La ciudad olvidada del oeste que duplicó su población y amenaza con ser “el asentamiento más grande del país”

En Ciudad del Plata viven 38.249 personas, casi la misma cantidad que la capital, San José de Mayo. No tiene un centro ni bancos, hospitales u otros servicios, y los asentamientos son un problema que crece.

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Ciudad del Plata
Asentamiento de Ciudad del Plata.
Foto: Leonardo Mainé.

El nombre lo eligió la gente. Primero en una votación popular, que se llevó adelante colocando urnas en los comercios de todos los barrios. Después, con la sanción de la ley 18.052, firmada por el entonces presidente Tabaré Vázquez el 25 de octubre de 2006, quedó sellado el fin de Rincón de la Bolsa y el nacimiento oficial de Ciudad del Plata. Ubicada a lo largo de 20 kilómetros sobre la ruta 1 en el departamento de San José, su crecimiento parece no tener freno. En 2011 tenía 31.146 habitantes y en 1996, 20.712; hoy son 38.249, según el último censo. Casi el doble que hace 30 años. Ninguna otra zona de San José ha experimentado una expansión similar. Por apenas 200 personas Ciudad del Plata no ha superado a la capital departamental, que tiene 38.550 habitantes. Pero, también hay que decirlo, en ningún otro lugar del departamento las desigualdades son tan marcadas. De un lado, la precariedad de los asentamientos como El Tanque, erigido al borde del vertedero municipal. Del otro, la opulencia de Marina Santa Lucía, el primer barrio privado del país, donde yates de lujo flotan serenos en la costa del río.

Nació como ciudad dormitorio, un conjunto de barrios donde se vivía pero no se trabajaba, donde las luces se encendían de noche cuando sus habitantes regresaban de Montevideo. El tiempo la transformó en un ecosistema propio, con su dinámica y ritmo, aunque todavía hay quienes no han cambiado su credencial cívica o suben al ómnibus y piden “boleto al centro”, como si siguieran viviendo en la capital.

La alcaldesa del municipio de Ciudad del Plata, Marianita Fonseca, es del Partido Nacional y ha vivido toda su vida en Delta del Tigre, una de las localidades más conocidas de la ciudad junto a Playa Pascual. De allí también es oriundo y vive el actual jefe de policía de San José, comisario general Robert Taroco. Para algunos esta reciente designación es “una señal” que intenta descentralizar la localía de San José de Mayo y poner foco en Ciudad del Plata, donde la seguridad sí es un verdadero problema.

“Cuando voy a reuniones a San José de Mayo, me dicen que vengo del interior”, cuenta la alcaldesa. Reconoce que esa distinción le resulta algo graciosa, porque a su entender ella vive en la zona metropolitana y “el interior” sería el resto del departamento.

Alcaldesa del municipio de Ciudad del Plata, Marianita Fonseca.
Alcaldesa del municipio de Ciudad del Plata, Marianita Fonseca.
Foto: Leonardo Mainé.

Para Fonseca, muchos habitantes aún mantienen un fuerte sentido de pertenencia a su barrio de origen y no se identifican plenamente con Ciudad del Plata como un todo. “Somos un conjunto de barrios que, por su tamaño y disposición, conforman 20 barrios a lo largo de la ruta. Entonces, es difícil centrarnos. La idea de crear un centro cívico, que espero ver concretado en su lugar definitivo, es justamente empezar a darle a la ciudad un punto de referencia, un centro”, dice Fonseca. En estas oficinas se podrían hacer los cambios de credencial cívica, que hoy implican viajar unos 70 kilómetros hasta San José de Mayo, o esperar a tener suerte en los pocos números que dan para hacer el traspaso ahí mismo.

Pero el explosivo crecimiento de Ciudad del Plata, o el viejo Rincón de la Bolsa, tiene sus dolores. Y en algo, aunque con mayor marginalidad y carencias, se parece al proceso de Ciudad de la Costa, al este de Montevideo en Canelones.

A lo largo de la ruta

Esta ciudad crece sin estructura ni ordenamiento territorial claro. Sus calles, un mosaico de barrios que alguna vez fueron independientes, forman una ciudad sin un centro claro y con servicios que no alcanzan para su población en expansión. No tiene bancos, un hospital moderno ni saneamiento.

Cartel de las letras de Ciudad del Plata.
Cartel de las letras de Ciudad del Plata.
Foto: Leonardo Mainé.

