Viste de negro, tiene una llamativa melena, lleva un piercing en la boca, su voz es muy grave y gesticula poco. Nahuel Speranza, de 23 años, es la carta de presentación del Partido Libertario del Uruguay. Su juventud se vislumbra con facilidad, sobre todo cuando está acompañado de otros integrantes del partido, pero a la vez se nota que él prefiere esconderla un poco y hacer creer que es más grande. Habla con palabras complejas, hace discursos largos y por un momento parece que uno estuviera escuchando a una persona bastante mayor. Pero no es el caso.
Speranza no es solo la cara principal que los integrantes del Partido Libertario del Uruguay quisieron mostrar al dar la entrevista para este artículo, sino que además es quien más aparece en las redes sociales del flamante partido. Bajo el seudónimo Yorki, Nahuel Speranza hace videos en YouTube que luego son compartidos por los libertarios uruguayos, con explicaciones de lo más variadas. El último se titula: “El Pit-Cnt te quiere expropiar el sueldo y la jubilación”. A pesar de los videos con frases polémicas (“es tu plata, no de los políticos”, dice en un momento), en persona Speranza parece tener un perfil bajo y ser tranquilo. Hasta conocerlo uno pensaría que la voz que usa en los videos tiene algún tipo de efecto de sonido para parecer más grave y todo narrado por un locutor, pero no es así. Speranza tiene una voz muy grave que lo distingue. Es el vicepresidente del Partido Libertario del Uruguay, lo que para muchos nació como una especie de réplica a lo que pasó con Javier Milei del otro lado del charco, pero para ellos es “un proyecto propio”. A los pocos minutos de iniciada la charla con Yorki, el joven dice frases como “debemos ser los arquitectos de nuestra vida” o “sabemos que el límite es el cielo”, mientras habla de las ideas libertarias con seguridad.
Durante buena parte del año pasado Speranza se dedicó a reunir firmas para presentar ante la Corte Electoral y así fundar el Partido Libertario del Uruguay. En total juntaron unas 2000 firmas y consideran el día en el que las presentaron como el de la fundación oficial. Esa vez el joven grabó un video que se transmitió en vivo por el Instagram del Partido Libertario junto a Nelson Petkovich, un abogado de 61 años que se autodefine como “liberal clásico” y fue elegido presidente del partido. Al final Petkovich dice “¡viva la libertad, carajo!”, el famoso grito de guerra de Milei.
La comparación con los libertarios argentinos parece inevitable, pero los de este lado del río dicen querer “distanciarse” de la idea de que son la copia de Milei en Uruguay.
Speranza admite que lo que pasó en Argentina “fue un impulso evidente” para la fundación del partido. Cuenta que, después de que la Corte solicitó la presentación de algunas firmas adicionales, lograron juntar 500 más en tres semanas “y eso fue porque la gente ya sabía de lo que le hablábamos al decir que éramos libertarios, por lo que estaba pasando con Milei”. Para Speranza “los uruguayos somos muy distintos a los argentinos”, “la realidad cambia en cada país” y “no se pueden aplicar las mismas cosas allá que acá”. ¿Y entonces?
Lo que sí tienen en común y parece ser la gran bandera del partido es aquello del desencanto con los políticos tradicionales, aunque ellos prefieren no hablar de “casta” como sí hace Milei.
El vínculo de Bauti Gil con los libertarios
Uno de los que más se ha manifestado a favor de las ideas de Javier Milei en Uruguay es el joven militante Bauti Gil Castillo, quien se inició en el Partido Colorado y es muy activo en redes. A pesar de que recientemente decidió dejar la actividad política, dice que “es algo muy positivo” que se haya creado el Partido Libertario del Uruguay y, aunque inicialmente apoya al precandidato colorado Gabriel Gurméndez, aclara: “No descarto votar al Partido Libertario, eventualmente por el tipo de discurso que tienen”. Aún no lo tiene decidido.
Derecha o izquierda.
