Los entretelones de las SAD en el empobrecido fútbol uruguayo: los casos de éxito y de fracaso en los clubes

AUF apuesta a inversores extranjeros para sanear déficit financiero de equipos más chicos; hay una puja política y críticas por “favorecer” a privados. De la A a la C, hoy funcionan SAD en 31 clubes.

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Pelotas de fútbol
Pelotas de fútbol durante un entrenamiento en un complejo.
Foto: Fernando Ponzetto.

En el corazón del fútbol uruguayo, donde la pasión se mezcla con la historia y la tradición, un fenómeno disruptivo llegó para quedarse: las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Desde las tribunas de los estadios hasta las sedes de los clubes, la llegada de este modelo de gestión ha generado tanto esperanza como incertidumbre. Se trata de una forma jurídica que han adoptado los clubes deportivos para operar con fines de lucro, tercerizando la parte deportiva pero manteniendo la social. Mientras algunos ven en estas estructuras una oportunidad para revitalizar instituciones históricas, otros temen que se pierda la esencia del deporte, reemplazando la camiseta por un balance financiero.

El eco de los cánticos de los hinchas o las charlas futboleras “de boliche” se entrelazan con discusiones sobre inversiones y sostenibilidad. En este escenario, los clubes deben navegar entre la necesidad de modernización y la presión de mantener su identidad. Así es el caso, por ejemplo, de Atenas de San Carlos, que firmó un preacuerdo con el Middlesbrough de Inglaterra con el fin de volver al sistema de SAD luego del pasaje por el grupo empresarial mexicano de la familia Fassi, que arribó a Uruguay en 2020 para hacerse cargo del club invirtiendo dinero con el objetivo de ascender a Primera División y establecerse allí. Sin embargo, y pese a formar buenos planteles, el objetivo no se cumplió, además de que no colmaron las expectativas económicas, y el grupo inversor, que maneja a Talleres de Córdoba y Pachuca de México, dejó el club carolino tras mutuo acuerdo con la directiva (ver recuadro más abajo).

Matías Sena, presidente de Atenas, dice a El País que, si bien firmaron un preacuerdo con el club inglés, los tiempos se han demorado más de lo previsto. “Hoy no podemos confirmar la llegada de este club. El fútbol es muy cambiante y este tema de las SAD más”, cuenta. “Uno intenta sacar lo bueno y lo que no está bueno de la experiencia con el grupo Fassi. Uno entiende que la figura de las SAD es buena porque es insostenible mantener un club de otra forma. En Atenas los directivos, como pasa en muchos clubes del interior, trabajamos de puro corazón y sentimiento, no hay algo económico que nos mueve”, agrega.

Lo de las SAD es una tendencia internacional pero llegó tarde a Uruguay. Uno de los primeros clubes que tomó esta constitución fue Deportivo Maldonado en 2009 y el fenómeno empezó a consolidarse en la década de 2010. La primera SAD en lograr un título fue Plaza Colonia (el Torneo Clausura en 2016), después desembarcó en Uruguay el City Group –de capitales árabes, dueño del Manchester City– para gerenciar a Montevideo City Torque. Actualmente varios clubes se manejan con gestión privada. En Primera División, además de Deportivo Maldonado está Boston River, Racing y Miramar Misiones. En Segunda División, Uruguay Montevideo y Juventud son los únicos clubes que no son SAD, junto a Atenas que está en ese proceso. Los otros 11 clubes se rigen bajo la gestión deportiva privada. En total contando la Primera División Amateur (la vieja C), son 31 clubes con SAD.

Racing y Boston River
Partido entre Racing Club y Boston River.
Foto: Francisco Flores/El País.

¿Cómo es el desembarco de una SAD?

“Puede funcionar la parte social, el club no queda muerto”, explica Adrián Leiza, representante de Liverpool en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y también abogado integrante de la Asociación Internacional de Abogados del Fútbol, con respecto a qué significa que una asociación civil pase a funcionar como SAD. Leiza es abogado especializado en asesoramiento para la creación de una SAD: trabajó en el desembarco del Bayern Munich en Racing a fines de 2023 y en los casos de Plaza Colonia, Rentistas, Deportivo Maldonado y Miramar Misiones, entre otros.

En la última Rendición de Cuentas, que rige desde enero de este año, se impusieron requisitos mínimos para estos contratos, donde la asociación civil transfiere la licencia fútbol “por un plazo, pero no de forma definitiva”, indica el abogado. Ese contrato se registra en la AUF y en la Secretaría Nacional del Deporte (SND) y “tiene plena validez jurídica”.

