Se salvó del terremoto en Haití, quitó minas con el ejército sandinista y hoy dirige el Plan Juntos

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Coronel Rody Macías. Foto: Francisco Flores

CORONEL RETIRADO RODY MACÍAS

Esta es la historia atrás del dirigente de Cabildo Abierto que tiene a su cargo el plan de viviendas que funciona en las zonas más pobres del país.

“Sí, yo estuve en Nicaragua con los sandinistas”, dice el coronel retirado Rody Macías, actual coordinador del Plan Juntos y hombre de confianza del senador Guido Manini Ríos y de su esposa, la ministra de Vivienda Irene Moreira. Y sabe que no es lo primero que uno asociaría con un dirigente de Cabildo Abierto.

Pero su historia arranca allá por 1982, cuando se recibió en el Arma de Ingenieros. Su especialidad es el desminado y eso fue a hacer a Nicaragua en 1993: a instruir al Ejército Popular Sandinista. Ya había terminado la revolución en el país centroamericano y la entonces presidenta Violeta Chamorro —quien había vencido a Daniel Ortega en las elecciones de 1990— reclamó ayuda a la Organización de los Estados Americanos (OEA).

“Fuimos tres representantes (por el Ejército uruguayo) pero al final quedé yo solo. Estuve 10 meses sacando minas, un trabajo bastante embromado”, cuenta Macías. Un compañero suyo perdió una pierna. Con un militar argentino tuvo “la suerte” se sacar la primera mina de esa misión. En Angola estuvo en la zona de guerrillas en 1995 y 1996. Si bien ya se había firmado la paz, la guerra seguía. Fue como observador y se enfermó de malaria: “La pasé bastante mal”, dice hoy en la oficina donde funciona el Plan Juntos en la Ciudad Vieja.

Ya de regreso en Uruguay, hizo el curso del Estado Mayor y tuvo varios destinos. Por ejemplo, en 2003 viajó al Congo. Como coronel ascendió a subjefe de misiones de paz. Desde 2008 fue jefe de Estado Mayor del comando de operaciones de las misiones de paz. “Tenía un teléfono que sonaba todo el día, desde Nueva York a la India”, asegura.

Y su última misión fue en Haití. Allí fue a realizar una investigación y se quedó de logístico. Estuvo el fatídico día del terremoto con epicentro a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital del país más pobre de América Latina. El 12 de enero de 2010 murieron 316.000 personas. Además, 350.000 resultaron heridas y se calcula que 1.500.000 personas se habían quedado sin hogar. “Yo me salvé de casualidad”, cuenta el coronel retirado.

Resulta que tenía que ayudar a Brasil por una investigación en curso y le propusieron una reunión en el cuartel general. Pero él les dijo que no, que no le gustaba ir a ese lugar porque siempre había mucha gente. Eso lo salvó. “Los asesoré y les concerté las entrevistas en el cuartel general a las tres de la tarde”, dice.

A esa hora salió a caminar, con una rutina diaria que tenía, en la zona de Pétion-Ville. Y ahí vino el terremoto. Al final la caminata duró tres horas y dice que vio “cosas inenarrables”, mientras se caían los edificios y la gente gritaba desesperada. A esa hora las personas con las cuales él no se había encontrado ya habían terminado la reunión y tomaban un café en un bar del edificio. Todo se vino abajo y murieron allí.

Macías se quedó en la primera etapa de la reconstrucción del país y estuvo 14 meses en la isla. “Haití es como un enclave de África en América”, explica. “Ahí entendí lo que es la solidaridad. No es dinero, es abrir las puertas de la casa al que sea y al que venga. Solidaridad es comemos lo que hay”, dice y se nota su emoción.

Su carrera militar terminó con un cargo bastante más tranquilo: relaciones públicas del entonces ministro Eleuterio Fernández Huidobro. Fueron dos años hasta que se retiró en 2015. En aquel entonces ni imaginaba lo que vendría cinco años después.

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