El "negocio” de los ediles de Artigas: gastan 8 millones de pesos en viáticos y la mayoría no devuelve un peso

Los ediles gastaron 7.751.758 pesos en viáticos por viajes a otros departamentos, sin contar el combustible. Solo uno de 31 rinde cuentas en forma habitual; el resto se queda con todo lo que le da la junta.

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Congreso de ediles en el hotel Enjoy en Punta del Este en setiembre de 2023.
Congreso de ediles en el hotel Enjoy en Punta del Este en setiembre de 2023.
Foto: Portada Punta del Este.

A aquella reunión en Punta del Este no faltó nadie. Más de 500 ediles de todas partes del país y de todos los partidos políticos llegaron el viernes 15 de setiembre pasado a Maldonado para participar del congreso nacional de edilesque duraría hasta el domingo y donde se renovarían las autoridades. En particular la delegación de Artigas estaba completa: 31 ediles cruzaron el país de punta a punta para ser parte del evento en el hotel Enjoy, frente a la Mansa. Esa fue la convocatoria más exitosa de la bancada de Artigas a una reunión nacional de ediles en lo que va del período de gobierno: solo un edil no asistió y en su lugar concurrió el suplente. Cada uno de ellos había recibido 26.130 pesos en viáticos, unos 650 dólares, para usar en alojamiento y comida en esos tres días. El gasto de transporte se cuenta aparte.

Curioso pero cierto: al regreso a Artigas solo uno de los 31 ediles devolvió dinero a la junta. Según datos oficiales a los que accedió El País, los demás gastaron los 26.130 pesos que les otorgaron; no les sobró un peso. O se supone que los gastaron porque en realidad la mayoría no rindió cuentas. Solo lo hizo el nacionalista Alejandro Silvera, quien devolvió 8.140 pesos por ese viaje. De hecho, como veremos más adelante, es el único edil artiguense que religiosamente ha devuelto viáticos a la junta tras cada viaje.

La junta calculó tres noches de “pernocte”, por lo que eran unos 200 dólares por día. La tarifa era generosa —en Punta del Este, en invierno, se puede conseguir una buena habitación por menos de 100 dólares por día— y los ediles decidieron alojarse en un hotel cercano al Enjoy pero con tarifa a una tercera parte. Claro, evitaron el majestuoso hotel para ahorrarse unos pesos. Los ediles de algunos pocos departamentos, como los de Paysandú, sí durmieron en el Conrad, según recuerda hoy el frenteamplista Guillermo Gasteasoro. La comodidad de desayunar, levantarse e ir directo a las reuniones también juega.

La paz del principal balneario del país casi al inicio de la primavera tentaba mucho. Tanto que unos cuantos curules artiguenses llegaron a Punta del Este acompañados por familiares para pasar el fin de semana largo.

Congreso de ediles en el hotel Enjoy en Punta del Este en setiembre de 2023.
Congreso de ediles en el hotel Enjoy en Punta del Este en setiembre de 2023.
Foto: Portada Punta del Este.

El edil nacionalista Marcelo Silva asegura que esa vez “cinco o seis ediles” de varios partidos “tomaron el congreso para vacaciones con sus esposas, con sus novias, y brillaron por su ausencia”. Incluso Silva recuerda el caso de un edil frenteamplista que cobró el viático y “no fue a una sola actividad”. Otros “disimulaban” e iban un rato.

Esa práctica, dice, es “sistemática” y sucede cuando hay congresos en lugares con atractivo turístico: se toman los viáticos “como un paseo familiar o unas vacaciones pagas por el pueblo”, lo que considera “lamentable”. Silva lo vio en Punta del Este pero también otras veces en Colonia y Salto, por ejemplo.

—¿Y quién paga la estadía de la mujer o de los hijos?

—Eso lo cubre el propio edil con su viático.

En total la misión a Punta del Este le costó unos 20.000 dólares a la junta, sin contar lo invertido en combustible para los traslados. Los ediles suelen viajar en una camioneta oficial donde entran ocho personas, a veces se alquila un bus o remise y otros van en sus autos particulares. En ese último caso se les da un importe para la nafta y, ahí sí, es obligatorio rendir cuentas de lo gastado.

Pero no es raro lo que pasó aquellos días de setiembre. Salvo excepciones, los ediles de Artigas nunca justifican lo gastado en los viajes a otros departamentos ni devuelven parte de los viáticos al regreso, tal como comprobó El País tras estudiar al detalle los gastos en viáticos desde 2020 en adelante. Tampoco hay normativa alguna que los obligue a hacerlo.