Como todavía no tienen una sede establecida, la cita es en la casa de Santiago Camejo, quien integra el directorio del partido y dice que en el pasado siempre votó “al menos malo”: no quiere decir a quién. Vive en una linda casa en el barrio La Comercial, la mejor mantenida de la cuadra. Tiene piscina y dos pisos. La entrevista es en el segundo, que está compuesto casi totalmente por una biblioteca amplia con vista a buena parte del jardín.
Entre ellos se conocen hace más o menos un año y aseguran que desde ahí han organizado clubes de debate en donde expusieron acerca de las ideas libertarias. Durante la entrevista con Camejo y Speranza suena el timbre y el dueño de casa demora algunos segundos en reconocer quiénes son los otros dos hombres que están en la puerta. Después de un rato se da cuenta de que se trata de dos militantes del partido que se enteraron de la entrevista y quisieron participar.
Uno viene con cámaras para hacer video y foto. Quiere que todo se suba a las redes sociales del partido. Se llama Guzmán y a los minutos de llegar cuenta que en 2019 trabajó en la campaña de Juan Sartori. Es empresario independiente y se acercó al Partido Libertario por las redes sociales que maneja Yorki. Tras escuchar las propuestas y asistir a algunas reuniones, sintió que todo le “hizo clic”. Con él llega Aureliano, un venezolano que está en Uruguay desde 2016 y se considera “extremadamente decepcionado por el socialismo”.
Los cuatro integrantes del Partido Libertario del Uruguay aseguran que las personas que lo integran no son de derecha ni de izquierda porque “vienen de todos lados” y lo que comparten es “eso de estar hartos de cómo se maneja el país”. Speranza dice que tanto los gobiernos del Frente Amplio como de la coalición han hecho un “manejo similar” de la economía porque “apuestan siempre por la centralización de las cosas y eso le saca autonomía a los uruguayos”.
Sin afirmar nada muy concreto, todos mencionan que el costo de vida en Uruguay es caro y piensan cambiarlo con una reforma del Estado. “Quienes se identifican con el enfoque libertario defienden con convicción que la sociedad es mejor servida cuando el poder económico y político se encuentra en manos de cada individuo, no de una burocracia estatal y de personas vinculadas a ella” es una de las frases que aparece en la carta de principios que el partido presentó ante la Corte Electoral.
Para los libertarios el gobierno de Luis Lacalle Pou ha sido “tibio” y “más de lo mismo”. “Se paseó durante la campaña presidencial diciendo que iba a bajar impuestos y lo primero que hace es crear un ministerio”, opina Camejo.
—¿El Partido Libertario podría integrarse a la coalición multicolor?
—No, porque eso sería traicionar a las personas que confiaron en nosotros. Nunca impondríamos una disciplina partidaria de ningún tipo. Nuestra naturaleza es totalmente incongruente con la de la coalición que gobierna y también con la del Frente Amplio. Hace falta un cambio en las figuras políticas —responde Speranza.
—¿Entonces hay una casta política en Uruguay?
—Yo no usaría la palabra casta. Somos libertarios y no tenemos que copiarle el discurso a nadie. Lo que compartimos con los libertarios de otros países es el entendimiento de las ideas. Sabemos que hay un político del Partido Colorado que sí está usando la palabra casta, pero nosotros preferimos no hacerlo.
Se refiere a Guzmán Acosta y Lara, quien ya lanzó su precandidatura y una de sus propuestas incluye pasar de 14 a ocho ministerios y “parar con la fiestita política de la casta”, según manifestó en Twitter. Con un perfil polémico marcado y muchas similitudes con Javier Milei, Acosta y Lara se considera un libertario dentro del Partido Colorado.
Aunque “celebra” la creación del Partido Libertario en Uruguay, el precandidato dice a El País que “es mucho más difícil que tengan éxito creando la estructura por fuera de los partidos tradicionales”. Y entonces agrega: “Nosotros compartimos parte de sus ideas e incluso estamos llevando algunas de las que nos parecen más interesantes a las propuestas de campaña, pero creo que el camino de hacer un partido nuevo por distintas razones no ha funcionad en Uruguay. Es un país muy tradicionalista”.
