está en negociaciones con el Poder Ejecutivo. El representante de la firma en Uruguay, Federico Molinari, dice a El País que ya enviaron una segunda muestra de flores a Estados Unidos para que sean estudiadas y se pueda concretar un negocio. “Lo que pasa acá es que está todo plantado pensando en Europa pero es un mercado saturado, por eso Estados Unidos es el destino ideal para los productores”, afirma Molinari.

Para poder acceder a ese mercado, es fundamental producir con THC bajo y tener flores que se vean muy bien estéticamente, porque esto también es marketing. Se tiene que poder comprobar toda la trazabilidad. Y además cumplir los requerimientos legales para hacer la exportación, que son muchísimos.

Allí ingresa el servicio que vende esta empresa CEND, ya que conocen toda la normativa y se encargan de informar a los productores los requisitos que deben cumplir.

¿Por qué deciden invertir en Uruguay? Desde CEND, Erik Holling, un empresario estadounidense, responde lo siguiente por correo electrónico: “El gobierno es estable, hay una gran historia de agricultura. Uruguay se encuentra en una posición única para servir como centro logístico del Mercosur, aprovechando su ubicación geográfica y su régimen de zona franca”. Pero hay más flores: “Nuestras conversaciones con el gobierno uruguayo han sido sobresalientes. Es obvio cómo cada ministerio y el Ejecutivo han trabajado increíblemente duro para crear el primer programa de cannabis del mundo”.

En cambio, el representante de la empresa en Uruguay advierte: “El diferencial tiene que ir por la calidad, no podemos quedar atrasados en esto, hay que ponerse a trabajar”.

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