Veamos las cifras globales: hasta octubre pasado los ediles gastaron en este período 7.751.758 pesos en viáticos y devolvieron apenas 285.274 pesos. Y eso que, por la pandemia, en 2020 no hubo ni un solo viaje y en 2021 fueron pocos, según los registros de la junta departamental artiguense. Dato: la cifra gastada aumenta año a año, no así las devoluciones, que se reducen. El mínimo fue en 2022, cuando solo devolvieron 62.647 pesos.

¿Es posible que casi todos los ediles gasten absolutamente todo lo que se les da y nunca les sobre nada? Parece difícil, casi imposible, salvo que uno entienda que los viáticos son considerados como parte de los ingresos de estos representantes departamentales.

En Artigas lo que reciben los ediles no varía si el destino es cercano o lejano, si es un departamento más caro o barato. La cifra se va actualizando: en 2023 eran 3.960 pesos por día si no hay “pernocte” y 7.390 pesos si se quedan a dormir. El gasto se multiplica por la cantidad de días de estadía y, lo dicho, no incluye el combustible, que se calcula aparte si el representante viaja en su auto particular o lo paga la junta si van en el auto oficial.

¿A qué viajan? Básicamente congresos y reuniones de ediles así como gestiones puntuales en Montevideo u otros departamentos, siempre debidamente autorizados por la junta. Es verdad: situaciones similares se dan en otras juntas departamentales pero esta crónica se centrará en Artigas porque la bajísima cantidad de devoluciones de viáticos hace la situación particularmente alarmante. Es una de las juntas donde es más evidente que los viáticos se terminan convirtiendo en un ingreso más de los políticos, que se suma a la partida mensual de unos 39.000 pesos (para diversos gastos) y otros beneficios, como exoneración de patente y contribución inmobiliaria.

Aunque los ediles suelen dedicar unas cuantas horas semanales a la tarea, el cargo es honorario según lo establece la Constitución. Pero, tal como publicó El País en abril pasado, en la mayoría de los departamentos cobran partidas “para solventar gastos” de entre 16.000 y 160.000 pesos según el caso y que, sumadas a los viáticos, terminan siendo algo así como sueldos encubiertos. Ahora bien, hay algunas pocas juntas departamentales —Cerro Largo es un caso, como se cuenta en un recuadro aparte más abajo— donde se ha instrumentado un sistema según el cual es obligatorio rendir cuentas de los viáticos otorgados y devolver lo no gastado. Dicen que funciona.

VIAJES

Noches de hotel: el chofer "elige o nos consulta"

¿Cómo deciden los ediles dónde duermen en cada ciudad? Lo habitual es que todos vayan al mismo hotel, que suele ser elegido por el chofer de la junta, según cuenta a El País el edil nacionalista Alejandro Silvera. “Él tiene mucha más experiencia que nosotros, conoce cada sitio y entonces nos elige o nos consulta”, dice el edil blanco. Pero algunos, según supo El País, a veces se quedan en casas de amigos o apartamentos, con lo cual en esos casos se ahorran dinero de los viáticos.

Los ediles artiguenses no están obligados a rendir cuentas de lo que gastan pero eso no sucede en todas las juntas departamentales. En la de Cerro Largo, por ejemplo, sí deben hacerlo “y no es una opción”, según indica el edil nacionalista Maximiliano Abraham, quien hasta el año pasado era presidente del congreso nacional de ediles. El sistema funciona así: “Cuando volvés del viaje tenés que presentar las boletas de lo que gastaste y devolver el resto. El contador no cierra la rendición de cuentas anual si no se devolvió la plata, o sea ningún edil puede quedar con nada a favor”. ¿Y generalmente se devuelve? “Siempre, siempre, sí, sí. Es muy difícil que te gastes todo, porque además tenemos un viático bastante alto”, responde a El País el edil arachán. Lo que se paga depende del lugar al que se viaja, pero está en torno a los 9.000 pesos diarios. “Yo te diría que el 90% de los ediles devuelve más del 50%”, apunta el edil.

Pero, dice Abraham, lo que pasa en Artigas sucede en muchas juntas del país. “Si vos entras a las rendiciones de cuentas de las juntas departamentales, vas a ver que la junta de Cerro Largo y creo que alguna otra son las únicas que no tienen observaciones del Tribunal de Cuentas en los últimos siete u ocho años”.

Los que cobran más.

