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"El archivo es la memoria de la Patria", dice un afiche en una oficina del Archivo General del Poder Judicial, en la calle Cerrito. Esa memoria -fijada en papeles que están almacenados en 15.400 cajas que contienen 950.000 expedientes que cuyos casos abarcan hasta 2003- será digitalizada para no seguir expandiéndose y desafiando los límites de cualquier edificio. Según explica Renée Barrio, se espera que los ministros de la Suprema Corte de Justicia den el visto bueno al proyecto de digitalización de las fojas para presentar en el Senado el año próximo y que en 2011 empiece el trabajo propiamente dicho. La memoria almacenada en el edificio de Ciudad Vieja es, aunque voluminosa, parcial: consiste de todos los documentos enviados por los juzgados de Paz, Laboral, Civil, Familia, Aduana, Concursales y Contencioso Administrativo (los expedientes penales tienen un archivo aparte). Antes estaban en el Archivo General de la Nación, pero como las fojas son cada vez más hubo que hacerles un lugar aparte en 2001. Los corredores entre los estantes son cada vez más estrechos y no ayuda que además haya que alojar temporalmente los expedientes de los juzgados que están mudándose al nuevo edificio del Poder Judicial en Plaza Cagancha. "El papel se destruirá y todo el proceso estará reglamentado por una ley, controlado por Jueces, Actuarios y Técnicos", dice Renée Barrios, quien trabaja en el archivo.