El caso del club coloniense es un ejemplo de un club en el que “tiene el fútbol tercerizado a la SAD, pero tiene piscina y muchas actividades extra fútbol”, o sea la asociación civil sigue, cuenta Leiza. ¿Hay un modelo mejor que el otro? “Lo que depende es quién maneja o administra el activo, como pasa en cualquier actividad”, dice Leiza.

La contraprestación para la asociación civil es negociable: “Algunas SAD pagan un canon fijo de x cantidad por año. Otras dan plata para obras de infraestructura al comienzo. Lo que más se ha consensuado es un porcentaje de las transferencias, de las partidas de solidaridad o derecho de formación de futbolistas cuando se transfieren o de las participaciones en copas internacionales”.

Plaza Colonia
Plaza Colonia fue campeón del Torneo Clausura en 2021. Hoy milita en Segunda División.
Foto: Francisco Flores/El País.

Leiza señala que Uruguay tiene un mecanismo “que es muy bueno”, porque el sistema es facultativo, no es obligatorio que un club sea SAD para cumplir en las divisiones profesionales, a diferencia de otros países. “En Chile por ejemplo para competir los clubes deben ser SAD”, explica.

Los conglomerados deportivos como Manchester City, Bayern Munich, entre otros, se van expandiendo por el mundo al igual que las compañías multinacionales. Para Leiza, “son potencias mundiales que tienen accionistas y llegan a países confiables, con seguridad jurídica, lo deben ver como buen negocio a largo plazo”. “Si ven que en Uruguay hay ejemplos como Liverpool, que es una asociación civil y tiene un superávit de 40 millones de dólares, ven que es un buen negocio. Esto es a largo plazo, como la forestación”, indica.

Un aspecto que explica el por qué muchos clubes optan por tercerizar el fútbol tiene que ver con los gastos operativos. Veamos: el costo de los partidos es superior a los “5.000 o 6.000 dólares”, estima Leiza. Solo por abrir el estadio. “El fútbol ha cambiado, yo lo viví con mi padre, que fue presidente de Liverpool, antes ponían plata los dirigentes. Era todo tan diferente que con los dos partidos con los grandes ya cubrían el presupuesto del año, prácticamente. Hoy los partidos con los grandes a veces dan pérdida, ya que los grandes para salir afuera no venden más que 2.000 entradas”, acota.

Adrián Leiza
Adrián Leiza, abogado y delegado de Liverpool.
Foto: Gianni Schiafarino/El País.

Los que están contra las SAD y la respuesta de la AUF

Hay clubes históricos, con más de 100 años, que alertan por las ventajas que tienen las SAD desde su arribo a Uruguay. Un caso es el de Bella Vista, que fue campeón uruguayo en 1990 y estuvo cuatro años sin competir en fútbol por su crisis financiera. Hoy el club subsiste “100% a pulmón, con sponsors y esfuerzo”, según cuenta a El País Luis Pesce, dirigente del equipo papal, que ahora está en la C.

“Mi posición personal es que el fútbol uruguayo no existe sin clubes”, dice Pesce. Para el directivo de Bella Vista “las SAD en estos años lograron fama de clubes ordenados, de que aportan infraestructura y buenas juveniles, pero eso es una cortina de humo, es mentira”. A modo de ejemplo, Pesce recuerda que en la selección uruguaya de fútbol campeona del Mundial sub 20 en 2023 había un solo jugador de SAD, que es Nicolás Siri “y se lo compró Torque a Danubio”.

“En los últimos años no formaron jugadores y hay SAD que están hace 15 años en Uruguay”, agrega.

Un club como Bella Vista tiene su propio complejo y un estadio cedido por la Intendencia de Montevideo. “Lo que hacen las SAD en cuanto a infraestructura queda en manos de privados: si mañana se va el Grupo City, Torque no tiene ni complejo, el club no se queda con el inmueble”.

Racing y Boston River
Partido entre Racing y Boston River.
Foto: Francisco Flores/El País.

Además, Pesce considera que las SAD tienen beneficios impositivos y ayudas de la AUF, “que está muy volcada al sistema SAD”. El presidente Ignacio Alonso “es muy afín de que los clubes se vuelvan SAD y de repente cuando hay algún beneficio de Conmebol o FIFA se asigna a las SAD y no a los clubes, que somos los que más los necesitamos”.

