El impacto detrás de las tres finales de la Conmebol: ¿cuántos millones de dólares le dejarán al país?

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Estadio Centenario en obras. Foto: Estefanía Leal.
Recorrida por el Estadio Centenario por obras de restauracion con vistas a las finales continentales de la Conmebol a partir de noviembre, en Montevideo, ND 20211103, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

EVENTO HISTÓRICO

Los más cautos pronostican que vendrán 35.000 brasileños; los ambiciosos, 80.000. En varios departamentos ya no hay habitaciones disponibles. Ante el aluvión, Policía prepara un ambicioso operativo.

No hay una sola habitación de hotel disponible en Montevideo el fin de semana del 27 de noviembre. Canelones también tiene un 100% de ocupación. Colonia, un 97%. Punta del Este está a tope y hasta se espera que ese nivel de reserva llegue a Rocha. Los apartamentos disponibles en Aribnb en los alrededores del Estadio Centenario no bajan de 30.000 pesos por noche. Los que están sobre Ricaldoni llegan a 100.000. “A pasitos del estadio”, “frente al Centenario”: así se promocionan las viviendas particulares con ubicaciones privilegiadas. La apertura de fronteras y el fútbol brasileño fueron la fórmula mágica para volver a levantar a los sectores que más padecieron el cierre del país por la pandemia.

Las tres finales de la los torneos de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) en solo siete días conformarán un hecho histórico en Uruguay, que apuesta al éxito de estos eventos para posicionarse como un hub deportivo a nivel internacional. La final única de la Copa Sudamericana se disputará entre Athletico Paranaense y Red Bull Bragantino el 20 de noviembre; una semana después se jugará la final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Palmeiras. Ambos partidos serán en el Estadio Centenario, mientras que la final de la Copa Libertadores Femenina será el 21 en el Gran Parque Central luego de la disputa de la primera fase en Paraguay.

Que los cuatro equipos que disputan las finales masculinas sean brasileños —uno de ellos, Flamengo, cuenta con la mayor cantidad de torcedores en todo el mundo— hace difícil el cálculo de cuánta gente va a pasar la frontera durante esa semana, dada la cercanía del país.

Los más cautos pronostican unas 35.000 personas; los ambiciosos, 80.000. Pero todo son estimaciones. Es que, además del público confirmado, —el que tiene entrada, habitación y pasaje—, están también “los que viven más cerca, que por ahí vienen sin entrada y estadía confirmada”, dice Héctor Araújo, asesor del Centro de Hoteles de Punta del Este.

Dejando de lado las especulaciones, el dato certero es que el aforo permitido para los partidos de fútbol en Uruguay es de 75% y, a partir de estos partidos, “la idea es aumentarlo”, señala a El País el asesor de Presidencia de la República Gonzalo Etcheverry, quien articula la mesa de coordinación que el Poder Ejecutivo creó para esta instancia entre la Conmebol, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), la Secretaría Nacional del Deporte y los ministerios del Interior, Salud, Defensa y Turismo. El 100% de aforo está desestimado, apunta Etcheverry, pero desde ya un 75% del Centenario corresponde a unas 60.000 personas.

Para tener una aproximación en cifras, los integrantes de esa mesa de coordinación tienen como referencia a Asunción y Lima, donde se disputaron con público extranjero las finales de la Copa Sudamericana y Libertadores en 2019. “Tenemos como dato que a Asunción del Paraguay fueron 35.000 hinchas y, anteriormente en Lima fueron 42.000”, comenta Remo Monzeglio, viceministro de Turismo. “La situación sanitaria ha hecho que nosotros seamos muy exigentes a la hora de abrirle las puertas a los turistas. Por lo tanto, si bien entendemos que va a querer venir un número similar de personas, no podemos estar totalmente seguros”, opina. Asimismo, sostiene que en el caso de la Libertadores “se debería de estar en el entorno de la gente que estuvo, por lo menos, en Asunción”.

Ahora, la pregunta del millón: ¿cuántos millones de dólares le inyectarán a nuestra economía estos eventos?

