Las escenas de su último y multitudinario cumpleaños, el 2 de octubre de 2023 en el hipódromo del departamento, sirven para ilustrar el lugar que ocupa en la sociedad artiguense Valentina Dos Santos Caram, sobrina del intendente Pablo Caram, hija del empresario rural y comerciante Jorge Dos Santos, también sobrina del peculiar y recordado político Carlos Guani “Alma” Dos Santos (aquel de “no tiren bombas”), nieta de Laires Dos Santos, quien falleció en 2015 con 101 años y construyó buena parte de la fortuna familiar en una época en la que a veces se hacía a sangre y balas, dejando casi 40.000 hectáreas a sus siete hijos de dos parejas distintas.
Valentina, algo así como la intendenta en las sombras en Artigas. La que ordenaba el pago de horas extras, contrataciones y sueldos aunque no tenía un cargo formal en el gobierno departamental en estos últimos cuatro años. La que, a pesar de ser diputada, coordinaba el programa Vale Emprender, que —con su nombre— regala electrodomésticos y materiales a emprendedores con recursos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y de la intendencia. La que, como se hacía antes, recorre los barrios con una cuadernola, anotando uno a uno los pedidos de la gente: trabajo, tierras o mejoras en las calles. La que fue legisladora pero lideró el ranking de ausencias en el Parlamento porque sus preocupaciones estaban en el norte, no en los lejanos temas legislativos capitalinos. La que es muy popular en su departamento, tanto que la lista 2525 que lidera con Caram arrasó con el 73,7% de los votos blancos y cerca de la mitad del total en las recientes elecciones internas.
Valentina, la reina en el norte.
Hasta ahora (hay que ver qué sucede de acá en más, tras las condenas judiciales) los artiguenses la han premiado con los votos, incluso un año y medio después de conocerse la trama de las horas extras pagadas a funcionarios que en muchos casos no las realizaban. Un montón de votos.
Aquel 2 de octubre Valentina festejaba sus 39 años. El cumpleaños fue una enorme fiesta con invitación abierta a todo el pueblo, lo cubrieron varios medios locales, aunque no era la primera vez que lo hacían. Su fiesta se había convertido en un evento importante de la capital del norte y, de hecho, varios videos subidos a YouTube lo confirman. Pero aquella fue la más grande: asistieron cientos de personas de todas las clases sociales, de la capital y de varios pueblos, en un hermoso mediodía de sol. Como una mezcla de kermés, acto político y fiesta del interior. Tocaron Fofiño del Acordeón (quien cantó entre otras canciones Gitana, “un temita que le encanta a Valentina”, y ella tiró unos pasos) y Los Herederos; hubo juegos infantiles, globos de varios colores, chorizos al pan, asado, ensalada rusa, cerveza, refrescos, una enorme torta con las letras “Valentina” en celeste y fondo blanco. Trabajaron decenas de personas, desde los que cortaron los tomates y el pan, los que se encargaron de la parrilla, los músicos, los de los juegos inflables… Con una gran paciencia, Valentina se sacó selfies con todo el mundo. Por ahí estaba su hijo Antonio, de 9 años, pero esa no era una fiesta familiar. Era la fiesta del pueblo con Valentina.
Mientras de fondo sonaba una machacante cumbia, el periodista Augusto Negro —encargado de comunicación de la intendencia de Artigas, director de una web local y corresponsal de varios medios montevideanos—, comenzó así la nota subida en la web de Artigas Noticias:
—Vale, primero que nada feliz cumpleaños.
—Muchas gracias —respondió ella, sonriente, con su largo pelo rubio, maquillaje bien cargado, escotada, mirada angelical, sonrisa dulce y vestida toda de negro.
—Contame qué se siente con tanta gente que te ha acompañado.
—Refeliz, muy feliz de poder compartir. La verdad que yo soñaba un cumpleaños así. Siempre digo: la razón de mi vida son mi familia y la gente, hacer las cosas por mi pueblo. Por suerte puedo hacerlo.
En la nota un drone mostraba el evento desde arriba y se veía el mar de gente.
—Me siento querida —dijo ella.
—¿Esas lagrimas que significan?
—Mi cariño por toda la gente.
Valentina quiere ser la próxima intendenta en Artigas. Hace años que lo desea y por ahora mantiene su voluntad, a pesar de la reciente condena judicial.