Esa es la realidad que Ofelia Umpiérrez, médica y candidata a la Intendencia de San José por el Frente Amplio, conoce de primera mano: vive hace 30 años en Playa Pascual. “Esta ciudad debería tener un centro de atención médica mucho más desarrollado”, dice.

Al centro médico de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) se lo conoce popularmente como “el hospitalito”; lo inauguró el presidente Luis Alberto Lacalle en la década de 1990. Pero en Ciudad del Plata no hay cardiólogos. Tampoco hay psiquiatras. Los ginecólogos “van y vienen” y conseguir una ecografía puede tomar hasta siete meses. Umpiérrez insiste en que el problema no es solo la falta de especialistas sino la demora en la atención y la dificultad para los traslados, más allá de la evidente cercanía con Montevideo. “Si no hay ambulancias suficientes y los boletos no están coordinados, la gente queda atrapada en la espera”, dice.

La seguridad es otro tema que preocupa. “Antes Ciudad del Plata era tranquila, pero ahora los comercios son blanco de robos a mano armada a plena tarde”, advierte Umpiérrez. Como en tantos lugares del país, especialmente del área metropolitana, las casas con cámaras de seguridad y rejas, así como los grupos de WhatsApp de “vecinos en alerta”, son la norma.

“Estamos entre las dos cárceles más grandes del país, a pocos kilómetros del ex Comcar y del Penal de Libertad, eso genera que una población que no tiene a dónde ir quede en la zona. Muchas veces duermen en las paradas de ómnibus o se arman ranchos precarios”, cuenta Umpiérrez, quien integra la terna de candidatos a intendente en San José por el Frente Amplio.

Plaza central de Delta del Tigre.
Plaza central de Delta del Tigre.
Foto: Leonardo Mainé.

Hace una semana, temprano en la noche del sábado 15 de marzo, un chofer de ómnibus de la línea 494 de la empresa Coetc fue golpeado y apuñalado en una terminal en el kilómetro 26 de la ruta 1. El hombre está fuera de peligro pero el domingo la cooperativa de transporte decretó un paro general de 24 horas.

Para la alcaldesa Fonseca, la seguridad también es una de las inquietudes centrales. Dice que, al igual que otras zonas del área metropolitana como Las Piedras y Pando, Ciudad del Plata recibe a muchas personas que dejan Montevideo en busca de nuevas oportunidades o simplemente escapando de la persecución policial. “Es la realidad”, asegura Fonseca, “sabemos que mucha gente nueva lamentablemente tiene antecedentes penales”.

A Ciudad del Plata también llegan trabajadores que buscan alquileres más baratos que los de Montevideo y espacio verde para descansar. El alquiler de una casa amplia, con frente y fondo verde, de tres cuartos, dos baños y un parrillero cerrado, se puede encontrar por unos 23.000 pesos al mes. Por ese mismo dinero en la capital se llega a un monoambiente en los barrios céntricos.

El último censo muestra que es una ciudad joven y también con una importante presencia de extranjeros. El 67% de la población tiene entre 15 y 64 años. Casi la mitad, el 49%, vivía en otra localidad hace más de cinco años y hay 838 nacidos en el extranjero, de los cuales casi la mitad son venezolanos, cubanos y dominicanos.

Ciudad del Plata es hoy, además, un territorio en disputa, clave en las próximas elecciones departamentales. Todo apunta a que el Partido Nacional puede ganar nuevamente la intendencia pero el peso del Frente Amplio es grande en esta ciudad, que muchos vecinos denuncian como “casi olvidada” por el gobierno departamental. Esto lo ven en la falta de parques públicos, iluminación y servicios básicos. Para una vecina, que espera a la sombra un ómnibus para ir a Montevideo, la desatención desde la capital maragata es grande. “Yo soy de Autódromo”, dice, en referencia a un barrio que nació en torno a un autódromo que ya no existe, y cuenta que va “al centro” para visitar a su hija. “Acá lo que pasa es que cambiaron el nombre, pero para ellos seguimos siendo Rincón de la Bolsa, o sea lo último del tarro”, ironiza.

José López sostiene la libreta de propiedad del terreno que su madre compro en 1954.
José López sostiene la libreta de propiedad del terreno que su madre compro en 1954.
Foto: Leonardo Mainé.