Para hacer una estimación, pero “sin hacer futurología”, puntualiza Etcheverry, también se mira a Lima. Según recogió el semanario Búsqueda, un análisis del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú indica que el evento generó 62 millones de dólares. También, que uno de cada cinco asistentes a la final —recordemos: 42.000 extranjeros— permaneció un promedio de cinco noches más para hacer turismo en la capital y sus alrededores. El gasto promedio de los turistas durante esos días fue de 760 dólares.

“Salvando la capacidad logística y de habitantes, esperamos tener una inversión que se asemeje. La cifra de Lima es muy ambiciosa; comparar es complicado. Pero, adaptando a escala, esperamos tener cifras realmente muy importantes”, apunta Etcheverry.

Para tener una aproximación a lo que podrían llegar a ser los ingresos, el economista Aldo Lema plantea un método simple de cálculo teniendo en cuenta el número de visitantes, la estadía y el dato del gasto diario promedio del turista brasileño en 2019 (118,5 dólares). Entonces, plantea Lema, en un escenario en el que vinieran 20.000 personas a la final de la Sudamericana, 40.000 a la Libertadores y gastaran 100 dólares por día durante 3,5 días, resultaría en un ingreso de 21 millones de dólares. “Esos supuestos son muy dependientes del número de gente que venga”, puntualiza el economista. Lema prefiere “no dar cifras concretas” cuando todavía no se cuenta con el dato clave de cuántos turistas vendrán, pero su cálculo sirve como un ejercicio de aproximación.

Espectadores de fútbol en un bar. Foto: Archivo El País
Espectadores de fútbol en un bar. Foto: Archivo El País
¿riesgo sanitario?

Covid: "Suba de casos será provisoria"

El virólogo Santiago Mirazo dice que la llegada de extranjeros puede “tener un costo en el número de casos” debido a la interacción social, pero sostiene que esta suba será “provisoria y no va a mover la aguja”. Para el especialista, los desafíos son “los mismos que en un escenario sin finales de copa”: el uso de mascarilla en espacios cerrados y el respeto de protocolos en bares, hoteles y restaurantes. “La principal barrera es la exigencia de vacunas y PCR negativo”, sostiene.

La seguridad.

La Policía sabe que las barras de los equipos que llegan requieren de un operativo calculado milimétricamente para que no se crucen entre sí, sobre todo los hinchas de Flamengo y Palmeiras.

Hace algunas semanas, el portal UOL de Brasil recolectó una serie de audios que circulaban entre barras de los equipos: “Estoy muy preocupado por la posibilidad de que ocurra una tragedia en el camino y en Montevideo con la afición de Flamengo y Palmeiras. Ya no estoy en la afición (...) pero sigo lo que pasa porque todavía tengo amigos allí. Será una tragedia que se puede anunciar e involucra a mucha gente inocente”, advertía en uno de los audios un exlíder de una facción de peso del Flamengo.

Por otro lado, el medio recogió el testimonio de un hincha de Palmeiras que afirmó: “Tenemos una buena amistad con Nacional y serios problemas con Peñarol. La tragedia está ahí”. Se refiere al partido de 2017 que terminó con enfrentamientos entre los jugadores en el Campeón del Siglo.

El Ministerio del Interior venía teniendo reuniones con la Conmebol desde abril. En cuanto se definieron los finalistas, la Policía empezó a trabajar con la embajada de Brasil y hace pocos días recibieron a la policía civil de ese país “para intercambiar información sobre cómo se manejan las barras”, cuenta Richard Cabral, jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional.

Las autoridades brasileñas entregaron, además, una lista negra donde figuran hinchas brasileños a los que directamente no se dejará entrar al país, señaló el ministro del Interior Luis Alberto Heber en rueda de prensa. Respecto al operativo en sí, Cabral dice que “lo grueso arranca el día interior” a cada partido, pero a partir del 10 “va a haber patrullajes previos en la zona (del Estadio Centenario) para identificar cuestiones vinculadas a la seguridad”.