De hecho, ella quería asumir en forma interina la intendencia el viernes pasado, algo que estaba previsto desde antes, ya que Caram iba a iniciar la campaña para ser diputado. Pero hay consenso entre los constitucionalistas en que no puede ocupar cargos públicos hasta que termine su condena en enero de 2025. La situación aún no está clara y se supone que se definirá en los próximos días: Caram debe renunciar pero hay que ver si asume Valentina o alguno de los que vienen en la línea de suplentes: Elita Volpi o Mario Predebon. O si asume un edil, en las últimas horas trascendió el nombre de Alejandro Silvera, coordinador de la bancada blanca en el congreso nacional de ediles.
Valentina ya no integra el Partido Nacional: renunció el miércoles de noche casi a la misma hora en la que era condenada por usurpación de funciones a seis meses de prisión, que se sustituirán por libertad a prueba, con dos meses de tareas comunitarias durante dos horas a la semana, en un acuerdo abreviado con el fiscal Federico Rodríguez. En la acusación fiscal, el fiscal dice que Dos Santos “decidió quienes ingresaban, en qué cargo, límites de horas extras, personas que fueron cesadas, modificaciones contractuales”.
Un día antes su tíoPablo Caram fue condenado por omisión de denunciar penalmente un delito, pese a su rol como funcionario público, y su tío segundo Rodolfo Caram (exsecretario general, hoy director de Desarrollo Productivo) y su pareja Stefani Severo por un delito continuado de fraude. Ellos recibieron las penas más duras. De fondo, el escándalo de las horas extras, que se conoció a nivel nacional cuando la sección Qué Pasa de El País publicó el 29 de enero de 2023 un informe sobre el tema. En aquel momento se supo que Severo había cobrado solo en diciembre de 2022 unos 93.979 pesos por horas extras, lo que implicaba 196 horas extras realizadas en un mes. Luego se sabría que la maniobra era bastante más grande e implicaba otros meses y más funcionarios.
En la audiencia del miércoles Dos Santos fue acompañada por el abogado Jorge Barrera, quien hizo un viaje casi sin escalas desde Miami, donde fue a ver la definición de la Copa América. A la salida ella estaba con lágrimas en los ojos pero por razones distintas al día que festejó los 39. A los medios les dijo que estaba “muy triste, dolorida por todo esto”. Y, como en el cumpleaños, apareció su “pueblo” en el discurso (ver más abajo).
¿Pero cómo es que Valentina Dos Santos llegó a tener tanto poder y por qué, junto con Caram, es una de las dos principales figuras políticas artiguenses? ¿No la afecta la trama judicial de las horas extras? ¿Es que los artiguenses valoran otras cosas que, quizás, no se ven desde la idiosincrasia montevideana?
"Yo he trabajado por mi pueblo"
Con lágrimas en los ojos y acompañada por el abogado Jorge Barrera, Valentina Dos Santos habló en la noche del miércoles a la salida del juzgado:
-Todo lo que he hecho ha sido trabajar por mi pueblo y por mi gente -dijo, hizo un silencio y, cuando pudo, siguió-. Si hice cosas que van más allá de mis tareas como diputada fue con este afán de trabajar por mi pueblo.
Barrera aseguró que había un compromiso de su patrocinada “con Artigas” que la “desvela” y que asumieron en el acuerdo el “exceso” en sus funciones para no ir a un juicio largo.
Cuando el penalista terminó, Valentina pidió otra vez la palabra y dijo con la voz quebrada:
-Durante todo este tiempo trabajé para que los derechos de las personas no se transformaran en necesidades eternas. Trabajé con el intendente desde el primer momento, como lo había dicho, para sacar a nuestro departamento adelante.
El viernes en la noche, Valentina envió al grupo de WhatsApp de su agrupación un mensaje en el que parece quedar claro que mantiene intacta su intención de postularse en 2025. Otra vez dice que aceptó el acuerdo con la Fiscalía “simplemente para trabajar” por “los derechos de la gente”.
La investigación de Fiscalía determinó que Dos Santos ordenó a la jefa de Recursos Humanos de la Intendencia de Artigas pagar horas extras a funcionarios que no las habían realizado. También fueron condenados Pablo y Rodolfo Caram y la funcionaria Stefani Severo, pareja del segundo.
