En el frente de su casa en Carrasco está parada la ya célebre “salleneta”. Gustavo Salle, el polémico abogado que pateó el tablero al lograr dos bancas con Identidad Soberana, recibe a El País y enseguida ordena encerrar algunos perros. Solo queda con uno de ellos acostado en un sillón en el living y, una vez que se enciende la cámara y el micrófono, dispara -cual metralleta- su particular y característico léxico: “plandemia”, “modelo narcoforestal”, “contra la Agenda 2030”. Su expresión corporal cambia y se acompaña de muchos ademanes.
Salle pasa de cero a 100. Se prepara para su asunción como diputado el 15 de febrero de 2025 leyendo una Constitución de tapa rosada –aclara que era roja, pero se destiñó– y el reglamento del Parlamento, mientras disfruta de una mañana agradable en su residencia.
Identidad Soberana, la agrupación que fundó el abogado penalista, obtuvo 65.796 votos, se colocó como el cuarto partido más votado y logró dos bancas en la “cueva de los vendepatria”, como él llama a los políticos. Así, entonces, ingresará al Parlamento y estará a la par de personas que considera “delincuentes de cuello blanco”.
Salle cuenta una promesa que sus amigos del club Náutico de Punta Gorda le reclaman que cumpla: ponerse sus zapatos de fútbol cuando asuma el cargo como diputado. El abogado sale rápido a buscar los botines, que usa semanalmente para practicar ese deporte, y los muestra. Pero reconoce que no sabe si cumplirá.
-¿Por qué le parece que fue elegido como uno de los personajes de 2024?
-Tenemos una trayectoria en la vida judicial de muchas denuncias contra el poder, tanto contra el Frente Amplio como contra los multicolores –responde Salle y bromea con que otra razón de su elección es la “confrontación con el diario”.
En marzo de 2025 se cumplirán cinco años desde que se jubiló como abogado. Salle se desempeñó en derecho penal y estuvo 14 años en Fiscalía. Además, habla con orgullo cuando recuerda casos en donde denunció “corrupción política en gobiernos tradicionales y del Frente Amplio”. Pero también asegura que fue “fundador de las bases del Frente” al generar un comité a los 13 años.
Tenemos una trayectoria en la vida judicial de muchas denuncias contra el poder, tanto contra el Frente Amplio como contra los multicolores
Uno de los temas que lo exaspera es que lo critiquen por haber “colocado” a su hija Nicole Salle como la diputada que lo acompañará en el período 2025-2030. Lo cierto es que hubo una jugada política: el abogado –que era titular en listas de todos los departamentos– asumirá su banca por Canelones y dejará el lugar a Nicole en Montevideo. Ella era su suplente en la capital. Quedó sin banca Alejandra Carro, segunda en la lista montevideana. “¿Que fue una estrategia diseñada? ¡Por supuesto, señores, he pasado toda mi vida estudiando geopolítica!”, dice y agrega que “no había ninguna otra persona en la que pudiera confiar 100%”.
Salle señala que “no hubo ninguna trampa, acá no se postergó a nadie”. Sin embargo, se altera cuando apunta a las críticas por esta designación: “Todos estos boquiflojas que hablan de nepotismo y de que acomodé a mi hija, cuando se habla de sionismo se van al mazo, se hacen en los pantalones, así que boca cerrada y silencio”. Esta vez pasa de 100 a 0, ya que termina la frase con una sonrisa y relajado, casi tanto como su perro que duerme a su lado.
Salle dice que su “umbral de tolerancia” de la corrupción es claro: “Tres chuletas de aguja de segunda”. “El que llega al valor de tres chuletas en corrupción, lo denuncio”, afirma. Es que eso fue lo que aceptó un policía, al que Salle defendió, por parte de un preso que se desempeñaba en la carnicería de una cárcel. Fue un obsequio por un favor. “Sabiendo que eran del Estado las aceptó y cometió peculado. Y el actual senador electo y exfiscal Gustavo Zubía lo tuvo cuatro meses y medio preso en Las Cañitas, en Fray Bentos. Pese a que era el único sostén de una familia y tenía una hijita enferma de asma”, dice.
Personajes del 2024 y una enseñanza del año
Cuando se le pide que elija tres personajes de 2024 primero menciona, “por su notoriedad, no por aspectos de carácter probos o positivos”, al presidente de la República Luis Lacalle Pou (dice que llevó adelante “un gobierno nefasto”) y a la exfiscal Gabriela Fossati: “Yo nunca vi que un fiscal dijera abiertamente en una investigación que protegió al investigado. No sé qué libro de derecho procesal habrá estudiado Fossati que le permitió pasar de fiscal a abogado defensor del presidente”.
Y después incluye al exjefe de custodia presidencial Alejandro Astesiano, lo define como “el eslabón más fino de la cadena” y “una pieza importantísima en el ajedrez político”. Entre los tres momentos que marcaron 2024 Salle menciona “el episodio Astesiano, el caso Marset y el más importante, del que no habla la gente: las consecuencias de las inoculaciones ilegales y con fines de despoblamiento que sufrió el Uruguay”.
Esto último lo dice con una seriedad que asombra. Buena parte de los votos de Salle son de militantes que compraron su discurso antisistema y antivacunas, que creció y se fortaleció con el covid. Se sabe: la imagen del abogado, megáfono en mano, fue un clásico de la pandemia. ¿Cómo será en el Parlamento?
Los personajes de 2024
El País eligió 13 personajes de 2024 y publica un perfil por día. El insumo principal para la selección fue la votación de 36 periodistas de la redacción. El orden de publicación a partir del miércoles 11 de diciembre no implica mayor o menor relevancia de los elegidos.
Mirá todos los personajes elegidos acá