En ese sentido, dice que “cuando vienen partidas de dinero para promocionar el fútbol juvenil o para canchas de sintético o iluminar canchas, muchas veces se ven beneficiadas las SAD”. Y se queja: “No entiendo por qué la AUF beneficia a empresas y no a clubes tradicionales, que somos los que creamos la AUF hace 100 años y mantenemos vivo el fútbol”.

Con respecto al modus operandi de la SAD, Pesce señala que “por lo general han tomado clubes sin masa social, salvo Racing que tuvo sus problemas al principio y hubo una votación reñida” para ser adquirido por Bayern Munich.

Platea principal del estadio José Nasazzi del Club Atlético Bella Vista.
Platea principal del estadio José Nasazzi del Club Atlético Bella Vista.
Foto: @CABellaVista

¿Qué responde la AUF? El presidente Alonso dice a El País que a su juicio las SAD son “un muy buen instrumento para canalizar inversiones al fútbol”. Y pone como ejemplo: “Toma una estructura deportiva de más de 120 años, pero no deja de ser una actividad económica global”. En ese sentido, Alonso recuerda que “el fútbol es una actividad económica de exportación, hace entrar una cantidad de divisas por año al país”. El dato más reciente, del último ejercicio, es que el fútbol uruguayo exportó 71 millones de dólares.

El titular de la AUF señala que los problemas económicos que tienen los clubes son de captación de ingresos, hay una debilidad financiera. “Los dos ingresos genuinos son la venta de futbolistas y la de los derechos de televisión y comerciales”. comenta. En 2025 se dará la renegociación de los derechos televisivos del fútbol local, que hoy pertenecen a Tenfield.

Para Alonso, vender mejor a los futbolistas significa que desde afuera “no se los lleven en condiciones de desesperación e inferioridad” a los juveniles. “Eso ya se está viendo, que los clubes que venden mejor a los futbolistas son los que tienen mejores condiciones de espalda financiera”, señala. Alonso insiste que las SAD son “un gran instrumento que permite gestionar mejor, a partir de la espalda financiera y la fortaleza, los ingresos del fútbol”.

El hombre está convencido del nuevo sistema. Y lo promueve.

El potencial del Campeonato Uruguayo

En materia deportiva, quienes defienden la incursión de las SAD hacen referencia a que ofrecen mejores condiciones para la formación de jugadores a nivel de juveniles y condiciones estables para el desarrollo de los trabajos en Primera División. “Desde que hay un crecimiento en la cantidad de SAD mejoró el cumplimiento de los contratos”, dice Alonso. “Este fue el año de menos deuda a nivel de futbolistas en la historia, mejoró el cumplimiento con respecto a las obligaciones fiscales. El Estado está recaudando mucho más que antes".

El presidente de la AUF considera que a nivel de competencia macro hay un acercamiento al estándar internacional. “Uruguay cuenta con una buena base de formación de futbolistas y la única manera que tiene para competir de forma más cercana a países con mayores ingresos de televisión como Chile o Paraguay, ya no digo los grandes sino los de tabla media, es a través de captar los inversores y la formación de futbolistas”, reitera.

Alonso coincide en que hay instituciones civiles que se manejan “muy bien”, pero asegura: “En la forma en que está armada la estructura deportiva y la necesidad de presupuestos altos, no tenés otra fórmula que no sea teniendo abierto el menú y que los clubes puedan captar inversiones a través de este instrumento” que son las SAD.

El titular de la AUF cree que la única manera de que el fútbol uruguayo a mediano plazo logre destacarse como liga es seguir apostando a la captación de inversiones y sacándole “el mayor jugo posible” a la transferencia de futbolistas. En ese sentido, dice que la venta de jugadores “es un producto genuino que tiene el país” y clave “junto con vender al precio máximo los derechos de televisión". “Ahí hay un potencial muy alto de más de 45 millones de dólares y en cuanto a la venta de futbolistas hoy hay un mercado registrado en alrededor de 70 millones de dólares”, explica.

Ignacio Alonso
Ignacio Alonso, presidente de la AUF.
Foto: Estefanía Leal/El País.

Hay un caso emblemático: Torque. El negocio del Grupo City en Uruguay desembarcó en 2017 en el club. Su objetivo es la formación y captación de futbolistas. Javier Noblega, CEO de Montevideo City Torque, señala a El País que “este tipo de estructura societaria de repente puede funcionar para algunos clubes, pero para otros no”.