La jueza Carolina Olivera explica que “Severo modificó la cantidad de horas extras que llevaba a cabo, mediante la edición de planillas en Excel, atribuyéndose una cantidad de horas extras diarias desmesurada, superando en ocasiones las 200 horas mensuales, lo cual es humanitariamente imposible de llevar a cabo”.
Los inicios y el ascenso de Valentina Dos Santos.
Valentina se crió en una estancia cerca del pueblo Cuaró y milita desde los 15 años en el Partido Nacional. En Twitter se presenta como abogada —aunque no figura como tal en el registro de la Caja de Profesionales ni en el del Poder Judicial, por lo que se supone que nunca ejerció— y como técnica agropecuaria.
Pero para entender mejor su historia hay que ir hacia atrás. Laires Dos Santos, el abuelo de Valentina, llegó a Artigas allá por la década de 1930 y con el tiempo fue construyendo una gran fortuna con miles de hectáreas. Hoy es una de las familias más poderosas del departamento.
“Alma” Dos Santos fue el primero de la familia en entrar en política; era herrerista pero opositor a Luis Alberto Lacalle. Fue diputado, una figura histriónica que construyó una imagen folclórica en torno al alcohol y el juego, bien de barrio y que tiene en su bizarro currículum el famoso acto de “no tiren bombas”, un discurso que se viralizó en una época en la que no existía lo viral y que hasta entró en una canción del grupo de hip hop Plátano Macho. Jorge, su hermano, es el padre de Valentina. Era un militante anónimo que, entrada la década de 2010, se convertiría en el principal financiador de las campañas de Pablo Caram. Un gran productor rural que también tiene aserradero y una empresa agroveterinaria, Campo Fértil. “Jorge ha dicho que si tiene que vender una estancia para que su hija sea intendenta, lo hace”, dice el edil colorado Daniel Argañaraz. Hoy preside la Departamental Nacionalista.
En las elecciones de 2014 Jorge Dos Santos se juntó con Mario Ayala de Alianza Nacional, quien ganó una banca como diputado. Con esa misma alianza y Pablo Caram como candidato a intendente, vencieron en las elecciones de 2015, en una disputa muy peleada con el herrerista Julio Silveira. En Artigas cuentan que “el hombre de los votos era Ayala”, Caram un bolichero campechano que había sido presidente del centro comercial y de un club local. “Él se tiró hasta por hobby”, dice un dirigente local, “no pensaba que iba a ganar”.
Lo que se supone que Ayala no sabía era el espacio protagónico que tendría Valentina Dos Santos en ese primer gobierno (2015-2020): la pusieron de directora general, un cargo que no existía, creado para ella. Tiempo después Caram y los Dos Santos dejaron a Ayala y a Jorge Larrañaga y se fueron con el entonces candidato Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado, generando un quiebre en la interna blanca.
En las elecciones siguientes, las de 2020, Caram retuvo la intendencia con más de 30.000 votos él solo (de los casi 35.000 que logró el Partido Nacional), aplastando al Frente Amplio y a la oposición interna. Alianza Nacional y el Herrerismo quedaron afuera de todo el poder blanco en Artigas.
Un poco antes Valentina asumió la banca de diputada tras obtener 16.000 votos en octubre de 2019 con apenas 34 años. Pero faltó mucho a las sesiones: desde el 15 de febrero de 2020 hasta que renunció a la banca la semana pasada tuvo 51 faltas con aviso y 16 sin aviso, sumando un total de 67. Lidera el ranking de ausencias en la Cámara de Representantes.
Un compañero de bancada dice que ella “no era tonta” como legisladora y la ayudaba su formación de abogada, pero que el problema es que estuvo los cuatro años y medio con la mirada y la cabeza en su departamento. “Su paso fue intrascendente por acá. Era un talón de Aquiles para convocar las mayorías para sesionar”, dice el diputado y cuenta que solo hubo un momento, cuando presidió la comisión de Industria, en el que se enfocó en la ley de medios e hizo buenos aportes.
Una "paliza" en las elecciones
En las elecciones internas la lista 2525 de Pablo Caram y Valentina Dos Santos ganó más de siete de cada 10 votos blancos. “Fue una paliza, impresionante para una elección interna”, resume el diputado Emiliano Soravilla, “toda la oposición junta dentro del partido sacó 3.000 votos”. Para eso los ayudó un esquema con más de 30 listas agrupadas bajo el sublema Artigas Adelante, que apoyaron al precandidato Álvaro Delgado, quien ahora deberá definir qué hará de cara a octubre.
