A nueve años de "Llamame más temprano", Nati Ferrero abre un OnlyFans y habla de su vínculo con un candidato

La cantante relanza su carrera con un tema junto al popular Joaco de Piedras Blancas y recuerda el infierno que vivió en la época de máximo esplendor de su banda Mano Arriba: "Me sentía en la cárcel".

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Natalia Ferrero.
Natalia Ferrero, ex Mano Arriba.
Foto: Jorge Amarista @photoshaya

Fue la cara de una de las bandas más exitosas del fenómeno de la “cumbia cheta” una década atrás, a la par de Márama, Rombai y Toco para Vos. A nueve años del hit Llamame más temprano que catapultó a su banda Mano Arriba y hoy acumula 100 millones de reproducciones en You Tube, Nati Ferrero revela que una vez que se bajaba del escenario vivía un infierno.

Según la artista, la convivencia con sus compañeros era de una “violencia absoluta” que fue in crescendo hasta la ruptura definitiva del grupo. El presente encuentra a la cantante relanzando su carrera con una canción junto al músico del momento, Joaquín Da Rosa (Joaco de Piedras Blancas) y preparando producciones para la plataforma OnlyFans donde suele haber contenido de alto voltaje. En diálogo con El País, lamenta que el público uruguayo no sea generoso con sus artistas y explica un pícaro ida y vuelta en redes sociales con un candidato presidencial.

-Lanzaste en los últimos días el tema No se termina con Joaquín Da Rosa, el artista del momento, ¿cómo surgió la iniciativa de hacerla juntos?

-Compartimos el mismo productor así que fue algo que se dio naturalmente. Hace tiempo que teníamos el proyecto de hacer algo juntos, después quedó en stand by y lo retomamos hace unos meses. Él la está rompiendo. Vino a desestructurar el panorama. En mi vida fue una influencia artística interesante. Me inspiró y me hizo bien.

-En redes se especula con la posibilidad de que entre ustedes haya algo más que una relación profesional.

-Somos amigos. Es una persona que me trajo un aire de recambio a mi vida, pero no hay amor de pareja.

-¿Hubo un beso al menos?

-Lo dejo a la libre interpretación (risas). Uno empieza como amigo pero no se puede decir “nunca”. Por ahora hay buena onda entre los dos, pero no somos pareja.

-Tuviste también un pícaro ida y vuelta en redes sociales con el candidato Andrés Ojeda, ¿te gusta?

-Tenemos buena onda, hemos hablado y nos hemos cruzado un montón de veces. Es una persona inteligente e interesante, pero no sé si es mi tipo. Tengo una amiga que lo ama (risas).

-¿Vos hoy estás en pareja?

-Estoy conociendo a alguien que tiene 15 años menos que yo. Es una relación increíble. Encontré a alguien que me dice cosas que no me habían dicho antes y con quien tengo la libertad para hacer lo que tenga que hacer. Él entiende por dónde va mi vida y mi carrera. No es Joaco (risas).

-Hace unos días publicaste un sketch en el que interpretabas a una hater que te acusaba de hacer siempre las mismas canciones, ¿te critican eso?

-Hice un video que refleja mi historia. Lo que me pasó fue que mi voz y mis canciones fueron muy conocidas pero yo no. A mí no me molestaba en su momento porque podía tener el trabajo de mis sueños y además podía ir al supermercado como una persona común, algo que Natalia Oreiro o Agustín Casanova no pueden hacer con la misma facilidad. Pero con el tiempo me di cuenta de que la marca personal es muy importante. Cuando terminamos Mano Arriba empecé a cultivar eso para que la gente me ubique. Por eso insisto en decir “soy la que cantaba esas canciones”. Hay gente que me dice “te quedás en el pasado”, pero mi plan es sacar canciones nuevas y mirar para el futuro. Es obvio que voy a usar aquellas canciones como caballito de batalla. Me dicen también que me colgué de Joaco. Uno piensa “¿esa gente no tiene nada mejor que hacer?”.

-Te has expresado en la misma línea que el streamer argentino Coscu, que opinó que al público uruguayo le cuesta apoyar a sus artistas.

-Yo quiero creer en el uruguayo. Recibí un montón de mensajes dándome para adelante por mi colaboración con Joaco. Somos dos artistas uruguayos que nos estamos rompiendo haciendo videos y música. ¿En serio van a seguir atacando? Lo que también me pasa es que en Argentina hice shows vendiendo entradas, pero en Uruguay no me animo. No sé si la gente me apoya y compraría una entrada. Sacar al uruguayo de la casa para que vaya a ver a alguien que es de su país lo pueden hacer No te va gustar, Rada, Drexler y La Vela, pero no se estila mucho. Uno querría que hubiera más apoyo.

-¿Vos creés que responde a la idiosincrasia más que al tamaño del mercado?

-Sí. El argentino es más fanático, sociable. Mis amigos argentinos salen todos los días y se reúnen todo el tiempo. El uruguayo es recatado y menos demostrativo.

