Una de cada 10 recetas son rechazadas a diario por los farmacéuticos, y en esos el paciente no tiene más remedio que volver al doctor. "En la mayoría de los casos es porque son altamente ilegibles. Hay médicos que se creen que porque son médicos tienen que escribir mal, de una forma incorrecta y no es así. Deberían usar letra de imprenta, para ser más claros", dijo Julio Gadea, presidente del Centro de Farmacias del Uruguay.

Gadea dijo que rara vez rechazan una receta verde -psicofármacos- porque los médicos "se esmeran más" en que no falte información. Ahí se les exige firma y aclaración de la firma, sello personal, número de cédula del paciente y domicilio. "Cuando vienen con recetas de psicofármacos, las miramos con lupa. A las comunes no", admitió el titular del centro. Gadea aclaró que se aceptan si el doctor prescribe el genérico o el nombre comercial de la droga, así como cuando carecen de sello del médico o nombre del paciente. "Eso sí, cuando no se entiende la letra hay que pedirle que vuelva al médico".