“Acá la gente lo que evalúa es la gestión”, asegura Soravilla. “Pablo fue el primer intendente reelecto en la historia del departamento. Hubo mucha obra. La ciudad cambió, barrios nuevos, hormigón por todos lados, carpeta asfáltica, alumbrado nuevo. Cuando asumimos Artigas tenía el sistema tradicional de recolección de basura con la gente corriendo atrás del camión, se compraron contenedores. Estaba muy atrasado todo”.
Valentina nunca dejó el gobierno departamental. Lo dicen todos los referentes del departamento. No lo escondía ella en posteos en redes, donde se la veía con el intendente Caram en su despacho. Y lo explica el fiscal Rodríguez en su acusación fiscal por usurpación de funciones.
El edil frenteamplista José González la presenta de esta manera: “Ella hace años que ejerce un liderazgo en el Partido Nacional, por encima incluso de Pablo, es la gran pensadora del procedimiento feudal. Tiene muchos más votos que el intendente, yo la vi en la calle”. Y sentencia: “Valentina decidía infinitamente más que Pablo, era la intendenta. Valentina se acostumbró a que lo que ella dice, es. Hablás con ella y es un encanto, muy sensible pero tampoco tiene pudor en decir 'si no hacés esto, mañana estás afuera’. Pesetea a los funcionarios municipales”.
El colorado Argañaraz asegura que “cualquier artiguense de cualquier partido político sabe bien que ella es quien manda en la intendencia, dice las obras que hay que hacer, a quiénes hay que contratar, a quiénes hay que echar, a quiénes hay que darle más compensaciones”.
Luis Eduardo Gutiérrez, alcalde en el municipio de Tomás Gomensoro por el Partido Nacional en el período anterior y actual concejal, relata que allá por 2016 “Valentina pasó a ser la intendenta, había que hablar con ella para todo, Pablo Caram prácticamente quedó como una figura decorativa”. ¿Eso por qué? “Él no tiene capacidad para llevar adelante una gestión, no es un tipo ejecutivo. Sí es muy popular. Pablo le dio presencia a ella para que hiciera su carrera política”.
Emiliano Soravilla, una de las figuras más cercanas a Dos Santos y quien asumió su banca en Diputados, dice que Valentina “siempre estuvo cerca de la gente” y que se dedicó a la política a pesar de tener una situación económica muy buena por la que no precisa trabajar. Pero niega que ella tenga tanto poder en la intendencia, como dicen todos y como argumenta el fiscal.
—Era la intendenta en las sombras.
—No, no. De eso la acusan, la famosa usurpación. Pero no hubo una sustitución. Ella se fue a la diputación pero con Pablo trabajan juntos todo el tiempo, entonces no es que hace una intendencia paralela, ella ayudó mucho siempre y desde su experiencia. Yo ocupé el cargo que dejó ella en la intendencia y obviamente que había mucha cosa que la consultaba. ¿Por qué voy prescindir de esa experiencia y del contacto que tiene con la gente?
A pesar de reiterados intentos, El País no logró comunicarse con la exdiputada.
"Decís que hacés milanesas para vender y te regalan un horno"
Parte del éxito de Valentina Dos Santos se basa en el programa Vale Emprender, que apoya a emprendedores y organiza fiestas callejeras en Artigas. En redes se presenta como el “primer proyecto de apoyo a emprendimientos con alcance departamental, impulsado por el Mides, la Intendencia de Artigas y la diputada Valentina Dos Santos”. ¿Qué hacen? Entregan herramientas y distintos equipos, hay apoyo con mano de obra y materiales, mejoras en los locales de exposición y venta de productos, sumado a formación y capacitación.
El exalcalde Luis Eduardo Gutiérrez, de Tomás Gomensoro, lo traduce así: Vale Emprender es “una barbaridad” porque “con dinero del Mides ella regala cientos y cientos de cocinas, hornos, freezers, heladeras, todo supuestamente para apoyar emprendedores” pero “nadie controla nada”.
O sea, “vos decís que querés hacer milanesas para vender y te regalan un horno y nadie va a mirar si hiciste milanesas para vender”. Y cuenta: “Yo conozco gente de Tomás Gomenosoro que ha vendido las cosas que le dieron”.