El día de cada partido, es decir, el 20 y 27, el operativo policial comenzará en Brasil. “Las coordinaciones con la policía brasileña ya están hechas. Ellos van a hacer sus operativos, que van a ser similares a los nuestros en el aspecto de las caravanas de ómnibus”, apunta Berriel.

“Se los va a recibir en migración, exigir lo establecido para ingresar en la frontera y quien no cumpla, no ingresa. Se va a tomar conocimiento de cada ómnibus, de la cantidad, y se va a disponer de dispositivos de seguridad para acompañarlos dentro de cada departamento hasta los límites, y la Policía de cada departamento retomará su custodia hasta la llegada a Montevideo, donde ya hay lugares asignados para cada barra”, dice. Cabral explica que estos operativos están destinados “al que está entrando al país en la fecha del partido, que viene exclusivamente para el partido, que no tiene alojamiento y que va a venir para ir a presenciar el espectáculo”.

Una parcialidad irá al parque Roosevelt y la otra deberá ir a las canteras del Parque Rodó: “Tomamos previsiones para canalizarlos por rutas distintas para llegar a destino”, agrega el jefe del Estado Mayor.

En el operativo de seguridad participarán todas las unidades de la Policía: Guardia Republicana, jefaturas de Montevideo y del interior, Policía Caminera, Dirección de Investigaciones y la de Migración y Aviación. Según los datos que Interior le pasó a Conmebol, se estima que para el día de cada partido haya 1.500 oficiales en el entorno del Estadio Centenario.

En total, el ministerio dispondrá de 4.000 policías en distintos puntos del país según informó Heber.

Los operativos de los tres partidos costarán medio millón de dólares, informaron fuentes de la cartera a El País. Esto comprende las horas trabajadas y la distribución de los servicios.

Patrulleros de la Policía en un operativo. Foto: Estefanía Leal
Patrulleros de la Policía en un operativo. Foto: Estefanía Leal

La expectativa.

La misma separación de parcialidades se prevé por las agencias de viaje. Funciona así: las agencias que traen grupos de hinchas reservan la mayoría de las habitaciones de un hotel; de esa manera, el resto de las habitaciones quedan “bloqueadas”, explica Héctor Araújo. Esas restantes se venden “a mostrador” para tener la seguridad de que no haya cruces entre hinchas de distintos equipos. “Es como cuando los hoteles tienen salón de fiesta y hay un cumpleaños de 15. Al pasajero que quiere comprar le advierten que va a haber ruido de música esa noche”, dice.

El hotelero pronostica un movimiento de 4.000 personas en Punta del Este entre el 20 y el 27. En total, la cantidad de habitaciones que ofrece Punta del Este son unas 1.400, dice. “Además, viene mucha gente propietaria de apartamentos. Muchos brasileños de poder adquisitivo alto, que tienen su casa y vienen con sus amigos. Eso hace un poco más difícil calcular el movimiento”, señala Araújo.

El hotel Enjoy Punta del Este, que reabrió el pasado jueves, tiene contratado un vuelo chárter que saldrá desde San Pablo con 120 personas el fin de semana de la Libertadores. Además, según el viceministro de Turismo, están previstos alrededor de 150 vuelos charters desde Brasil y al menos 40 desde Europa que aterrizarán en Montevideo y Punta del Este.

Javier Azcurra, director del hotel Enjoy, dice que la capacidad para esa semana está “casi colmada”, y que el hecho de que la Copa se dispute entre dos equipos de “dos de las ciudades más importantes de Brasil, hace doblemente positiva” la instancia, en tanto se trata de un público cercano a Punta del Este, que conoce.

Para Araújo, este movimiento inusitado para la fecha “es bueno porque empieza a aceitar el engranaje para diciembre”, pero no deja de ser algo raro, inusual. Cuenta que desde los restaurantes le consultan cuánto se va a mover la ciudad pero no sabe bien qué responder. Es que para Punta del Este —y el resto de las ciudades que no son Montevideo— estas reservas son una suerte de efecto colateral.