¿Y por qué llevaba ese nombre? Antes de 1925, cuando no existían los puentes que unen Montevideo con San José, una balsa permitía cruzar el río con el ganado, lo que en realidad le dio el nombre de Rincón de la Balsa. “Es un dato poco conocido, pero antes de llamarse Rincón de la Bolsa, esta zona era Rincón de la Balsa”, relata José López, un vecino de la zona, que es periodista de oficio y tiene 77 años. “Dicen que fue un error de escritura y que nunca se corrigió, aunque la verdad es que no hay prueba de eso”, afirma López.

El compositor de La Cumparsita.

La casa de Gerardo Matos Rodríguez está a la venta

José “Pepe” López es un periodista local. En 1957 su familia se mudó a la zona. Por aquellos años le tocó hacer la escuela en Santiago Vázquez y el liceo en el Bauzá en Montevideo.

Casa que perteneció a Gerardo Matos Rodríguez en Ciudad del Plata.
Casa que perteneció a Gerardo Matos Rodríguez en Ciudad del Plata.
Foto: Leonardo Mainé.

“En aquel momento era todo campo, todo monte, no te imagines el movimiento de hoy”, dice López, quien reunió mucha información sobre los primeros fraccionamientos que se dieron en la zona.

Una de las leyendas de la música uruguaya tuvo casa en Ciudad del Plata, cuenta. “Investigando me vengo a enterar que en el año 1930 Gerardo Matos Rodríguez, compositor de La Cumparsita, compra el terreno. La casa sigue en pie y es uno de los emblemas que tenemos, por suerte está en un buen estado de conservación”, dice López.

Es un chalet de varios pisos, con tejas a la vista sobre la ruta 1. Está pegado a las letras de Ciudad del Plata y ahora se encuentra a la venta.

Cómo son los asentamientos

Por la ruta 1 nueva un pequeño grupo de casas precarias sobresale en un terreno que es de privados y que estaba por recibir la autorización para venderse con fraccionamientos. La alcaldesa Fonseca cuenta que las viviendas aparecieron de la noche a la mañana, casi todas iguales, de madera, con algunas excepciones. Llegaron camiones cargados de tablas y bajaron material de construcción. También llegaron camionetas grandes con cemento Portland y utilitarios con más carga. “Todo parecía responder a una organización precisa, pero hasta el momento no se ha identificado de qué asentamiento o barrio de Montevideo provienen estas personas”, dice Fonseca.

Formación de nuevo asentamiento en Ciudad del Plata.
Formación de nuevo asentamiento en Ciudad del Plata.
Foto: Leonardo Mainé.

Esto ocurrió en plena feria judicial el 23 de diciembre pero ”el fiscal todavía no se ha expedido, cuanto más tiempo pasa más difícil es sacarlos”, dice Fonseca.

En el lugar no hay agua ni luz, y sobre la ruta se ve a niños y adultos jóvenes moviendo maderas de un lado al otro. Hay ropa de bebé en una cuerda y varios perros en la vuelta. Los vecinos de la zona describen un cambio abrupto en la comunidad. “Hay mucha gente nueva”, cuenta la dueña de un almacén.

La expansión de asentamientos preocupa a la alcaldesa “Si esto sigue así, nos vamos a convertir en el asentamiento más grande del país”, advierte Fonseca. Desde diciembre se han realizado denuncias y solicitado la intervención de la fiscalía, pero hasta el momento las respuestas han sido escasas.

Asentamiento de Delta del Tigre.
Asentamiento de Delta del Tigre.
Foto: Leonardo Mainé.

Si bien hay nuevas personas que llegan, otros asentamientos llevan más de 20 años. Sobre la zona del vertedero municipal, rodeado de metros y metros de basura, está el barrio que algunos conocen como El Tanque: toma el nombre porque en la zona sigue en pie un viejo tanque de OSE.

Las calles son todas de tierra. De un lado las construcciones son ilegales en un terreno de la intendencia y del otro lado hay casas de materiales firmes, hasta con ladrillo a la vista y jardines bien cuidados.

Los que viven en esta zona tienen el aire del río San José que sopla viento fresco aunque las temperaturas sean altas. En el asentamiento hay 48 familias que esperan diciembre con una mezcla de ansiedad y esperanza. A fin de año es el inicio de su realojo, un cambio que, para muchos, significa acceder por primera vez a servicios básicos como luz, agua potable y alumbrado.