En la foto aquí abajo se observa a Valentina entregando una cocina a una familia.
-¿Pero ese es un proyecto de la intendencia o del Mides?
-Es de Valentina -se ríe-. Sabemos que la plata es del Mides pero la mayoría de los carteles solo dicen “Vale Emprender”. Es Vale, vos lo asociás con ella. La gente te dice “yo le pedí a Valentina”. Acá en Gomenosoro, con 4.000 habitantes, conozco 40 personas por lo menos, que recibieron cosas. Imaginate en Artigas, en Bella Unión.
Valentina con la cuadernola en la mano.
William Cresseri, el alcalde de Bella Unión, hoy está distanciado de Caram y Dos Santos, igual que Gutiérrez, su excolega de Tomás Gomensoro. Lleva unos 40 años en la política, empezó en el Partido Nacional, en 2010 se pasó al Frente Amplio y luego volvió a tiendas nacionalistas. En 2020 fue electo con el apoyo del oficialismo y relata que al principio hubo obras en el departamento “como nunca antes” pero luego empezaron “las desprolijidades” y el “carnaval” ya que desde la intendencia le “metieron gente en el municipio” y le quisieron intervenir el área de desarrollo social.
Cresseri rompió relaciones y hasta se reunió con el presidente Lacalle para aclarar el tema. No obstante, reconoce hoy que Valentina es “una muchacha muy trabajadora en el tema político y social, recorre todo el departamento sin pereza” y así se “fue conquistando al pueblo”. Dice que ella cuenta con “una influencia muy importante sobre la administración y sobre los administrados; el que trabaja en la intendencia responde por temor a ser echado”. El poder de Dos Santos creció por “dar ayudas con materiales y cosas para los que necesitan”, en un “todo vale”, afirma.
Hay consenso general de que Valentina armó una estructura con “caudillitos en los barrios” para “trillar y trillar”. Hace años que se la ve con la cuadernola en la calle, es “una máquina de trabajar”, cuentan. Soravilla admite que ella “caminó los cinco años; cumplía lo que le pedían y se hizo muy conocida por ejecutar cosas”.
González, el edil del Frente, opina que parte del encanto es que es “una mujer muy bonita, entradora, mete la mano en la bolsillo e igual te da 5.000 pesos, o te lleva al niño al hospital”. Y eso en las barriadas tuvo un poder pocas veces visto.
—Salvando las distancias, ¿es como una Evita artiguense?
—Exactamente. Es lo que hay, ¿viste?
Los que la critican, en definitiva, dicen que Dos Santos y Caram organizaron “un sistema feudal” que creció en base a dar trabajo y materiales en un departamento, como otros del interior, donde el empleo no abunda. A grandes rasgos: en Artigas se trabaja en el campo, en las canteras de piedras preciosas o en la intendencia.
Martín Silveira es hijo de Julio Silveira, el primer intendente blanco de la historia (2005-2010), en un departamento con tradición colorada. En esta campaña para las elecciones internas militó por el Herrerismo pero quedaron muy lejos: la lista 71 obtuvo 517 votos. Silveira es muy crítico con la gestión Dos Santos-Caram. Y dice: “No entiendo por qué terminaron así, cómo se complicaron tanto. Es una cosa increíble que el Partido Nacional esté con sus jerarquías complicadas en la Justicia, se enredaron y enchastraron al partido. La comparación es inevitable: el Partido Nacional ya gobernó acá y fue una administración impecable”, dice respecto a la gestión de su padre, que sin embargo no logró retener el poder y fue seguida por el Frente Amplio (Patricia Ayala entre 2010 y 2015).
El edil González admite sin vueltas:
—Valentina va a ser candidata el año que viene. No hay con qué darle.
—Parece que a mucha gente de Artigas estas cosas vinculadas a hechos de corrupción no le importan mucho.
—Si esto no la baja, no la baja nadie. Esta sociedad es como Macondo.
A la misma pregunta, el edil Argañaraz responde:
—Hace un mes ediles llevaron a la guardería municipal entradas para el parque, donde había una fiesta política. La maestra dijo que era regalo de la diputada Valentina para que fueran los niños.
Gutiérrez, de Gomensoro, remata:
—No es aceptable pero sí entendible que la gente dependa de ellos. Los tipos fomentan la manito. La limosna.
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