Araújo dice que este perfil de turista “no viene porque quiere disfrutar Punta del Este; hay excursiones que vienen por el partido y se van. Entre el traslado, la entrada y el hotel, los paquetes se vuelven caros, y en la hinchada hay de todo poder adquisitivo”, dice.

Monzeglio hace la misma puntualización: “El hincha es transversal a toda la sociedad: viene gente joven y vienen abuelos. Quien ha ido a mundiales o finales sudamericanas sabe que hoy van familias enteras, que no se trata del hincha tradicional de un fin de semana, el de ‘la hinchada’. Es mucho más heterogéneo que eso”, dice. “Por lo tanto, también hay un tamiz que son los costos de viaje, el PCR que tienen que presentar para entrar y salir del país… Todos los requisitos están haciendo un filtro, de manera que no va a poder venir una grandísima cantidad de gente”, pronostica el viceministro de Turismo.

Hotel Enjoy Conrad en Punta del Este. Foto: Ricardo Figueredo (Archivo)
Hotel Enjoy Punta del Este tiene la capacidad casi colmada en semana del 20 al 27 de noviembre. Foto: Ricardo Figueredo (Archivo)

Francisco Rodríguez, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes, dice que “ojalá tuviéramos muchas más camas para ofrecer”, pero destaca la reapertura reciente del “icónico” NH y la expectativa en la reapertura del Sofitel (que, según supo El País, colmó al 100% su capacidad de reserva para esa semana y ya no cuenta con habitaciones disponibles). “Lo ideal sería que este arranque no fuera tan violento. En siete días pasamos de 10 a 100 kilómetros por hora. Hay que ver el motor, estamos tratando de aceitar todos los puntos, aunque siempre va a haber un inconveniente a último momento, un cuello de botella. Pero estamos trabajando para que los riesgos sean lo menos posible”, dice.

De los 80 hoteles de Montevideo hay entre 60 y 70 que nunca cerraron, pero entre 10 y 15 “permanecen con dificultades”, señala Rodríguez. De todas formas, confía en estos tres eventos y en la apertura de fronteras, que tímidamente empieza a dar oxígeno a uno de los rubros más ahogados.

A 13 días del primer partido, el presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), Antonio Ameijenda, asegura que la cerveza fría “no va a faltar”, y que el stock de mercadería que normalmente se prevé para las fiestas será un respaldo para estos eventos.

Cuenta Ameijenda: “El año pasado, por estas fechas, estábamos muy esperanzados y se produjo el corte en diciembre. Pero ahora sabemos que con la vacuna eso no va a suceder. Sabemos que va a ser difícil, sí, pero hay muchas personas deseosas de venir y nosotros tenemos la esperanza de que esta vez sí; ahora sí se va a reactivar el turismo”.

Estos tres megaeventos son un desafío gigante en todas sus áreas, pero también son la primera señal de un turismo que quiere volver a pedalear como antes de 2020.

PREVENCIÓN

Alerta por explotación sexual de menores

El presidente del INAU, Pablo Abdala, dijo a El País que se trabaja junto al Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescencia y al Ministerio de Turismo para reforzar campañas contra este flagelo, con motivo de esta gran afluencia de turistas.

Jorge Morandeira, excoordinador de la Secretaría Ejecutiva del Grupo de Acción Regional de las Américas (Gara) —que reúne a 16 ministerios de Turismo por la prevención de la explotación sexual de niños y adolescentes—, opina: “La preocupación por posibles casos de explotación o trata asociado a estas finales de fútbol es bienvenida, aunque creo que llegan tarde”.

Para Morandeira, la prevención es trabajo de “todo el año” y hace énfasis en el decreto vigente desde 2013, que compromete a todos los operadores turísticos del país a colaborar en la prevención de estos casos. Además, apela a la conciencia de los vecinos cuando se trate de casas arrendadas por aplicaciones, por ejemplo: “Eso no pasa por ningún tipo de control. Hay que aumentar la sensibilización pública y generar la cultura de denuncia: que se tenga claro que la prostitución infantil no existe, es explotación siempre y hay que denunciar siempre”.

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