Noblega resalta casos como Liverpool, que no es una SAD sino una sociedad civil: “Ha hecho una gestión muy buena y compite con los clubes grandes, entonces cuando hay más competencia interna, al final mejoramos todos”. También destaca el ejemplo de Wanderers.

Las SAD en general desembarcaron en clubes más chicos, entonces el CEO de Torque cree que “hay un proceso madurativo para poder llegar al nivel de estabilidad que hoy tienen algunas sociedades civiles con respecto a la formación de futbolistas”. En el club trabajan en ser “la mejor academia de formaciones futbolistas del Uruguay” sabiendo que tienen muchos años por delante para estar entre los mejores. Por citar ejemplos concretos, Noblega habla de Lucas Pino, juvenil que está en el club “hace cuatro años e hizo todo el proceso formativo y hoy juega en el primer equipo” y fue citado por Marcelo Bielsa para el partido de la selección uruguaya contra Venezuela por Eliminatorias en setiembre.

“Se está empezando a ver esos resultados en estos últimos tiempos porque el proceso formativo requiere un nivel de madurez más allá de la inversión económica”, asegura. En esa línea, Noblega resalta la cantidad de futbolistas que aportan a las selecciones juveniles: “En general somos el cuarto club con más convocados”.

Pedro Bordaberry
Pedro Bordaberry en el predio de Montevideo City Torque, club que preside.
Foto: Pedro Bordaberry

La postura de Peñarol y Nacional sobre las SAD

El presidente de Nacional, Alejandro Balbi, levantó polémica esta semana cuando tuiteó: “Para debatir y profundizar.,, dos históricos equipos convertidos en SAD en la final de la Libertadores”. Se refería a Atlético Mineiro y Botafogo. Pero horas después, para evitar malinterpretaciones, debió salir a aclarar que no quiso siquiera sugerir que Nacional debería convertirse en una SAD. “Mi reflexión tendió a ser más profunda, referida al ámbito internacional, en ningún momento estaba relacionada a Nacional”, escribió.

En charla con El País, Balbi dice que le parece bien para el fútbol uruguayo la profesionalización de clubes, ya que “puede llevar a reflotar a viejos clubes históricos como Mar del Fondo, en su momento La Luz o Cooper, entre otros”.

“Los costos de los espectáculos son cada vez más caros, conformar un plantel profesional sea en la A o la B es costosísimo, a eso hay que sumarle las formativas, el fútbol femenino que es prácticamente una imposición de FIFA y Conmebol, entrenadores, psicólogos, canchas, médicos, nutricionistas. Hay clubes que no se pueden bancar como lo hacían antes, con una rifa o un sorteo de un auto”, explica. Y lanza: “No te sorprenda que clubes históricos en algún momento tengan que llegar a recorrer este camino”.

Balbi admite que hay clubes en desarrollo “que están en esa dicotomía de tener muchos hinchas, pero que económicamente están justos o con problemas”. “Hay otros clubes que no tienen historia y pocos hinchas, pero siempre están al día, las instalaciones son espectaculares y ya están trabajando a nivel de formativas. Es un cambio de modelo, indudablemente”, comenta.

Con respecto a la captación de talentos, en filas tricolores “no preocupa”, dice Balbi, pero “ahora hay nuevos competidores como Torque, Albion, Rentistas, que trabajan muy bien en formativas y le dan muchos elementos a los juveniles”.

Alejandro Balbi, presidente de Nacional.
Alejandro Balbi, presidente de Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

¿Y qué dicen en Peñarol? El presidente Ignacio Ruglio se ha mostrado contrario a la proliferación de este tipo de gestión privada en los cuadros de fútbol.

Guillermo Varela, dirigente del aurinegro considera que es importante “quién maneja a las SAD”. En charla con El País, opina: “Uno de los puntos en contra es la pérdida de identidad, el club se convierte rápidamente en una empresa y no en una institución social o deportiva que tenga un arraigo cultural o local. Notoriamente tienen que primar los intereses económicos sobre los deportivos, cuando se trata de accionistas”.

Sin embargo, Varela cree que estas gestiones tienen puntos a favor, ya que permiten una gestión más profesional. “Al estar administradas como empresas, las estructuras de gestión suelen ser más eficientes y profesionales”. Además, obliga a que haya transparencia y rendición de cuentas “más seria y profesional que los clubes que no tenemos determinadas obligaciones”.

Pero el directivo mirasol considera que para el fútbol uruguayo este modelo “tiene más puntos en contra que a favor”. “Al concentrar el poder en unas pocas manos, con la ausencia del control de los socios, hay riesgo de que haya malas inversiones y que estén enfocados en resultados de corto plazo del club. El día de mañana abandonan, se van o quiebran y el club queda herido de muerte”, asegura.