El realojo será por el Plan Avanzar, a unas cuadras de donde están ahora, también en terreno municipal. María Barbosa, referente del barrio, conoce de primera mano las dificultades de la zona. Vive allí desde hace veinte años y ha visto cómo la falta de infraestructura limita la vida de los vecinos. “Acá no hay especialistas médicos, no hay recursos suficientes. Para cualquier atención de salud, hay que ir a Montevideo y los boletos están carísimos”, explica. Su propia experiencia es prueba de ello: perdió una consulta porque los ómnibus no coincidían con su horario. “Tenía que estar a las siete de la mañana en Montevideo, era imposible”, cuenta.

Hay personas de todas las edades, pero se ven muchos niños. Todos nacen en el Pereira Rossell, porque “el hospitalito” no tiene sala de partos. “Lo que nos dicen es que estamos a 30 minutos en ambulancia, pero a veces el niño viene y nace ahí”, cuenta.

Y acá aparece otro problema, los niños nacen en Montevideo y muchas veces son anotados por sus padres en la capital, aunque tienen la posibilidad de anotarlos como nacidos en Ciudad del Plata.

Realojo de asentamiento de Delta del Tigre.
Realojo de asentamiento de Delta del Tigre.
Foto: Leonardo Mainé.

Alfredo “Nito” Lago, edil y candidato a la intendencia por el Partido Colorado, ha recorrido las calles escuchando a vecinos, y dice que tiene claro que la solución pasa por políticas concretas y realizables. En materia de empleo, una alternativa podría ser el turismo. “Tenemos una costa hermosa pero sin condiciones adecuadas para recibir visitantes”, apunta. En la zona de Playa Penino, por ejemplo, se hacen avistamientos de aves, es un lugar muy bajo del Río de la Plata, donde se generan humedales.

Lago también insiste en la necesidad de mejorar el transporte y la infraestructura básica: “Faltan paradas de ómnibus, la gente se moja esperando o tiene que cruzar de una ruta a otra porque los ómnibus no entran”, dice el candidato. Para ir a Montevideo desde Playa Pascual hay que optar por las líneas suburbanas de Comesa, antes de Solfy, o el 227 de Cutcsa. Las líneas urbanas 127 y 494 llegan solo hasta el kilómetro 26.

Idea ambiciosa.

Delta del tigre se planeó para ser “una Venecia”

Ciudad del Plata parece esconder historias de ambiciosos proyectos inmobiliarios en cada una de sus localidades. La cercanía con la capital y la conexión rápida cuando se construyó hace 100 años el puente que une a Montevideo y San José, le dieron a muchos inversionistas ideas que luego quedaron en nada. En 1957 se hicieron los primero fraccionamientos en lo que hoy es Delta del Tigre. “En ese momento acá era todo bañado, pero empezaron a construir los primeros canales para que el agua del río no ingresara y también a rellenar. El proyecto era muy ambicioso y quedó por la mitad porque el dueño de la idea se quedó sin fondos, quería hacer canales como los de Venecia, navegables. Crear un centro de equitación”, recuerda Marianita Fonseca, alcaldesa del Municipio de Ciudad del Plata.

Delta del Tigre tiene ahora una nueva plaza, un sendero para caminar y nueva iluminación, pero sigue siendo una de las zonas más pobres.

El balneario de la ciudad

Una pista de skate, bajadas a la arena de la playa por escaleras de madera, parrilleros, baños públicos, juegos saludables, ofertas gastronómicas y una rambla que se recorre con una gran arbolada, es la foto del barrio Villa Olímpica, que está dentro de Playa Pascual. Es el balneario de la ciudad.

Vista de Playa Pascual.
Vista de Playa Pascual.
Foto: Leonardo Mainé.

Aunque es martes sobre el mediodía, se ven personas caminando por la arena. Y una señora vende tortas fritas a la sombra. “Voy a casa, almuerzo, hago más masa y vuelvo”, dice Carmen. A la tarde es cuando más vende, porque “vienen las familias con los hijos a tomar mate”. Y en pleno invierno “ves a la gente en los autos mirando el agua”, dice la vendedora.

En el sector opuesto a Villa Olímpica, en la zona de Playa Pascual hay unas pocas cuadras con casas más acomodadas. Muchas tienen salida propia a la playa, o están pegadas al agua; para los locales es “la zona de los chalets”. Hay privacidad porque varias calles son ciegas. Con la pandemia la ocupación creció, muchos la tenían de segunda vivienda y ahora se instalaron. En esa zona fue donde vivió Alexey Slivaev, el ciudadano ruso imputado junto al excustodia presidencial Alejandro Astesiano por haber tramitado documentos falsos para conseguir pasaportes uruguayos a rusos. Su casa era conocida como “el castillito”.