El cabildante Sergio Soares, retirado militar, es el edil artiguense que más gastó en este período: pidió viáticos por 517.091 pesos hasta octubre pasado y solo retornó 3.960 pesos. El año 2022, cuando gastó 234.331 pesos y no devolvió nada, fue especialmente viajero para el edil. Partió en 18 misiones: la primera el 27 de enero por un día y medio a Canelones con otros dos ediles y la última el 13 de diciembre, un día y una noche solo a Montevideo.

Desde su ciudad, Soares dice a El País que devolver o no algo de viáticos depende de cada edil.

—No se estila presentar los recibos.

—Ta, según el caso... Yo no hablo por otros compañeros. En general usamos todo el viático establecido para ello.

—¿Pero usted presenta los tickets para justificar lo que gastó?

—No, todavía no he presentado justificativo —responde Soares.

El segundo edil en el ranking es el frenteamplista Gasteasoro, quien en todo el período pidió 481.986 pesos en viáticos y no devolvió nada, según los registros de la junta. El edil habla de su caso:

—Yo no me quedo en el Conrad pero tampoco salgo para pasar mal. Y lo que te pagan de combustible no siempre da, pensá que solo en peajes se te pueden ir 800 pesos hasta Maldonado.

Gasteasoro, quien trabaja como técnico en hemodiálisis en una mutualista artiguense, dice que está “tranquilo” y que no esconde nada. Y reclama:

—Analicen a los ediles según la realidad de cada departamento. No pueden comparar a la junta de Artigas con la de Florida o Maldonado; nosotros estamos lejos, a ocho horas y media de donde se toman las principales decisiones. Y tenemos un vehículo solo, que no siempre está disponible.

Su colega Gabriela Balbi —maestra, edila del Partido Nacional, expresidenta de la junta— es la tercera que gastó más: 439.730 pesos. Pero en su caso sí hizo algunas pocas devoluciones, en total 22.055 pesos en tres años.

A diferencia de todos sus colegas, el nacionalista Silvera es el único edil artiguense que siempre devuelve algo del dinero de la junta, según los registros oficiales. En total devolvió la mitad de lo que le pagaron en este período: 194.464 pesos de un total 391.475. ¿Por qué lo hace? Silvera —escribano, funcionario de la Dirección General de Registros del Ministerio de Educación y Cultura y coordinador nacional de la bancada blanca en el congreso de ediles— cuenta que empezó con la práctica de devolución en 2017, cuando el entonces presidente Tabaré Vázquez firmó un decreto que obligaba a las autoridades de la Administración Central a rendir cuentas de los viáticos asignados en las misiones al exterior y devolver los montos sobrantes.

—Yo pido boleta en el hotel, gastos de alimentación que tengo y lo que me sobra, lo devuelvo a la junta.

—Es como debería ser siempre.

—Y bueno… Yo lo vengo haciendo así pero tampoco hago alharaca de eso. Es lo que me dice la conciencia.

—Pero veo que devuelve bastante.

—No puedo decir “voy a devolver poquito”. Devuelvo lo que me sobró. Hay lugares caros, como Colonia o Maldonado. También depende de si te quedás en una habitación single o doble con otro compañero —dice Silvera, quien suele dormir solo para evitar compañeros “roncadores”. Así y todo, igual le queda dinero a devolver.

—El viático es generoso.

—Quedó generoso sí. Antes era en dólares y nosotros lo pasamos a pesos. Eso se fue reajustando.

—¿Y no es una pequeña corrupción quedarse siempre con dinero sobrante? Porque nadie puede pensar que siempre se lo gasten todo.

Silvera hace un silencio y piensa lo que va a decir.

—Yo hago lo que me parece correcto para mi tranquilidad. Los demás sabrán lo que hacen. Además, cada uno tiene su situación particular, hay gente que falta al trabajo o que tiene que dejar una persona para que le cuide los hijos. Es más, yo nunca hablo de este tema con nadie. Acá la prensa de Artigas lo sabe pero nunca me pregunta nada. Sos el primero que me pregunta.

Junta Departamental de Artigas.
Junta Departamental de Artigas.
Foto: Todo Artigas.

Un edil que decidió no participar de viajes dice que este “es el gran negocio” porque casi nadie rinde cuentas y que el congreso de ediles es “una máquina de fabricar viáticos” pero “como funciona hace añares, para la gran mayoría está correcto”. Él pide no ser identificado para no quedar como “el inmaculado”. Y sigue: “Yo he dicho en el plenario, es una aberración, ustedes están 50 minutos en una reunión y cobran tres días de viático”.