Con respecto a las inversiones económicas que pueden recibir los clubes a raíz de las SAD, Varela dice que “por un lado está bueno porque puede volver competitivo internacionalmente, pero también se genera una desigualdad grande entre un club y una SAD”.

Y opina que “no parecen haber sido deportivamente exitosas” en nuestro país. Se refiere al Grupo City: “Manchester City desembarcó con un equipo en Uruguay, llevó un equipo de la A a la B, pero tampoco ha logrado éxito local o en lo internacional. Quizás es temprano para juzgar sus formativas, pero tampoco parece ser un actor principal en este ámbito”, considera.

Es verdad, admite Varela, “hay clubes que por su urgencia económica y amateurismo, cualquier oferta puede ser buena porque se solucionan problemas en lo inmediato”. Pero no sirve para los clubes grandes, indica, “porque difícilmente un fondo, sea de quien fuere, podría venir a asegurarnos ese desarrollo y camino a la par de que seamos un club popular”. “No quita que puede haber otro tipo de sociedades que tengan un espacio para inversiones de terceros, pero nunca darle la llave del club simplemente a un poder económico”, asevera.

Así las cosas, aunque las SAD pueden ofrecer beneficios como mayor inversión y profesionalización, todos dicen que es crucial que su desembarco sea en un marco que preserve la rica tradición del fútbol en Uruguay. El equilibrio entre la modernización impulsada por las SAD y el papel fundamental de las asociaciones civiles será esencial para asegurar un desarrollo sostenible y exitoso de un campeonato que está lejos de ser competitivo.

Guillermo Varela, dirigente de Peñarol, previo a la reunión en la casa de Diego Aguirre.
Guillermo Varela, dirigente de Peñarol.
Foto: Juan Manuel Ramos/El País.

Cambios en la Rendición de Cuentas para control antilavado

La Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos (Senaclaft) incorporó a partir de la Rendición de Cuentas a las SAD como sujetos obligados de prevención de lavado de activos y financiamiento de terrorismo, como fue solicitado en su momento por la SND. Jorge Chediak, secretario nacional de la Senaclaft, dice a El País que el objetivo de este cambio es “poder supervisar adecuadamente” a estas sociedades, algo que ya se hace con las asociaciones civiles.

“Se daba la contradicción de que había SAD que no eran sujetos obligados que sí lo eran hasta unos meses antes de hacer la transformación”, agrega.

Gustavo Misa, supervisor de fiscalización de la Senaclaft, explica a El País que próximamente se va a aplicar “una reglamentación específica” para las SAD a través de un decreto reglamentario. Sin embargo, ya realizaron capacitaciones con el sector para explicar cómo es el procedimiento y los controles, sobre todo en los casos en que venden futbolistas al exterior, donde deben presentar reportes y mecanismos con los oficiales de cumplimiento.

Por su parte, Patricia Laburu, supervisora del Área Jurídica, señala que la reglamentación “es más que nada hilar fino en las obligaciones específicas, porque en realidad la reglamentación general para todos los sujetos obligados se cumple en el decreto 379/018 y la ley 19.574”. La reglamentación específica sería “similar” a las que hay en el sector inmobiliario, por ejemplo. “Probablemente hagamos un sondeo con los principales referentes del sector y con las asociaciones. La idea es que ellos puedan participar en la reglamentación y opinar en definitiva son los que después van a tener que cumplir con la normativa”, expresa Misa.

El titular de la SND, Sebastián Bauzá, apoya la regulación legal de la SAD en Uruguay, “un instrumento muy bueno para el desarrollo y la sostenibilidad económica de instituciones deportivas”. Pero, dice, “como todo instrumento, es importante cómo y quién la maneje”. En ese sentido, resalta los cambios normativos en cuanto a la regulación de los controles a estas instituciones privadas: “Es muy importante que cada vez que se vende un jugador, tengan que presentar la información del dinero que ingresa por una venta”.

Jorge Chediak
Jorge Chediak, Secretario Nacional para la Lucha Contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo.
Foto: Estefanía Leal/El País.

Otros cambio normativos

Otro de los cambios normativos en la Rendición de Cuentas tiene que ver con que antes los miembros de las comisiones directivas de las SAD eran un máximo de cinco: “Ahora se redujo a un mínimo de dos y se eliminó el máximo”, indica Martín Esposto, abogado especializado en derecho deportivo y directivo de Defensor Sporting Club.