Toda la zona de Playa Pascual es la que concentra más servicios: hay redes de cobranzas, cadenas de supermercados, un complejo deportivo de canchas, un par de estaciones de servicio, policlínicas de casi todas las mutualistas grandes de Montevideo y hasta un colegio y liceo privado. Dicen que la razón es que lleva más años que otras localidades, además de que es la más alejada de Montevideo, está en el kilómetros 32 de ruta 1.

Casco de estancia de Eduardo Pascual.
Casco de estancia de Eduardo Pascual.
Foto: Leonardo Mainé.

Playa Pascual tiene raíces en 1890 y era la estancia de Eduardo Pascual, quien plantó gran variedad de árboles y creó todo un ingreso arbolado desde su propiedad. El casco antiguo aún se conserva en buenas condiciones y en el mismo predio se desarrolla ahora la chacra Las Cabras, un espacio para organizar fiestas de cumpleaños o casamiento, con acceso directo desde la ruta 1.

Los Pascual siguen en la zona, la familia está algo dividida pero hay varias casas a su nombre, muchas están alquiladas. También hay una avenida con el nombre Eduardo Pascual.

El desafío, para muchos maragatos, no es solo gestionar mejor la zona, sino integrar a Ciudad del Plata dentro del departamento de San José a la vez que se la integra entre sus diferentes barrios. “Le pusimos el nombre de ciudad, pero no las condiciones para que realmente lo sea”, dice el edil Lago. El futuro luce complicado y los próximos años serán decisivos para el futuro de esta zona algo olvidada de la costa uruguaya.

Una ciudad automovilística.

La historia de aquel viejo autódromo

Hoy no queda nada, y sobre las tierras donde corrieron autos y motos, rueda la pelota. Era el Autódromo Nacional; ahora funciona un club social y deportivo, con cancha de fútbol 11 y también espacio para baby fútbol. Teniendo esta información, la cancha puede verse de otra forma; sobre todo porque está en una zona baja y es fácil imaginar cómo en ese gran espacio sin monte pudo existir una pista.

Lo que queda en pie del antiguo hotel.
Lo que queda en pie del antiguo hotel.
Foto: Leonardo Mainé.

En 1928 se fundó la Comisión Autódromo Nacional, hay una libreta que los vecinos conservan de la época, un “tesoro” escrito en tinta de pluma. Y en pie queda solo un fragmento de un hotel: sí, el autódromo tenía su propio hospedaje. Pero lo que hoy es una torre abandonada, que será restaurada para hacer una construcción del municipio, y por años fue ocupada, funcionó también una UTU. Por eso muchos vecinos asocian al edificio con el centro educativo. Muchos de los habitantes de ahora no conocen esta historia. El lugar pasó a ser el barrio Autódromo, ubicado en el centro de Ciudad del Plata: la ruta lo divide en dos y, de hecho, hay Autódromo norte y sur. En el trazado urbano se ven hasta ahora algunos guiños a su historia: las calles principales, curvadas como un antiguo circuito, llevan nombres de marcas legendarias como Chevrolet, Renault, Bugatti, Chrysler, Buick, Dodge Brothers y Cadillac.

Otro rastro del pasado se encuentra en el camino Luis Supervielle, que recuerda al empresario que tuvo la concesión de la gran balsa para cruzar el río Santa Lucía y que luego integró el influyente comité que impulsó la construcción del puente giratorio de La Barra inaugurado en el año 1925, que no solo unió Montevideo con San José, sino también Colonia y Flores.

Supervielle, junto a otros inversores, apostó por el automovilismo como una atracción en sí misma, pero también como un cebo para vender terrenos de un fraccionamiento, concebido en los años 30 bajo la ambiciosa idea de crear una Ciudad Automovilística, que en los hechos nunca existió.

Hoy esa utopía de velocidad y progreso ha quedado en el pasado. Pero las calles del barrio Autódromo siguen guardando la historia, en sus nombres y en su trazado.

*En una versión original de esta nota se mencionaba que Ciudad del Plata tenía 20.239 habitantes en 2011. Sin embargo, ese número abarcaba solo la zona de la ciudad que comprende a Delta del Tigre, ya que para el Censo no existía Ciudad del Plata como localidad (aunque la ciudad como tal fue creada en 2006)

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