¿El candidato?.
A pesar de que todavía falta hacer uso de la “democracia interna” según los libertarios uruguayos, durante las próximas semanas definirán quién será el precandidato a la Presidencia por el partido. Ninguno de sus actuales integrantes es particularmente conocido y los militantes consultados aseguran que lo más necesario es elegir a una persona que “sea capaz de explicar cosas complejas de forma simple” y que tenga “mucho carisma”.
En eso están. Antes de definir quién será el responsable de representarlos en la elección del domingo 27 de octubre de 2024, los integrantes del partido van a afinar algunos lineamientos que aún no han discutido. Sin embargo, hay otros que ya están definidos. “Nos posicionamos en contra de cualquier forma de prohibición estatal en el mercado de sustancias, abogando por la libre comercialización de drogas que actualmente se encuentran en la clandestinidad fruto de la inoperancia y las malas decisiones políticas”, sostiene el documento que el partido presentó ante la Corte Electoral sobre la legalización de las drogas. Con respecto al aborto, los libertarios dicen que “aún no hay consenso a nivel mundial entre quienes se consideran libertarios” y por eso como partido no tienen una posición tomada. Sin embargo, el documento sostiene que la interrupción voluntaria del embarazo “no debería ser financiada por el Estado directa o indirectamente”.
En lo que sí están de acuerdo los libertarios es en la eventual aprobación de la eutanasia en Uruguay. “El Partido Libertario defiende la legalización tanto de la eutanasia activa como pasiva, con las mayores garantías jurídicas, para que las personas puedan escoger en qué circunstancias quieren terminar su vida”, asegura el documento presentado.
Una pregunta que los integrantes del nuevo partido todavía no se animan a contestar tiene que ver con la cantidad de militantes que los apoyan. Es cierto que juntaron más de 2.000 firmas, ¿pero cuántos de esos están involucrados realmente en el funcionamiento del grupo? Según Speranza es “imposible saberlo” porque de cada reunión participan diferentes personas y “se van sumando con el tiempo”. Además, el partido todavía no habilitó las afiliaciones de manera formal, debido a que hace falta concretar trámites en la DGI para tener la aprobación correspondiente. El vicepresidente de los libertarios anuncia que en las próximas semanas quedarán habilitadas las afiliaciones. Según Speranza, al igual que sucede en Argentina, la mayoría de los que integran el partido en Uruguay son jóvenes y tienen entre 20 y 35 años.
A menos de seis meses de las elecciones internas, el Partido Libertario del Uruguay busca posicionarse como una alternativa a los partidos tradicionales y tener el mismo éxito que lograron los libertarios argentinos. ¿Podrán? Al menos por ahora parece muy difícil.
La importancia de las redes sociales
Al igual que pasó en Argentina, los libertarios uruguayos apuestan por las redes sociales para poder difundir sus propuestas de cara a las elecciones. De hecho, ya lo están haciendo. Tanto en Instagram como en Twitter, YouTube y TikTok, el Partido Libertario publica videos explicativos sobre temas de actualidad. Generalmente es el propio vicepresidente del partido, Nahuel Speranza, el que aparece en las publicaciones y hace videos en vivo para hablar con sus seguidores.
“Hoy es la principal manera de comunicarse y los jóvenes la entendemos muy bien. Además, da cierta flexibilidad y se pueden enviar mensajes que contienen humor con información”, dice Speranza. Y otro de los militantes agrega: “Sabemos que la campaña de Javier Milei fue muy económica gracias a que apostó mucho por la difusión digital con las redes sociales. Eso permitió que haya gurises de 15 años hablando de las ideas de los filósofos de la Escuela Austríaca de Economía, lo cual es muy complejo y todo eso gracias a cosas que escucharon o videos que vieron en las redes”.