-Tu canción anterior, Rehén, habla de una relación tóxica y cruel, ¿es autobiográfica?

-Sí. La verdad es que durante muchos años la pasé muy mal. Creía que estaba cumpliendo mi sueño pero estaba como en una cárcel. Fueron 10 años de novia con Álvaro (Rabaquino) y después otros 10 trabajando juntos en Mano Arriba. Nos separamos cuando empezamos con la banda. Yo no tenía un conflicto emocional con eso pero él sí, entonces me hizo la vida a cuadritos. No podía mostrar con quién estaba ni qué hacía. Me preguntaba todo el tiempo dónde estaba y qué había hecho. Me hacía escenas de celos. Si no le contestaba el teléfono me gritaba como un loco.

-Has contado que la convivencia con tus compañeros de la banda Mano Arriba no era fácil.

-Los dos hermanos (Rabaquino, responsables de la banda) nunca me trataron como una igual. Yo era como un segundo rango. Sufría situaciones de violencia absoluta. Una vez estaba cantando en una fiesta empresarial en Argentina en un escenario precioso con una cámara en la cara y empecé a escuchar ruidos fuertes en mi retorno, así que me lo saqué. Cuando terminó el show el sonidista me dijo que era Álvaro que desde arriba del escenario movía el monitoreo para enloquecerme. Hacía ese tipo de cosas para hacerme daño.

-¿Nunca llegaste a un límite que te haya hecho evaluar dejar la banda?

-Yo en algún momento dije “no sigo”, pero los representantes argentinos me amenazaban y me decían que si yo no iba a cantar me iban a llegar todos los juicios que iban a hacer los padres de las fiestas de egresados. Me decían “vos tenés firmado un contrato que dice que por cuatro años tenés que hacer esto”. No les importaba que me maltrataran y me denigraran delante de otras personas. Llegué a sentirme muy mal hasta que dije “basta, prefiero que me cueste el doble pero seguir sola”. Lo peor fue hace dos años cuando él se puso de novio con una chica que me escribía y me amenazaba por redes: me decía que sabía dónde vivía y que me iba a venir a quemar la casa. Me mandaba cartas insultando. Empecé con pastillas porque me daban ataques de pánico. Yo nunca contesté y tuve que hacer la denuncia.

-¿En lo económico cómo se resolvió la disolución de la banda?

-Ellos registraron el nombre de la banda y me dejaron afuera. Además yo ganaba un tercio de los shows pero apenas un 5% de las regalías. En 2022 firmamos un acuerdo para cobrar también un tercio de las regalías, pero no es ni cerca de lo que se generaba en 2016. Meses después empecé a sacar temas como solista y ellos me denunciaban los videos para bajarlos. Encima hicieron shows con el nombre Mano Arriba con otra cantante. Se manejan mal y me hicieron mucho daño. Quedé rota después de la relación con ellos. No quiero sufrir más.

-¿Tuviste que recurrir a la Justicia para hacer algún reclamo?

-Reclamé con un abogado por los shows que hicieron con el nombre Mano Arriba después de que habíamos firmado que ninguno podía usar ese nombre sin el consentimiento del resto. Lo que arreglamos fue que los derechos discográficos son de los tres y que cualquier cosa que hagamos con el nombre tenemos que estar los tres de acuerdo. En abril hubo una audiencia conciliatoria y no nos podíamos ni ver. Se hablaron entre los abogados. Lo que ellos quieren es que yo no cante más las canciones pero eso no me lo pueden prohibir.

-¿No pudiste disfrutar nunca del éxito de la banda?

-Hubo momentos amargos y dulces. Estuve en escenarios que no podía creer frente a gente eufórica que se sabía las canciones. Pero a la vez me sentía súper sola, violentada y me quería matar. Ellos, el músico y los managers generaban un ambiente muy hostil. Nos volvimos expertos en que no se nos notara lo mal que nos llevábamos. Me decían “por qué no hablás bien de nosotros”. Yo les explicaba que no me preguntaban, y me retrucaban “tenés que hacerlo igual, como hace Cami Raj”. ¡Yo no soy Cami Raj! Necesitaba rearmar mi vida y trabajar con gente de bien.

-¿Abriste una cuenta en la polémica plataforma OnlyFans, donde suele haber contenido condicionado?

-Lo estoy terminando de armar con mi equipo de marketing. Las canciones que voy a sacar son controversiales y por eso elegimos esa plataforma polémica para ofrecerle “algo más” a quienes les interese mi vida. La idea no es poner contenido explícito pero sí publicar cosas que no me animaría a poner en Instagram porque podrían verlas niños. Va a ser una versión más íntima de mí. Me pareció divertido esto del poder interior y el poder sexual y poner una membresía.

Nati Ferrero con vestido de Paola Santos.
Nati Ferrero con vestido de Paola Santos.
Foto: Jorge Amarista @photoshaya

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