—Teniendo en cuenta todo esto, que los ediles ocupan unas cuantas horas de la semana en reuniones y sesiones pero que se dice que hay “un negocio” con los viáticos, ¿no sería mejor transparentar y que ustedes cobraran un sueldo?

El que responde es el edil Soares, el que más gastó en viáticos:

—Yo creo que eso sería lo mejor. En Brasil se hizo así. Pero yo no estoy de acuerdo en que se hable de “joda”, mirá que trabajamos mucho acá en la junta. Nosotros vamos a los barrios y le damos soluciones a la gente.

HORAS EXTRAS

Fiscal avanza en investigación y ya declaró el intendente Caram

El fiscal Federico Rodríguez avanza en Artigas en la investigación por el pago irregular de horas extras en la intendencia. Hace pocos días declararon el intendente Pablo Caram, el exsecretario general Rodolfo Caram, el actual secretario general Emiliano Soravilla, el director de Hacienda Juan Guruceaga, la exdirectora de Recursos Humanos Elizabeth Ramallo y la exfuncionaria Stefani Severo, entre otros.

El caso se hizo público a fines de enero del año pasado cuando El País publicó que Severo —pareja del exsecretario general Rodolfo Caram, quien a su vez es primo del intendente— había cobrado cientos de horas extras. Solo en diciembre de 2022 cobró 196 horas extras, lo que implicaba que —de ser verdad— debería haber trabajado día y noche.

La oposición atacó y la intendencia realizó una investigación administrativa, que terminó con denuncia del gobierno departamental ante la fiscalía en marzo, hace casi un año, que se sumó a otra denuncia del Frente Amplio.

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Pablo Caram, intendente de Artigas.
Foto: Darwin Borrelli.

Mientras las autoridades departamentales se han llamado a silencio en este asunto, el tema está desde entonces en investigación en fiscalía pero se avanzó fuerte en las últimas semanas. Han tomado declaraciones y se pidió información documental a la intendencia, aún pendiente de respuesta, según dicen a El País fuentes de la fiscalía. En los corrillos políticos de Artigas se da como un hecho que habrá formalizaciones, pero la verdad es que no hay nada confirmado.

El abogado de Ramallo, Adrián Báez, dice a El País que en el caso de su defendida —exjefa de Recursos Humanos— era una funcionaria que “cumplía órdenes” al aprobar las horas extras. Báez dice que, por lo que sabe, la investigación descubrió “que esas horas extras no eran exclusividad de esta funcionaria, sino que también se realizaban en otras reparticiones de la intendencia”.

A todo esto, el edil colorado Daniel Argañaraz presentará el próximo lunes una denuncia ampliada ante la fiscalía, con información que indica que hay otros 12 funcionarios en una supuesta situación similar a la de Severo, respecto al pago irregular de horas extras. Argañaraz opina que los “más comprometidos” son el director de Hacienda y el exsecretario general Caram.

En la misma línea, el edil frenteamplista José González dice que “hay que ampliar la denuncia para sacarla del eje de que era solo una funcionaria, sino que existe un accionar político que usa las horas extras y compensaciones para otros fines”. Y González agrega que “aparentemente se incentivaba a funcionarios amigos a sacar préstamos para que los cubrieran con horas extras”, aunque dice que “eso es difícil de probar”.

El también frenteamplista Guillermo Gasteasoro, en tanto, dice que además se espera con expectativa la resolución del Tribunal de Cuentas, en una auditoría que pidió la junta. De acuerdo a datos oficiales, la cifra total de pago de horas extras y compensaciones asciende a ocho millones de dólares en este período, “es mucha plata para un departamento pobre como el nuestro”, dice el edil. Pero no todo corresponde a pagos irregulares; ese es el total.

Y el edil nacionalista Marcelo Silva denunció en una reciente entrevista en radio Cuareim que en la bancada blanca hay un “sistema de corrupción”. Consultado por El País de qué se trata, asegura que hay “un sistema de votos hipotecados, ya que cada edil negocia con el ejecutivo lugares de trabajo en la propia intendencia o en organismos del Estado que dependen de la intendencia para familiares cercanos, ya sea hijos, padres, madres, esposas o novias”. A su juicio, buena parte de la bancada blanca “está comprometida” y por eso no cuestiona al intendente en temas como el de las horas extras. “Eso va contra la democracia, ya sabés que tenés el voto hipotecado, ya sabés que tenés que votar lo que te piden o corren al funcionario, corren a tus parientes”, dice Silva, quien se abrió del oficialismo y formó una agrupación nueva en Artigas.

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