Hace 15 años, Canal 10 puso en pantalla un reality de talentos arriesgado, de gran presupuesto, en el que los participantes concursaban por un lugar en una mega versión de la comedia musical Doña Flor y sus dos maridos que se pondría en escena en Montevideo y los escenarios más importantes del país. Se llamó Localidades agotadas y para la conducción, la producción encabezada por Agustín Ricagni, apostó por la dupla de Reina Reech y Martín Fablet.

Estrenado en setiembre de 2008, artistas de la danza y el canto se presentaban en el certamen cada semana en el programa, que era rodado en el Palacio Sudamérica. El programa iba los sábados a las 22:00 en vivo y en total participaron 35 artistas de diferentes rubros ante un jurado compuesto por Verónica Lavalle, Jimmy Castilhos y Julio Frade. Localidades agotadas también significó la primera experiencia televisiva para Giannina Silva, quien venía de una intachable carrera en los certámenes de belleza y destacó como notera.

Pero más allá del producto televisivo, el programa quedó marcado como escenario de un conflicto farandulero binacional, entre la conductora Reina Reech y su compañero oriental, Martín Fablet.

La dupla nunca tuvo química al aire y luego del final del programa, se produjo un encarnizado cruce de declaraciones. El comunicador dijo que la argentina “no le ponía onda” y que “no entendía los chistes” además de dar cuenta de eventuales destratos delante y detrás de cámaras hacia los participantes.

“Quiero agradecer a los uruguayos por tanto cariño recibido y recordarles que las pavadas que dijo ese hombre sobre mí no me afectaron en lo más mínimo”, se defendió ella en declaraciones al programa Intrusos.

Foto: Archivo El País.

¿Cómo se gestó este entredicho? Según pudo reconstruir Sábado Show con el creador del programa, Agustín Ricagni y otros integrantes del ciclo, Localidades agotadas fue pensado como formato para una conducción a dúo pero con otros nombres: los primeros candidatos eran Orlando Petinatti y la modelo Natalie Kriz. Sin embargo, ninguno de los dos terminó de cerrar su incorporación al proyecto.

En ese momento, Reech era una de las jurados estrella de los exitosísimos concursos de Marcelo Tinelli (Bailando y Patinando por un sueño), así que cuando surgió su nombre como posible conductora, a los productores les cerró la propuesta. “Como habíamos pensado el formato con una dupla, comenzamos a barajar nombres masculinos y apareció el de Martín”, relata Ricagni.

En ese momento, Fablet destacaba en su rol como humorista y como “número 2” de Ignacio Álvarez en el programa radial Las cosas en su sitio y en TV había tenido algunas salidas en la última temporada de Zona Urbana, en 2006.

Una vez conformado el equipo todo marchó bien. “En la previa del estreno, se llevaron muy bien Fablet y Reina”, recuerda Ricagni.

Los problemas empezaron a surgir una vez que Localidades agotadas estuvo al aire. “No había química. Se pisaban, buscaba cada uno su lugar y el uno tapaba al otro”, comenta el productor.

La producción decidió intervenir para dividir más claramente los roles. En ese momento, Reina Reech hizo pesar sus galones. “El conductor es uno solo; el otro tiene que hacer de apoyo”, opinó en la interna. A partir de ese momento, a Fablet se le dio un rol más secundario, lo que minó completamente la relación.

Al otro día de la final del programa, Fablet se despachó desde los micrófonos de Las cosas en su sitio en Radio Sarandí.

“A esta señora le faltó mucha carpeta; es una mujer con un físico espectacular para un jurado como el del programa de Marcelo Tinelli; contesta rápido y habla con propiedad, pero no tiene onda; está como enojada siempre”, dijo Fablet.

“La conductora del programa debió ponerle un poco más al tema; parecía que venía a hacer lo que debía y chau... nunca llegó un día antes para ver un ensayo ... habrá pensado: ‘El programa no anda bien, ¿para qué le doy pelota?’“, agregó.

El año pasado, invitado por Algo contigo (Canal 4), el comunicador recordó el entredicho. Y contó más detalles: que durante el programa, Reina Reech tenía vodka en la copa que simulaba agua. “Tomaba vodka la veterana para entonarse”, dijo.