Esposto explica que otro cambio es que “los clubes que son asociaciones civiles pueden tener participación en las SAD, con dos limitantes: no participar en las mismas competiciones que la SAD y que la participación no exceda el 25%”. “También se permiten contratos de cesión de activos deportivos entre las asociaciones civiles y las SAD”, detalla. Además, una medida que se incorpora es que las acciones de las SAD están “por fuera de los embargos genéricos, por lo que es una medida eficaz para asegurar un mecanismo de negociación, al tener las mismas regulaciones que las sociedades anónimas”, señala.

El abogado especialista en derecho deportivo Nicolás Rivadavia comenta que otro cambio relevante tiene que ver con los aportes mínimos que antes deberían ser exclusivamente en dinero. “Ahora con la nueva redacción, los aportes mínimos a la SAD pueden ser en dinero o en especie. Esto facilita porque a veces era muy complejo al momento de constituirse la SAD el tema de los aportes mínimos que solo le permitían plata, por ejemplo un inmueble”, agrega.

La abogada Kerstin Jourdan coincide en que estas modificaciones buscan fomentar que más inversores puedan ingresar al mercado de fútbol uruguayo: “Eso como parte de una crisis que viven los clubes hoy día, porque ya sabemos que tiene una pobreza absoluta debido a que han entregado todo su patrimonio tanto a las empresas de derechos televisivos como a prestamistas, por tanto, buscando un poco solucionar esta situación de crisis que hay en Uruguay, evidentemente se da la necesidad de hacer ciertas modificaciones a las normativas”.

Otro aspecto que destaca Jourdan, que es vicepresidenta de la Organización Nacional de Fútbol Infantil, es que hay SAD que se instalan en el interior del país y generan recursos propiamente a esas ciudades, dando oportunidades de trabajo. “Hoy día se necesitan estos flujos de capital por fuera porque muchas asociaciones civiles dan pérdidas, por lo que el capital extranjero busca reflotar el fútbol local”, explica.

Deportivo Maldonado vs Boston River
Partido entre Deportivo Maldonado y Boston River.
Foto: Juan Manuel Ramos/El País.

El caso de Atenas: “No es venir y pechear porque tengo dinero”

Matías Sena, presidente de Atenas de San Carlos en Maldonado, es cauto ante esta nueva posibilidad de un gerenciamiento y recuerda cómo se dio la salida del Grupo Fassi. “Cuando vino Fassi tenía un proyecto que era bueno, pero no se conocían los valores y raíces del club, además de la forma de trabajar del fútbol uruguayo”, dice.

El presidente del equipo carolino advierte que en Uruguay. “no es venir y pechear porque tengo dinero”. “En el club pasó dinero, pero no en la forma en que debería, porque luego de dos años y medio seguían las mismas carencias. La cancha no estaba pintada, por ejemplo”, explica.

Entre las decisiones que reprocha está que el grupo inversor decidió alquilar un hotel en Punta del Este, ir a la Posta del Lago y contratar a Diego Forlán. “Si lo podés mantener perfecto, pero es muy difícil mantener una estructura así en un fútbol tan complicado. Vinieron con la idea de que esto era otra cosa, ahí estuvo el problema”, confiesa Sena.

Cada vez está más profesionalizado el fútbol, y para Sena “la figura de las SAD hace que se necesite una conducción más profesional”. “Hoy el club es una asociación civil y la idea es volver nuevamente a una SAD si se cristaliza este acuerdo. Es la figura que necesitamos, ya que tenemos un déficit que solo en viajes -incluyendo a las divisiones formativas- es de entre 70.000 y 80.000 dólares por mes, lo que es un monto importante para nosotros”, asevera.

Para Atenas, al igual que otros clubes, mantenerse “es complicado”. “No tenemos la estructura de poder vender jugadores y solventar un año para comercializar futbolistas. Nos manejamos día a día y eso es complicado. Los clubes hoy necesitan orden, planificación. Eso falta en el fútbol uruguayo en sí, hay veces que no sabemos si jugamos la semana que viene o no, o si se jugará entre semana o no. Para atraer inversores eso es difícil, ya que cuando se ponen a investigar no encuentran un orden o una forma de trabajar. Es como un descontrol y eso hace difícil todo”, considera.

Atenas de San Carlos
Atenas de San Carlos busca acuerdo con club inglés.
Foto: Ricardo Figueredo/El País.

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