Miles de personas compran cada mes las “gotas sanadoras” del veterinario Edelmar Siquiera y creen en su supuesto poder curativo contra el cáncer. La historia se arrastra desde hace varias décadas. En 2013 fueron prohibidas porque uno de sus principales componentes en aquel entonces, el mío-mío, era tóxico. La novedad es que ahora Siquiera terceriza su venta desde una homeopatía de Artigas, a 4.000 pesos el frasco, con la habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP).
En este nuevo episodio de La Semana, Explicada, ¿por qué muchos creen en el poder curativo contra el cáncer de estas gotas? ¿Cuáles son los vínculos políticos del veterinario Siqueira y por qué el gobierno volvió a habilitar la venta?